El actual sistema de patentes de fármacos favorece el beneficio industrial de los laboratorios en detrimento del derecho a la salud de los ciudadanos, según concluye un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ya se ha dirigido al Ministerio de Sanidad y Consumo para que promueva la revisión del sistema internacional de patentes.
«La industria farmacéutica ha impulsado la extensión del sistema de patentes, presionando a los países en desarrollo para que este sistema sea respetado. El argumento que utilizan es que sin patentes no hay innovación ni progreso», pese a que «menos de una cuarta parte de los fármacos que se ponen en el mercado son innovadores», afirma OCU. La organización de consumidores sostiene que poner en el mercado un fármaco requiere unos 78 millones de dólares en investigación -según varios estudio que recopilaron datos de 117 proyectos-, frente a los 800 millones que cita la industria farmacéutica. Añade que los laboratorios no tienen en cuenta el coste real de producir el medicamento a la hora de fijar el precio de venta.
Respecto a los genéricos, OCU denuncia que las compañías tratan de entorpecer la llegada de estos medicamentos, hasta tal punto que «Farmaindustria llegó a lanzar una campaña de desprestigio de los genéricos bajo el lema ‘¿A que la marca importa?'». Ante esta situación, la asociación pide a Sanidad que promueva la revisión del sistema internacional de patentes, de forma que el número de años de explotación exclusiva sea proporcional al beneficio que el medicamento aporta a la salud pública. Asimismo, solicita que se destinen más fondos públicos a la investigación básica y la evaluación coste/efectividad de los nuevos fármacos para decidir si se van a financiar o no.
