Los lazos afectivos entre abuelos y nietos estarán más presentes que nunca en los procesos de divorcio, separación o nulidad de los padres. Así lo ha decidido el Gobierno tras aprobar la remisión a las cortes de un polémico proyecto de Ley en el que se expresa la obligatoriedad del régimen de visitas para los abuelos aun sin acuerdo entre los cónyuges. Los abuelos, inclusive, tendrán mayor relevancia sobre personas e instituciones a la hora de recibir la custodia de sus nietos. La iniciativa gubernamental, sin embargo, ha desatado protestas airadas tanto de asociaciones de mujeres como de ONGs que ven en esta normativa un “grave peligro” para los hijos que se hallan inmersos en casos de malos tratos por parte de alguno de los padres.
Mayor reconocimiento
La medida anunciada por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, el pasado 25 de julio, supone la reforma de cinco artículos del Código Civil (90, 94, 103, 160 y 161) para que de “forma expresa” se garantice el derecho de los abuelos a visitar a sus nietos en los casos de separación, divorcio o nulidad de los padres con acuerdo o sin él. La iniciativa, según Zaplana, se inscribe dentro del Plan Integral de Apoyo a la Familia y con ella se atiende una “reclamación histórica” de los abuelos que en muchas ocasiones ven frustradas sus relaciones con los nietos por una ruptura conyugal traumática o por la muerte de alguno de los padres.
Con la nueva normativa se obligará a los jueces a escuchar a los abuelos en procesos de separación, divorcio y nulidad, e inclusive se les concederá prioridad sobre otras personas o instituciones a la hora de reclamar la custodia de un menor. Desde la Asociación Abuelos en Marcha, (ABUMAR) una de las organizaciones impulsoras de la nueva normativa, su presidenta, Marisa Viñes, aplaude la decisión del Gobierno y asegura que se trata de una iniciativa que contribuirá a evitar “auténticas tragedias” en lo que a los abuelos se refiere.
Cuenta Viñes que en la asociación que preside son frecuentes los casos de abuelos “desesperados” a los que por diversas razones se les impide ver a sus nietos. “Hay miles de tragedias”, señala con voz tajante. Uno de esos casos es el de un menor al que su padre le impide ver a los abuelos maternos tras la muerte de la madre. “Ellos -los abuelos-, han criado al niño hasta los ocho años, pero ahora el padre se ha llevado al pequeño”, relata.
Viñes asegura que ya en más de una ocasión su asociación buscó la forma de impulsar estas medidas, pero sin éxito. “Una vez salió un proyecto que no se cumplió. Ojalá que esta vez sí”, señala. Abumar defiende la importancia de los abuelos a través de la relación con los nietos. De hecho, es palpable la importancia cada vez mayor de los abuelos en las sociedades en las que tanto la madre como el padre trabajan y tienen que dejar a sus hijos al cuidado de sus propios progenitores. Esta figura, cada vez más frecuente en el sistema moderno de organización de las familias, se le conoce ya como el abuelo-canguro.
Opiniones encontradas
No todos aplauden la decisión del Ministerio de Trabajo. De hecho, el anuncio del Ejecutivo ha desatado una lluvia de posiciones a favor y en contra. Y algunas reacciones han sido más que airadas. Diversas asociaciones y ONGS han criticado con dureza la medida por considerar que tendrá un “efecto peligroso” sobre los menores. La pasada semana seis de éstas manifestaron su “rechazo” y su “oposición rotunda” a la medida y la calificaron de “ley aparentemente dulce e inocua”, pero que “entraña graves consecuencias”. Las organizaciones que se han declarado abiertamente en contra del proyecto del Gobierno son la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, la Asociación de Mujeres Juristas Themis, la Federación de Mujeres Progresistas, la Red de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género, la Unión de Asociaciones Familiares y la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas.
Maripaz de la Usada, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, cree que esta ley puede generar “consecuencias negativas” para los niños: “Si además de regular el régimen de visitas para los padres se hace con los abuelos, se le va a crear un problema más a los pequeños. Además, no me parece que haya que regular las visitas de los abuelos en los casos de parejas separadas y no en el de las parejas casadas”.
Para Themis uno de los principales peligros se halla en la posibilidad que abre la nueva normativa a que padres violentos, privados previamente del contacto con sus hijos, puedan aprovechar las visitas de los abuelos para acercarse a ellos. “Además”, añade Maripaz de la Usada, “si se da la circunstancia de que los abuelos también están separados, van a terminar mareando a los pequeños. Con esto lo único que van a crear es una confusión grandísima para los niños y un trasiego de casas”.
“Un pequeño paño caliente”
Jorge Marfil, miembro de la Asociación Española de Abogados de Familia, considera que el proyecto de Ley del Ejecutivo es sólo “un pequeño paño caliente”. “La problemática de los hijos es infinitamente más extensa que la de los abuelos. Además, tal como está el Código Civil ahora no se les puede impedir a los abuelos que tengan relación con los nietos. Yo creo que los abuelos son importantes y en cierta forma creo que es positivo que se fomenten las relaciones con los nietos, pero también me parece que esta medida tiene más un contenido político de captación de votos. Pienso, además, que es un paso menor y que lo que debería hacerse es mejorar la justicia para que la resolución de conflictos familiares sea más rápida”, señala Marfil.
Desde la asociación SOS Papá, su portavoz, Alejandro Urcera, ve “beneficiosa” la futura Ley, pero también cree que debería ir acompañada de otras medidas, como por ejemplo que se garantice el contacto con los padres en los casos en los que se concede la custodia a las madres. “Muchas mujeres que obtienen la custodia se empeñan en que los padres no vean a sus hijos y eso no se penaliza. El padre pone una denuncia tras otra y al final éstas se archivan”, señala Urcera.
Informes favorables
Pese a la polémica desatada, el Gobierno ha seguido adelante con su proyecto. La Fiscalía General del Estado, por ejemplo, cree que existen “dudas de complejidad” y el “riesgo cierto” de que la intervención de los abuelos en las crisis matrimoniales suscite “factores de complejidad y tensión añadida” a las ya de por si dramáticas rupturas familiares. “Parece más razonable que los conflictos en las comunicaciones abuelos-nietos, cualquiera que sea su origen, se sustancien en un procedimiento autónomo en el que evaluar las circunstancias concurrentes, la opinión de los titulares de la patria potestad y, en especial, el interés de los menores, para fijar con pleno conocimiento de causa el tiempo, modo y lugar de las comunicaciones”, señala el informe de la fiscalía. Éste dice, además, que la modificación prevista por el Ejecutivo debería conferirle al juez suficiente potestad para excluir la posibilidad de las visitas obligatorias. El Gobierno, sin embargo, desoye ambas recomendaciones. No obstante, en términos generales, el informe califica de “oportuno, justificado y necesario” el proyecto.
El Consejo General del Poder Judicial, por su parte, dice en su informe -cuyos apartes presentaron asociaciones y ONG en su comparecencia ante la prensa-, que el objetivo de la reforma prevista debe ser “favorecer las relaciones humanas sin agravar, en especial en casos de conflicto familiar, las secuelas que las separaciones tienen para los menores”. A su juicio, debe evitarse utilizar a los niños como “arma arrojadiza” y se insta a los jueces a que las visitas en régimen obligatorio para los abuelos no supongan una nueva fuente de conflictos, sobre todo en los casos en los que los abuelos toman partido. Pese a los matices expresados, el Consejo General del Poder Judicial, como la Fiscalía General del Estado, ha dado su respaldo al nuevo proyecto de Ley.
“Es ridículo, irreal y hasta retorcido”, declaró la secretaria de Asuntos Sociales, en referencia a la posibilidad de que el régimen de visitas para los abuelos favorezca el contacto con padres violentos. “Dudo mucho que ningún abuelo ceda su tiempo de visita para que alguien maltrate a sus nietos”. Uno de los argumentos que esgrime el Gobierno para emprender esta reforma del Código Civil es que de las 115.049 separaciones y divorcios que se produjeron en 2002, el 36% se dio sin acuerdo entre los cónyuges, lo que originó un distanciamiento claro en la relación entre abuelos y nietos. Zaplana cree que la medida anunciada contribuirá a incrementar la relevancia de los abuelos en la familia. “Quiere destacar la autoridad moral de los abuelos y la ayuda que pueden suponer para los menores en situaciones de crisis o dificultad”, señaló el titula de Trabajo tras un Consejo de Ministros.
Una vez que se apruebe el anteproyecto, éste se aplicará en los procesos judiciales abiertos en ese momento.