Imagen: Steven Groves
Algunas personas se sienten solas. Aisladas. Les cuesta relacionarse o, por diversas circunstancias como la migración, se han alejado de familiares y amigos. En algunos casos, han perdido incluso todo contacto con sus seres queridos y, para ellos, los fines de semana, los puentes, los festivos o las vacaciones son un suplicio. Demasiado tiempo libre sin saber con quién llenarlo.
El programa «Entre Amigos» pretende paliar, en la medida de lo posible, esta situación. Se trata de una iniciativa del Teléfono de la Esperanza dirigida a aquellas personas que se sienten «solas o incomunicadas» y desean relacionarse con otros. Integrarse en un grupo.
Mantener una conversación es una de las principales necesidades de quienes se sienten solos. Quieren escuchar y ser escuchados. Para ello, el programa recrea un ambiente acogedor y familiar que favorece el intercambio de experiencias. Los grupos se reúnen cada 15 días, dos sábados al mes, durante todo el año. «En estas reuniones, se crea un clima especialmente propicio para el diálogo, de manera que sea fácil introducir un tema interesante de conversación mientras se comparte un café», explican sus responsables.
En Navidad, cuando la soledad tiende a agudizarse, se amplía el número de encuentros
Hay música, baile y un ambiente distendido que facilita la relación. De hecho, en los centros del Teléfono de la Esperanza en los que se ha puesto en marcha el programa, cerca del 50% de los participantes son personas inmigrantes. Acuden allí en busca de compañía, sobre todo, en la época de Navidad. Estos días, cuando «el sentimiento de soledad e incomunicación tiende a agudizarse en muchas personas», se amplía el número de encuentros y se organizan más actividades. En concreto, el Teléfono de Madrid ha organizado para los días 24 y 31 de diciembre una cena a la que pueden acudir todas las personas interesadas. La reserva debe confirmarse mediante correo electrónico (madrid@telefonodelaesperanza.org) antes del 12 de diciembre.
Metodología
Entre los objetivos del programa, además de favorecer un espacio común de encuentro, convivencia y comunicación, destaca el interés por dotar a los participantes de habilidades sociales «para que aprendan a relacionarse por sí mismos». La metodología que se sigue es sencilla.
En cada encuentro, se trabajan unos temas y unos documentos de formación que propone un coordinador
Los grupos se reúnen con una periodicidad quincenal: el primero y tercer sábado de cada mes. Se forman tanto grupos pequeños como grandes para atender todos los intereses. Hay grupos fijos compuestos por personas que asisten habitualmente a todas las sesiones y otros abiertos, a los que se acude de manera ocasional.
En cada encuentro, se trabajan unos temas y unos documentos de formación, que varían según se trate de un grupo fijo o abierto. El coordinador se encarga de presentar a los asistentes, proponer los temas, generar confianza hacia el grupo e invitar a participar en él. Para facilitar el intercambio de opiniones, organiza grupos pequeños, de entre ocho y diez personas. Cada uno de ellos se reúne durante 90 minutos con un coordinador y dialoga sobre un tema de interés común. A continuación, una vez que concluye este trabajo, se comparten las ideas con el resto y la sesión termina con música y baile.
Imagen: Teléfono de la Esperanza
Existen muchas formas de soledad. La siente un inmigrante alejado de su familia, pareja e hijos. La siente una persona, mayor o joven, que vive sola. La siente alguien que se acaba de divorciar o quien ha perdido a un ser querido. La soledad no entiende de edad, posición social o económica. Hay quien está acompañado y se siente solo. “Muchas personas sufren por encontrarse depresivas, por ser introvertidas, cuidar de personas enfermas, haber pasado duelos recientes o cronificados… Son muchos los que desean encontrar un espacio donde poder aliviar sus preocupaciones”.
Los encuentros del programa “Entre amigos” reúnen a todos en un espacio común. Intentan frenar la soledad y ayudar a canalizar las frustraciones y preocupaciones. Desde el primer momento, se crea un clima cómodo para que los asistentes compartan sus experiencias. “Tratamos que sirvan de punto de partida para aprender a relacionarse”, destaca la entidad.