Varios estudios revelan que en los sistemas sanitarios de los países desarrollados persisten fallos o errores en la prestación asistencial a los que es preciso poner coto mediante mecanismos de corrección o guías de práctica específicas destinadas a los profesionales de la salud.
«Al menos el 10% de los pacientes ingresados sufren algún incidente relacionado con la atención sanitaria y, aunque en la mayoría de los casos son de carácter leve, un porcentaje significativo sufre lesiones de importancia e incluso la muerte», afirmó ayer Itziar Larizgoitia, responsable del Programa de Investigación de la Alianza Mundial Para la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tasa susceptible de mejora
Esta estimación, que afecta a España y a los países más avanzados de la UE, implica que la media europea de muertes por incidentes hospitalarios es baja, en torno al 0,4%, aunque es susceptible de mejora.
Larizgoitia explicó que los incidentes hospitalarios son «acontecimientos no deseados en la práctica médica que causan daño o no en el paciente» y que, al tratarse de un problema multifactorial, acogen desde el olvido en la administración de fármacos hasta errores en la prescripción o dosificación de los medicamentos, infecciones, caídas o problemas en el entorno quirúrgico.
Los acontecimientos no deseados en la práctica médica acogen desde el olvido en la administración de fármacos hasta errores en la prescripción o dosificación de los medicamentos, pasando por infecciones, caídas o problemas en el entorno quirúrgico
Itziar Larizgoitia participó este miércoles en el Congreso Europeo de Pacientes, un encuentro que reúne en Madrid a expertos nacionales e internacionales de todos los sectores de la sanidad. Garantizar la máxima seguridad posible y avanzar hacia la prestación de una información médica «contrastada, de calidad, oportuna y objetiva» son algunos de los asuntos que se abordan en este congreso.
En defensa del paciente
Ante este tipo de situaciones el paciente o sus familiares pueden reclamar, tal y como recomienda la Asociación El Defensor del Paciente. Esta entidad pidió, por ejemplo, recientemente a la consellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli, que expedientara a los responsables de una transfusión de sangre errónea en el Hospital de Bellvitge de L’Hospitalet (Barcelona) que produjo la muerte de un paciente tras cambiarle con éxito una prótesis de cadera.
En el mismo sentido, la Asociación del Defensor del Paciente, con sede en Madrid, denunció en septiembre un aumento «del 20% de la mortalidad de los bebés en los paritorios». La entidad se dirigió por escrito al ministro de Sanidad, Bernat Soria, para que explique «por qué existe ese empeño en que los partos sean naturales, como si las cesáreas fueran malas». El Defensor del Paciente considera que una de las causas principales del aumento de las muertes en los paritorios son «los daños irreparables que se sufren cuando los profesionales sanitarios pretenden a toda costa evitar una intervención como la cesárea».