La prediabetes es una situación previa a la diabetes que afecta al 12% de la población española, según el primer gran estudio nacional que se ha realizado para analizar el escenario de estas dos entidades, junto con otros factores de riesgo cardiovascular. Es una situación medible en personas de riesgo y cuya detección ayudaría a evitar el desarrollo de la diabetes, siempre que el afectado realice un cambio en el estilo de vida. Sin embargo, a menudo pasa desapercibida, según explica en esta entrevista Sonia Gaztambide, presidenta electa de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Cruces, en Baracaldo (Vizcaya).
Es una situación de riesgo, más frecuente de lo que se cree, que puede acabar en diabetes. Es el paso previo antes de que se manifieste la enfermedad.
Se habla de prediabetes cuando las determinaciones de glucosa en sangre en ayunas están entre 110 mg/dl y 126 mg/dl, que aún no tienen rango de diabetes. A partir de 126 ya se considera diagnóstico de la enfermedad. Esta franja intermedia es indicativa de que hay una situación de mayor riesgo. Lo mismo sucede cuando se realiza la prueba de sobrecarga oral con 75 g de glucosa y, a las dos horas, la glicemia se sitúa entre 140 mg/dl y 200 mg/dl. Lo normal es que una persona que no tenga diabetes esté por debajo de 140 mg/dl y que la persona que padezca la enfermedad esté por encima de 200 mg/dl. Entre 140 y 200, hay una situación intermedia: un estado de prediabetes.
“Se considera prediabetes cuando hay determinaciones de glucosa en sangre en ayunas entre 110 mg/dl y 126 mg/dl”
Según el estudio nacional, presentado a principios de octubre de este año en Madrid, hay un 12% de personas que tienen diabetes, de las cuales, un 4% lo desconocen. Cerca de otro 12% de la población está en estado de prediabetes, en una de las dos situaciones explicadas: con la glucemia basal alterada (entre 110 mg/dl y 126 mg/dl) y con mala tolerancia a la glucosa o a los hidratos de carbono (entre 140 mg/dl y 200 mg/dl) después de una sobrecarga oral, transcurridas dos horas.
Este estudio nacional es el primero en el que se ha podido clasificar, con diferentes métodos, el porcentaje de personas que la padecen por grupos de población. Es el primer gran estudio de todo el territorio, que hemos realizado de la misma manera en toda España, por lo que los datos de estudios previos han quedado obsoletos. Conocíamos que la tasa de diabetes aumenta. Por este motivo, era pertinente realizar un estudio único para saber la situación real de la diabetes en todo el territorio. Además, hemos incluido a pacientes desde los 18 años hasta los 80.
“Son personas de riesgo quienes tienen más de 40 años, antecedentes de diabetes, hipertensión, obesidad, son fumadoras y sedentarias”
Más de 5.500 personas, aunque en las pruebas de sobrecarga oral de la glucosa solo se ha incluido a 3.500. Al total se les ha realizado una encuesta sobre hábitos alimentarios y de ejercicio físico, y la percepción de su estado de salud y de la calidad de vida. El estudio no sólo ha sido sobre la diabetes y su prevención, sino también sobre otros factores como la hipertensión, las dislipemias, la obesidad, el tabaquismo o el sedentarismo. Ha sido un estudio muy ambicioso, amplio y en el que hemos obtenido muchos datos, aunque todavía son preliminares.
Sí, porque es una entidad que va asociada estrechamente tanto a la obesidad como al sedentarismo.
“La prediabetes está asociada a la obesidad y al sedentarismo”
Al no desarrollar síntomas, no se detecta clínicamente de no ser porque la persona acude al médico de atención primaria para hacerse un examen de salud, por una gripe o por otro proceso ajeno, y éste valora la necesidad de hacer una analítica, sobre todo, en las personas con antecedentes familiares de diabetes, hipertensión, dislipemia u otros factores de riesgo vasculares, además de determinaciones de glucosa.
Se consideran personas de riesgo quienes tienen más de 40 ó 45 años, con antecedentes familiares de diabetes, hipertensión, obesidad, dislipemia, que son fumadores y, además, sedentarios.
Es difícil establecerlo. Lo idóneo sería cada año o, a lo sumo, cada tres.
“Realizar más ejercicio y disminuir de peso para combatir la obesidad es una receta válida para revertir la prediabetes”
Estudios realizados en países como Finlandia, donde a las personas con riesgo se les ha motivado para cambiar su estilo de vida y se les ha estimulado para que pierdan peso -porque tenían el hígado graso u obesidad- y hagan ejercicio con ayuda de dietistas y monitores de actividad física, han logrado una reducción de un 58% en el desarrollo de diabetes. Estos resultados son mejores que las intervenciones en determinados grupos de población con la administración de diferentes fármacos. En estos casos, los efectos conseguidos han sido claramente inferiores, de modo que lo mejor es la prevención.
Es necesario detectar a más pacientes en esta situación, incluso con diabetes, y combatir todos los factores de riesgo que tengan. Si luchamos contra la obesidad y el sedentarismo podremos mejorar, no solo el control de la diabetes, sino la situación de prediabetes y el riesgo cardiovascular. Hay que concienciar a la población para que mejore su estilo de vida y a los profesionales de la salud para que detecten más, y lo antes posible, a personas en situación de riesgo. La prediabetes no desarrolla síntomas ni la persona se encuentra mal. Lo más importante para no desarrollar diabetes mellitus y evitar sus consecuencias es la prevención. Las personas con antecedentes familiares -que además hayan sufrido alguna complicación (problemas de vista o de riñón)- puede que sean más sensibles, en comparación con la población general. Pero debemos concienciar a toda la sociedad de la importancia de combatir la obesidad y de hacer ejercicio físico de forma regular.
La receta clásica que combina más ejercicio y menos peso para combatir la obesidad y, con ello, el riesgo de desarrollar diabetes y otros factores de riesgo cardiovascular asociados, es también válida para revertir la prediabetes, el peldaño previo a la diabetes mellitus -ésta sí, irreversible-. Sonia Gaztambide advierte de que en esta fase todavía es posible no llegar a padecer nunca la diabetes si se realiza un cambio real de estilo de vida, que requiere fuerza de voluntad.
En ocasiones, las personas con este estado de prediabetes llevan una
En su opinión, de esta forma es más factible que las personas que lo necesitan operen un cambio de estilo de vida. “Si después de trabajar alguien se ve obligado a ir al gimnasio, es probable que le resulte difícil, tendrá otras prioridades y lo relegará a un último lugar. En cambio, si se incorpora en el día a día (si uno vive en un segundo piso, puede subir un piso a pie), es más factible”, especifica. Otra posibilidad es caminar media hora al día, “pero sin mirar escaparates, sino andar con cierto garbo”, precisa.