Cada vez mejoran más las perspectivas de curación del cáncer. Sin embargo, no hay que bajar la guardia: este año 2012 se estima que habrá más afectados por esta enfermedad, sobre todo, entre las mujeres. La buena noticia es que los avances científicos, así como la mejora del diagnóstico y de los tratamientos, permiten hacer frente a la enfermedad con mucha más esperanza. La situación podría mejorar aún más si el cáncer dejara de ser un estigma en la sociedad y se afrontara con naturalidad.
En 2012 se detectarán en España más de 208.000 nuevos casos de cáncer. Son datos aportados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) durante la presentación de la campaña «¿Cómo vas de lo tuyo? Lo mío se llama cáncer», organizada junto con el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS), con motivo del día mundial de la enfermedad.
La SEOM también constató que el número de fallecimientos ascenderá a algo más de 102.500. Si bien son cifras más altas que las de 2006, parece que, por fin, hay una tendencia a la disminución de la mortalidad. La clave está en los avances científicos de los últimos años y en la mejora de las técnicas diagnósticas y los tratamientos: equipos multidisciplinarios (científicos, oncólogos, cirujanos…), incorporación de nuevos fármacos y las mejoras en la atención de los pacientes son las claves más destacadas.
En resumen, aunque las cifras señalan que es una enfermedad seria y grave, en los últimos años se ha registrado un aumento en la tasa de curación y las expectativas de vida de la mayoría de tumores. Puede hacérsele frente. Perder el miedo a la palabra cáncer es un primer paso para ello. Y para lograrlo, tanto los medios de comunicación como el resto de la sociedad han de desestigmatizar el término.
Cáncer de colon, próstata y mama
El 40% de todos los cánceres puede prevenirse con un estilo de vida saludable
El cáncer más frecuente a lo largo de este año será de nuevo el colorrectal, con casi 34.000 afectados nuevos, seguido del cáncer de próstata, con cerca de 30.000. En tercer lugar se sitúa el cáncer de mama, con algo más de 27.000 nuevos procesos, sobre todo, en mujeres. El cuarto lugar lo ocupa la neoplasia de pulmón, con 24.400. El único que ha registrado una tendencia decreciente es el de estómago, ya que ha pasado de algo más de 8.000 nuevos pacientes en 2006 a 7.500 previstos para este año.
Datos recientes de la Organización Mundial de la salud (OMS) constatan, no obstante, que todavía es la segunda causa de muerte oncológica en ambos sexos en todo el mundo. La mortalidad por cáncer de estómago y de próstata también bajará (ambos ostentarán el porcentaje más bajo). El más letal será, una vez más, el de pulmón, seguido del colorrectal y el de mama, que será la primera causa de muerte en mujeres.
El incremento más destacado de los últimos años ha correspondido a las mujeres, ya que en 2006 se registraron casi 87.000 casos, unos 16.000 menos de los previstos para este año. De momento, la enfermedad neoplásica es más frecuente en hombres (104.800 nuevos procesos frente a los 103.400 en mujeres), pero los oncólogos advierten de que la incidencia de todos los cánceres en mujeres se acercan a la del sexo masculino.
El cáncer de mama es el más prevalente en mujeres: el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) anunciaba a finales de 2011 que cada día se diagnóstica este tumor maligno en 44 mujeres españolas, lo que significa un incremento del 33% en los últimos cinco años. La cifra esperanzadora es que el 85% de las afectadas supera la enfermedad.
Lucha contra el cáncer
Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), así como un estudio reciente auspiciado por el Cancer Research UK y publicado por la «British Journal of Cancer», el 40% de todos los casos puede prevenirse con un estilo de vida saludable: evitar el sobrepeso y la obesidad, consumir frutas y vegetales, hacer ejercicio y no consumir tabaco o alcohol en exceso. Otro 33% puede curarse con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado.
Para ello es tan importante seguir un estilo de vida saludable como someterse a revisiones periódicas. Los expertos no se cansan de recordar que ambas son el arma más poderosa en la lucha contra la afección.
En España hay tres campañas de diagnóstico precoz y prevención frente al cáncer de mama, de cérvix y el colorrectal, que han permitido reducir de manera drástica sus cifras de mortalidad. Sin ir más lejos, entre las mujeres que participan en estos programas y que se revisan cada dos años se reduce la mortalidad entre un 25% y un 30%. Aunque las campañas de cribado están muy arraigadas en las mujeres, AECC insiste en que hay que ponerlas en conocimiento de toda la sociedad para que todos puedan sacarle beneficio.
El cáncer se desarrolla tanto por factores genéticos como ambientales. Según el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), solo una pequeña proporción, entre un 5% y un 10% de todos los tumores, tiene un carácter familiar o hereditario. Son consecuencia de mutaciones (cambios malignos) en genes concretos que incrementan la susceptibilidad de padecer la enfermedad. Esta susceptibilidad se transmite entre los miembros de la familia de acuerdo a distintos patrones de herencia.
No obstante, se hereda la susceptibilidad, no la certeza de desarrollar un tumor en todos los casos. En los últimos años, se han identificado alrededor de 40 genes implicados en esta predisposición y se han desarrollado técnicas para su estudio y caracterización. La identificación de familias con posibles cánceres hereditarios es importante para que los miembros puedan beneficiarse de medidas eficaces, no solo en la detección precoz, sino también en la prevención.
Los pacientes con esta predisposición hereditaria conocida reciben información sobre la probabilidad de sufrir un tumor o de transmitir esta predisposición a su descendencia, y el pronóstico, las estrategias de detección precoz y el abordaje terapéutico más apropiado. También es muy importante el apoyo psicológico, ya que ser consciente de susceptibilidad puede repercutir de forma importante en el equilibrio emocional de una persona.