Últimas tecnologías en la medicina del futuro

La medicina se sirve de la química, la ingeniería y la informática para avanzar en la atención sanitaria de los pacientes
Por Teresa Romanillos 6 de noviembre de 2008
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Imagen: Akira Ohgaki

Dos tecnologías estrechamente ligadas a Internet destacan, según los expertos, entre las innovaciones que revolucionarán la atención médica. Otros avances relacionados con la genética y la biotecnología también marcarán un antes y un después en la asistencia sanitaria. Si las primeras modificarán las solicitudes de pruebas complementarias, la consulta de los historiales clínicos y el envío de imágenes para ser analizadas por un determinado especialista, los segundos apuntan mejoras en las posibilidades terapéuticas relacionadas con la regeneración de tejidos.

Imagen: Akira Ohgaki

Un artículo publicado recientemente en la revista Forbes, especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, ha efectuado un análisis sobre las innovaciones tecnológicas que se consideran que tienen capacidad de revolucionar la medicina del futuro. En el artículo se destacan, como elementos clave, dos tecnologías que se encuentran íntimamente ligadas a Internet. Una de ellas es un programa informático para facilitar el acceso de los médicos a toda la información clínica. El «Patient Keeper» permite a los profesionales consultar on line las citas planificadas, solicitar pruebas, hacer prescripciones o controlar la evolución de los pacientes.

La comunicación

Otra de las innovaciones técnicas destacadas es la de un producto que facilita el intercambio de información entre hospitales. En este momento, la posibilidad de intercambiar información entre hospitales es ya posible. De esta forma se puede practicar un TAC en un centro hospitalario y transmitir las imágenes a otro centro en el que haya un especialista que las interprete. También es posible atender una urgencia de forma correcta en un hospital comarcal con el apoyo telemático de especialistas que se encuentren en un centro asistencial de mayor nivel.

Uno de los retos más importantes es la reconstrucción de órganos dañados con la incorporación de nuevo tejido fabricado en un laboratorio

Del mismo modo es viable solicitar una cita con el ginecólogo o consultar los resultados de la analítica acabada de practicar. El concepto de comunicación va todavía más lejos al pretender que la información de cada paciente pueda estar disponible en la Red. La creación de plataformas en las que se encuentran datos médicos de relevancia (antecedentes médicos, informes de hospitalizaciones o resultados de exploraciones) a los que puede tener acceso tanto el propio paciente como el personal médico -que se identifique mediante certificación digital- es una herramienta muy útil.

No sólo habilita el acceso a los datos en cualquier situación de emergencia sino que es también una baza importante en el ahorro sanitario, ya que optimiza recursos (el especialista no necesita repetir una analítica que ya ha practicado el médico de primaria).

Entre biotecnología y genética

Otros dos avances destacados están relacionados con la genética y la biotecnología, los campos de investigación con más peso en la actualidad. Estos conocimientos abren una gran ventana de posibilidades terapéuticas, tales como la regeneración de tejidos o la secuenciación de nuestro propio genoma. El Proyecto Genoma Humano, diseñado en 1990 y finalizado el 26 de julio de 2003, tardó 13 años en determinar las posiciones relativas de todos los nucleótidos que conforman el ADN humano e identificar los 20.000 a 25.000 genes que lo componen.

Aun así, el tiempo fue menor del previsto, pues los potentes ordenadores con los que contó la investigación lo aceleraron. En la actualidad, el reto está en reducir dicho tiempo y la meta está a cargo de Pacific Biosciences, destacada en el artículo por el desarrollo de una tecnología capaz de secuenciar y analizar por completo el genoma humano de un individuo en tan sólo unas pocas horas. Otro de los desafíos con el que se tropieza la medicina actual es el de la regeneración de tejidos dañados o defectuosos. En este sentido se viene recurriendo a los trasplantes de órganos, pero son una práctica lenta y costosa que con mucha frecuencia conlleva efectos secundarios de rechazo por parte del propio organismo.

Por este motivo, se está intentando enfocar el problema desde otro ángulo para hallar la solución. Se trata de la reconstrucción de un tejido u órgano dañado o defectuoso mediante la incorporación de nuevo tejido fabricado en un laboratorio a partir de células extraídas del propio paciente. La tecnología desarrollada por Tengion ha sido una de las destacadas por la revista Forbes. Esta empresa de los EE.UU. ha desarrollado en sus laboratorios vejigas que después han sido implantadas en pacientes susceptibles de transplante, con unos resultados sorprendentemente positivos. Este método fue publicado por primera vez en 2006 en la revista «The Lancet» y en la actualidad ya se está trabajando en la regeneración de arterias y venas, así como en la reconstrucción de riñones.

Las ciencias de la salud sorprenden a diario con nuevas técnicas terapéuticas que en ocasiones parecen sacadas de un libro de ciencia ficción, pues a menudo la realidad supera lo inimaginable. La genética, la biotecnología, la biología celular y la medicina, acompañadas de la química, la informática y numerosas ingenierías, prevén los expertos, serán el motor encargado de abordar las enfermedades en el siglo XXI.

SIN TECNOLOGÍA NO HAY FUTURO

Uno de los campos de investigación que revolucionará la medicina del futuro tiene que ver con la capacidad de proporcionar herramientas a la ciencia para que ésta desarrolle sus proyectos con máxima precisión y rapidez. Estamos hablando de la química, las ingenierías y la informática, que son a menudo las que mueven las investigaciones. Una de las propuestas es la de Xcellerex. Se trata de un nuevo método para desarrollar y comercializar vacunas y biomoléculas.

Su filosofía no es otra que la de facilitar el costoso proceso de mantenimiento y limpieza del material con el que se realiza una investigación científica mediante la utilización de una “plataforma de tecnología desechable”, es decir, de “usar y tirar”. Con esta iniciativa se pretende revolucionar la investigación médica mediante la reducción de los costos que supone el mantenimiento del material del laboratorio y a su vez aumentar la velocidad del estudio, ya que el material de un solo uso permite realizar el proceso de manera más rápida y dinámica.

Otra de las grandes innovaciones del milenio es, sin duda, el uso de la robótica para la realización de tareas rutinarias en los centros sanitarios. Estos robots tendrán un papel importante en el funcionamiento de los hospitales, ya que participaran en tareas como la recogida de bandejas de la comida o el repartimiento de medicamentos. Esto permitirá a los hospitales reducir sus costos y realizar dichas tareas con más facilidad y rapidez las 24 horas del día los siete días de la semana.

Por último, se ha puesto en marcha una iniciativa para motivar a los investigadores. En este caso no se trata de una complicada tecnología o un profundo conocimiento de la estructura y funcionamiento de nuestro cuerpo, sino que el mecanismo impulsor del avance científico es un concurso. Promovido por Innocentive, es un proyecto que propone una serie de retos científicos, agrupados en diferentes categorías, de tal modo que quien o quienes consigan resolver los paradigmas que se plantean serán recompensados económicamente. El premio, que oscila entre 500.000 y un millón de dólares, podría ser uno de los motores de la investigación científica del siglo XXI.

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