Dermatitis de contacto

El incremento de afectados se podría explicar por una mayor concentración de sustancias irritantes en el ambiente
Por Núria Llavina Rubio 24 de noviembre de 2008
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Imagen: Carolyn

La prevalencia de la dermatitis de contacto está aumentando. En la actualidad, se estima que algo más de un 4% de la población sufre dicha dolencia. En la reciente reunión anual del American College of Allergy, Asthma and Immunology (ACAAI), los especialistas han recordado que a pesar de que son una amplia variedad las sustancias que pueden causar dermatitis por contacto, se suele controlar con un diagnóstico y tratamiento apropiados. Incluso, los expertos han identificado una nueva dolencia: la dermatitis del móvil.

La dermatitis de contacto, considerada como inflamación de la piel (crónica o aguda) causada por una reacción tras el contacto con sustancias irritantes o alérgenas, está provocada por un extenso abanico de sustancias. Puede diagnosticarse dermatitis de contacto por irritantes (DCI) o alérgica (DCA). La primera no responde a una respuesta alérgica y se produce tras el contacto directo con la sustancia irritante.

Irritante o alérgica

La dermatitis de contacto se controla con frecuencia mediante un diagnóstico y tratamiento apropiados. Tiene como culpables más comunes a los cosméticos, perfumes, ciertos alimentos, níquel y otros metales, soluciones de limpieza, detergentes químicos industriales y goma látex.

De todos ellos se habló en la reciente reunión del American College of Allergy, Asthma and Immunology (ACAAI), celebrada en Seattle (EE.UU.), donde también se recordó que la mayoría de los casos de dermatitis de contacto, hasta un 35%, afectan a las manos. Asimismo, más del 75% de los mismos se relacionan con el lugar de trabajo, algo que ya se había confirmado en varios estudios. «La dermatitis alérgica por contacto de las manos es muy común en determinados oficios, como profesionales de la salud, peluqueros y cosmetólogos, carpinteros, operadores de máquinas o los que trabajan con compuestos químicos», señalaba James. S. Taylor, director de la Sección de Dermatología Industrial de la Clínica Cleveland (EE.UU.).

Un informe de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, «Alergológica 2005», confirmaba también que la edad media de aparición de la enfermedad es de 42 años, y que son los trabajadores de la construcción, las peluquerías, las conserveras y las fábricas metalúrgicas los que más sufren la llamada «dermatitis ocupacional» por su relación con el oficio.

Detección con parches

Los parches son el único medio para probar que determinada sustancia es la causa o el agravante de una dermatitis
Aunque el tratamiento depende de la causa de la dermatitis, para aliviar sus síntomas es necesario, por lo general, omitir o sustituir el alérgeno que ha causado la dolencia. También se acostumbran a usar corticosteroides -tópicos o sistémicos- de manera ocasional. La prueba de parches es uno de los métodos utilizados para detectar alergias de contacto provocadas por sustancias concretas. Estas sustancias a evaluar se aplican sobre la piel de la parte superior de la espalda en discos de plásticos que se sujetan con tela de papel (adhesivo hipoalergénico), y se dejan en la piel aproximadamente 48 horas.

Tras retirarse el parche se hace la primera lectura del resultado, y pasadas 48 horas más se realiza una segunda valoración. Durante la semana en la que se practica la prueba se recomienda no realizar ejercicio fuerte que suponga sudoración excesiva. Si la prueba se realiza para detectar una «dermatosis ocupacional» y el paciente trabaja en un ambiente húmedo o de mucha actividad física, debe incapacitarse durante el periodo de la prueba.

El paciente debe estar libre de lesiones eczematosas en la espalda. El posible tratamiento con antihistamínicos o corticoesteroides tópicos debe interrumpirse mientras se realicen las pruebas, igual que sucede con los corticoesteroides orales, que deben detenerse una semana antes. Según Taylor, este tipo de pruebas con parches son especialmente importantes en el diagnóstico de la dermatitis en las manos, puesto que puede aparecer sola o acompañada de dermatitis irritante, atípica o de otro tipo. De hecho, son el único medio que tiene el médico para probar que una sustancia es la causa o el agravante de la dermatitis que padece.

Eczemas faciales

Según los investigadores presentes en la reunión, el segundo lugar más común para la dermatitis tras las manos es la cara y los párpados. Suele producirse debido a la reacción a un cosmético, jabón u otro producto de cuidado personal. En este caso, para un buen tratamiento, el paciente debe empezar con el cambio de su marca de maquillaje o limpiador. «De forma habitual, tratamos esta afección con un corticosteroide tópico, así como decimos al paciente que debe dejar de usar el producto», asegura Vincent A. DeLeo, director de dermatología del Centro Médico Beth Israel y St. Luke’s-Roosevelt (Nueva York, EE.UU.). La prueba de parches no es necesaria en estos casos de dermatitis, pero puede llegar a ser necesaria si el abandono de los productos que supuestamente originan la dolencia no funciona como tratamiento.

Dermatitis del móvil

Otra afectación en la zona facial es la que producen un uso excesivo de los móviles, según ha revelado la Asociación Británica de Dermatólogos (BAD). Dicha utilización provoca un sarpullido en las orejas y las mejillas. Fundamentando estas nuevas aportaciones con estudios publicados, la BAD ya ha puesto nombre a esta nueva dolencia: «dermatitis del móvil».

Se manifiesta con erupciones rojas o con picor, y afecta a personas que desarrollan una reacción alérgica después de pasar largos períodos expuestos a la cubierta de níquel del aparato. Este metal se encuentra en productos variados, desde móviles hasta accesorios como joyas o hebillas de cinturones. Como apuntan desde la ACAAI, el contacto de la piel con el mismo es una de las causas más comunes de dermatitis por contacto.

Según los investigadores, los médicos deberían tener en cuenta la posibilidad de esta patología cuando se encuentren ante un paciente con erupciones en la mejilla o la oreja que no se pueden explicar de otra forma. La llamada dermatitis del móvil podría desarrollarse incluso en los dedos si se pasa mucho tiempo mandando textos en teclado de metal.

DERMATITIS Y ALIMENTACIÓN

Img nuecesImagen: Emi YañezSon varios los estudios que relacionan un alimento determinado con la aparición de dermatitis de contacto. Muchos tienen en su composición alergenos asociados a la aparición de dicha dolencia. El Grupo Norteamericano para la Dermatitis de Contacto (NACDG) elaboró un análisis de tres años (2001-2004) en más de 10.000 pacientes con el fin de caracterizar estos alergenos. El más común relacionado con los alimentos fue el níquel (en un 48.7% de los casos), seguido del bálsamo de Perú (20,6%) y el glicol de propileno (6,4%).

En total se detectaron 20 alergenos y 24 sustancias irritantes. El colectivo de cocineros fue la población más afectada, con un 40%. Las principales fuentes de níquel son nueces, judías, granos de cereales y el chocolate. Aproximadamente un 5% de la población es sensible a este metal. El bálsamo de Perú, muy usado en cosméticos y perfumes, se usa en alimentación como aromatizante de chocolate, pasteles dulces, chicles, caramelos, helados y bebidas tipo cola y algunos licores; como especia en la canela, el clavo, la vainilla y el curry; o como condimento en productos como el Ketchup, la salsa chili o los escabeches. Por último, el glicol de propileno, un líquido transparente de textura y color parecidos al almíbar, que se usa como humectante para absorber el exceso de agua y mantener humedad en ciertos alimentos.

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