Más de 200 años después de que fuera abolida, la esclavitud sigue siendo una realidad en el mundo, según han asegurado expertos y responsables de la ONU en derechos humanos y laborales, aprovechando la celebración hoy del Día Mundial de la Abolición de la Esclavitud. Se estima que más de 27 millones de personas en el mundo son víctimas de formas tradicionales y nuevas de esta práctica.
La esclavitud es un fenómeno mundial que afecta tanto a los países ricos como a los pobres, advierten la ONU y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Actualmente hay más de 27 millones de hombres, mujeres y niños que viven cada día en régimen o en condiciones de esclavitud. La práctica «existe en todas sus formas, tanto tradicional como moderna, y florece como resultado de la demanda», denunció la relatora de la ONU contra la esclavitud, Gulnara Shahinian.
«La esclavitud no es historia, más de 200 años después de ser abolida formalmente. Es una realidad, y en muchas partes del mundo ha evolucionado hacia formas diversas y crueles», apuntó Shahinian. Una de sus formas es el trabajo forzoso, en el que están atrapadas unos 12,3 millones de personas, calcula la OIT. Las víctimas son siempre los más débiles y vulnerables de la sociedad, desde trabajadores emigrantes atrapados en esquemas de servidumbre para pagar deudas, hasta mujeres y niñas obligadas a prostituirse.
También hay casos de trabajos forzosos en el empleo doméstico, así como en los sectores de la construcción y en las industrias alimentaria y de complementos. El 64% del trabajo forzado es para la explotación económica por parte de agentes privados, según datos de la OIT. La relatora de la ONU afirmó que estas prácticas «van de la mano de la pobreza, la exclusión social, la marginalidad, falta de acceso a la educación y la corrupción».
Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, no dudó en calificar la esclavitud como «un crimen contra la humanidad». «Ha destruido vidas humanas y destruido sociedades. Y a pesar del reconocimiento universal de su perversidad, la esclavitud sigue causando sufrimientos a 27 millones de personas», destacó Pillay, que advirtió de que la actual crisis económica global puede llevar a que más gente sea esclavizada.