En septiembre de 2000, los líderes mundiales acordaron intensificar la lucha contra la pobreza, el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la degradación del medio ambiente y la discriminación de las mujeres. Se fijaron como meta el año 2015 para conseguir reducir estas tasas y, desde entonces, pasan revisión a los logros y retos pendientes a fin de llegar a esa fecha con los deberes hechos. La última cita ha sido esta semana en Nueva York, en la sede de Naciones Unidas. La Cumbre de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha hecho balance y se ha enviado a sí misma un mensaje de advertencia: Se ha avanzado en muchos frentes, pero el cumplimiento de los compromisos es aún insuficiente.
Compromisos y exigencias
La sede de Naciones Unidas en Nueva York ha sido el punto de encuentro. En la agenda: la revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), una reunión de alto nivel -así la ha denominado la propia ONU- para renovar los compromisos de alcanzar los ODM, establecer planes concretos y adoptar las medidas prácticas necesarias. “Una reunión que este año, pasado el ecuador del plazo previsto para su cumplimiento, tiene más sentido que nunca ante el inicio de una crisis alimentaria que afecta ya a millones de personas y en el marco de una crisis financiera que, según el propio secretario general de Naciones Unidas, amenaza seriamente la lucha mundial contra la pobreza”, afirma la Coordinadora de ONGD.
Líderes mundiales, representantes del sector privado y miembros de la sociedad civil han debatido sobre el modo de potenciar sus esfuerzos. El reclamo de todas las partes ha permitido que, por primera vez, un miembro de la sociedad civil española, David Ortiz, haya asistido a este encuentro en representación de la Alianza Española contra la Pobreza. Su reivindicación ha sido contundente: medidas concretas contra la pobreza mundial y, sobre todo, “contra sus principales causas”. La Alianza asegura que la situación dramática de los últimos años ha llegado, incluso, a agravarse, debido a “la concurrencia de múltiples crisis de índole financiera, alimentaria, ecológica y petrolera”.
Las exigencias de la Alianza han adoptado la forma simbólica de una maleta. En su interior, varias peticiones para poner lograr, “con la máxima urgencia”, más y mejor Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), reforzar la financiación contra la pobreza con fuentes adicionales, abolir el cien por cien de la deuda externa bilateral de los Países Menos Avanzados (PMA), adoptar mecanismos eficaces para determinar y exigir responsabilidades por “deudas ilegítimas generadas con gobiernos corruptos o que violen los derechos humanos”, iniciativas de conversión de deuda externa bilateral por desarrollo, cambiar las normas del comercio internacional, proteger los servicios públicos de liberalizaciones y privatizaciones, velar por la existencia y creación de empleo digno y con derechos, y combatir la actividad desarrollada por “los mal llamados paraísos fiscales”.
Ayuda al desarrollo
La red europea Acción por la Salud Global (ApSG) ha hecho pública esta semana una “Encuesta de opinión pública sobre Ayuda al Desarrollo en salud”. En total, 5.000 ciudadanos de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España han participado en el estudio, cuyas conclusiones afirman que el 40% de la ciudadanía europea cree que sus gobiernos destinan poco dinero a la salud en los países en vías de desarrollo. En España (el país que mayor porcentaje del PIB destina a AOD), la cifra se eleva al 46%. “Los líderes europeos deben actuar de forma inmediata para aumentar la ayuda y mejorar las condiciones sanitarias en los países más pobres del mundo”, reclama (ApSG).
Por edad, los jóvenes entre 18 y 24 años son quienes creen “con mayor firmeza” que sus gobiernos no hacen lo suficiente: cinco de cada diez consideran que deberían aumentar las partidas en AOD. “Por otro lado, la encuesta pone de relieve que muchas personas creían que estos países aportaban más dinero del que realmente destinan”, revela Acción por la Salud Global.
Hay que revisar los progresos y comprometerse a concretar “esfuerzos, recursos y mecanismos”
Tal como recuerda esta red, compuesta por 15 ONG de Bélgica, Francia, Alemania, Italia, España y el Reino Unido, sólo quedan siete años para que se alcance el plazo establecido por Naciones Unidas para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio, por lo que la Cumbre que hoy se clausura “supone una excelente oportunidad para comenzar a resolver las deficiencias y marcar un punto de inflexión”. Hay que revisar los progresos y comprometerse a concretar “esfuerzos, recursos y mecanismos”.
También la Coordinadora de ONGD y la Campaña del Milenio de Naciones Unidas han editado conjuntamente la publicación “Mejor Ayuda: una condición necesaria para el desarrollo”. En ella, se hace referencia a la necesidad de una “ayuda eficaz”, que complemente los recursos de los países en desarrollo para financiar políticas e inversiones “realmente necesarias”. En este sentido, subraya que uno de los mayores obstáculos para esta ayuda eficaz son determinadas “prácticas habituales entre los países donantes, como la concesión de ayuda por intereses comerciales o políticos” o la falta de coordinación entre donantes.
Respecto a nuestro país, Intermón Oxfam asegura en el informe “Cooperación española 2004-2008. Cambio de rumbo”, que España “está modificando sus posiciones en el panorama de la ayuda internacional”. Subraya que, si tradicionalmente estaba situada “a la cola” de los donantes del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE (CAD), “en 2006 fue uno de los pocos países que incrementaron su ayuda oficial al desarrollo”.
Principales deficiencias
El cumplimiento de los ODM para 2015 se antoja difícil. Aún así, Naciones Unidas realiza mediciones periódicas para verificar el estado de los objetivos 1 al 7. “No es fácil evaluar el funcionamiento de la alianza mundial para el desarrollo y el cumplimiento de los compromisos internacionales” (Objetivo 8), justifica. Para realizar esta labor, el pasado año se creó el Grupo de Tareas sobre el Desfase en el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en el que están representados más de una veintena de organismos de Naciones Unidas, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos y la Organización Mundial del Comercio.
Se han logrado progresos en varios aspectos, pero “siguen existiendo importantes desfases en el cumplimiento de los compromisos mundiales”
Del primer informe realizado por este Grupo se desprende una conclusión muy clara: se han logrado progresos en varios aspectos, pero “siguen existiendo importantes desfases en el cumplimiento de los compromisos mundiales”. Las áreas más afectadas son la ayuda, el comercio, el alivio de la deuda y el acceso a las nuevas tecnologías y medicamentos esenciales a precios asequibles. “El debilitamiento de la economía mundial y los fuertes incrementos de los precios de los alimentos y la energía amenazan con invertir algunos de los avances logrados”, lamenta.
Asistencia oficial para el desarrollo. En 2007, los únicos países que alcanzaron o superaron la meta de dedicar un 0,7% de su ingreso nacional bruto fueron Dinamarca, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos y Suecia. La media de los 22 países miembros del Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) tan sólo alcanzó el 0,45% del ingreso nacional bruto. Ponderado por el tamaño de sus economías, las ayudas representaron únicamente un 0,28% de la renta nacional combinada.
Acceso al mercado (comercio). El estudio reconoce que, a pesar de que uno de los objetivos de la Ronda de Doha sobre negociaciones comerciales fue abordar las necesidades de los países en desarrollo, “siete años más tarde, la imposibilidad de concluir una ronda de desarrollo constituye el mayor desfase de ejecución en el ámbito del comercio y, probablemente, del objetivo de desarrollo del Milenio 8”.
Sostenibilidad de la deuda. A junio de 2008, sólo 23 de los 41 países pobres muy endeudados (PPME) habían alcanzado su punto de culminación respecto a la Iniciativa Ampliada en favor de los países pobres muy endeudados. Esta medida trata de ofrecer un alivio de la deuda y establecer condiciones para la cancelación de la misma. Del resto de países, diez se encuentran en situación intermedia y otros ocho podrían reunir los requisitos para acogerse a la iniciativa.
Acceso a medicamentos esenciales a precios asequibles. El objetivo se centra en el acceso a medicamentos y tratamientos para la lucha contra el VIH/Sida, la malaria y la tuberculosis. Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que la disponibilidad de medicamentos esenciales en el sector público tan sólo cubre un tercio de las necesidades, mientras que los precios que algunas personas pagan por los medicamentos genéricos de más bajo precio “son entre 2,5 y 6,5 veces más caros que los precios internacionales de referencia en el sector público y el sector privado, respectivamente”.
Acceso a las nuevas tecnologías. Los grandes avances de la telefonía móvil no se han notado tanto en el acceso a Internet de banda ancha, que “resulta indispensable para aumentar la productividad, mantener el crecimiento económico y mejorar la prestación de servicios en sectores como el sanitario y el educativo”.