El síndrome premenstrual (SPM) afecta «en mayor o menor medida» al 73,6% de las mujeres, según los resultados del primer registro de prevalencia realizado en España. Este síndrome es un trastorno del ciclo menstrual de la mujer constituido por una serie de síntomas físicos, psicológicos y de conducta. Sobre esta afección existen referencias desde hace más de 2.500 años pero, pese a ello, no existe una definición universalmente aceptada sobre dicha problemática ni se conoce el alcance de sus síntomas, aseguran los autores de dicho estudio, el equipo Daphne, formado por un grupo de ginecólogos.
Desde el punto de vista científico, la clasificación internacional de enfermedades lo incluye en la categoría de afecciones ginecológicas en su forma leve y, en su forma más severa, denominada síndrome disfórico premenstrual (SDPM), dentro de las enfermedades psicológicas, pero no existen criterios diagnósticos globalmente aceptados y en general la descripción de los síntomas es poco específica. Frente a esta situación, el equipo Daphne se planteó la realización del primer estudio para conocer el impacto real de este síndrome.
Esta investigación, que recoge los datos de 2.108 mujeres en edad fértil, se ha publicado en la revista científica «The European Journal of Obstetrics and Ginecology'» Según este estudio, la sintomatología asociada afecta en mayor o menor medida al 73,72% de las mujeres y, de ellas, el 9% sufre lo que se denomina SPM moderado o severo, por su significativo impacto en la vida cotidiana de la mujer. El 1,5% de estas mujeres reunieron además criterios para ser catalogadas dentro del síndrome disfórico premenstrual (PMDD), que es el que tiene un mayor impacto en la salud y la calidad de vida de la mujer. En ambos casos, la sintomatología tiene una duración media de unos tres días al mes y las encuestadas reconocen que afecta a sus relaciones familiares en el 7,1% de los casos, a su vida social en el 5,6% y conlleva una pérdida de interés en el trabajo en el 6% de los casos.
De los cerca de 80 síntomas (40 físicos y 40 psicológicos) descritos en el SPM, los más frecuentes recogidos en el estudio fueron los síntomas físicos (mamarios, musculares, cefaleas, aumento de peso y retención hídrica), con un 81,6% de respuestas. A estos le siguen la irritabilidad (58%), falta de energía (53%), ganas de llorar (48,7%) y ansiedad (40,5%). La autoevaluación de la severidad de cada uno de los síntomas fue de leve a moderada en más del 80% de las mujeres, y severos en el 10% de los casos.
A pesar de este impacto en la vida social y personal de la mujer, por lo general esta sintomatología se asume como normal. De hecho, incluso en las formas más severas de la patología hasta un 75% de las mujeres no consulta a su médico porque considera que es normal, íntimo o por no haber pensado que pudiera tener solución. De quienes acuden, según la encuesta, los tratamientos más utilizados para aliviar esta sintomatología son los anticonceptivos hormonales en el 57% de los casos, seguidos de analgésicos en un 53,3% y remedios caseros o naturales en el 4,1% de los casos.