Las mujeres son una pieza clave para el desarrollo de los países pero, con frecuencia, son también las principales víctimas de conflictos armados, desigualdades y pobreza. Ellas se encargan de los hijos, las tareas del hogar, los cultivos o pequeños negocios familiares, la atención sanitaria de la comunidad, la alimentación y numerosas tareas que no siempre se recogen en las estadísticas oficiales. Con motivo del Día de la Madre, este artículo recoge ocho historias de mujeres asociadas al desarrollo y a la supervivencia. Ocho historias que los consumidores deben conocer y a las que pueden prestar apoyo.
Desde que nacen, las madres son esenciales en la vida de los hijos. Ellas les atienden en las primeras horas de vida, pero también durante su crecimiento y madurez. Las mujeres son piezas claves en las familias y esta posición les lleva a ser estratégicas en el propio desarrollo de los países. Representan hasta el 50% de la fuerza laboral agrícola en África, recuerda la ONG de Desarrollo InteRed, con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). «Ellas son las que alimentan a sus familias, cultivan, cosechan, pescan, cazan, llevan agua, leña, cocinan los alimentos…», subraya.
1. Organizaciones campesinas de mujeres
Si las mujeres tuvieran acceso a los recursos productivos, la producción agrícola podría aumentar de un 2,5% a un 4% en los países en desarrollo. Si además se convirtieran en líderes del desarrollo de sus comunidades y familias, incrementarían sus ingresos y, en consecuencia, mejorarían las condiciones de las familias. Para la ONG InteRed, las mujeres campesinas «contribuyen decisivamente a la promoción del desarrollo agrícola, a la mejora de la seguridad alimentaria y a la erradicación de la pobreza rural».
En la creencia de que las mujeres ayudarían a reducir el número de personas que padecen hambre en el mundo, InteRed impulsa la formación y liderazgo de mujeres campesinas de cuatro territorios del distrito de Kwilu, en la República Democrática del Congo. Fortalece sus capacidades en actividades agrícolas y no solo apoya a las cooperativas, sino también la comercialización de sus productos.
2. Mujeres que transforman el mundo
Intermón Oxfam pone rostro a la lucha y al coraje. Es el caso de Josefa Macz, una líder campesina de etnia maya q’eqchí. Representa a 769 familias de Guatemala que fueron expulsadas de sus casas y de sus tierras, «que perdieron su fuente de ingresos y de alimento» y por quienes pelea para que recuperen lo que les arrebataron. En Costa de Marfil, Olga Adou abanderó una cooperativa que cuenta ya con 300 miembros, 30 de ellos mujeres. Dedicada al cultivo de cacao, este se considera «un trabajo de hombres», de manera que las mujeres no acceden a las cooperativas y, por lo tanto, tampoco «a formación, fertilizantes o primas al final de la cosecha». Adou se esfuerza por conseguir que esto cambie.
Intermón Oxfam desarrolla programas de derechos de las mujeres en nueve países de África y América Latina, donde apoya a 267.124 personas. El 85% son mujeres. El fin es que las mujeres ganen poder sobre todos los aspectos de sus vidas, recalca.
3. Lactancia materna para reducir la mortalidad infantil
La lactancia materna tras el parto es fundamental. Hasta 95 bebés cada hora salvarían su vida si esta práctica se llevara a cabo. El calostro, la primera leche de la madre, fortalece el sistema inmunológico del bebé y triplica las posibilidades de supervivencia. Pero la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida divide entre 15 las posibilidades de morir a causa de enfermedades como la neumonía o la diarrea. Así se recoge en el informe ‘Superfood for Babies‘.
Save the Children trabaja para que las madres den a luz atendidas por personal sanitario cualificado, lo que favorece que alimenten a sus hijos con leche materna en la primera hora de vida. Las prácticas tradicionales, la escasez de personal sanitario y «técnicas de marketing poco apropiadas por parte de algunas compañías de sucedáneos de leche materna» han contribuido al estancamiento, incluso descenso, de las tasas globales de lactancia materna «en el Este de Asia y en algunos de los países más poblados de África», señala la ONG.
4. República Democrática del Congo, mujeres víctimas del conflicto armado
«Cerca del 70% de las mujeres de regiones del este de la República Democrática del Congo (RDC) han sido violadas». Es el dato escalofriante que resalta ACNUR. Siete de cada diez mujeres son forzadas o mutiladas sexualmente en «la capital mundial de las violaciones», como la definió la representante especial de las Naciones Unidas para la Violencia Sexual en Conflicto, Margot Wallström. En ocasiones, estas mujeres quedan embarazadas y requieren asistencia en el parto o, a consecuencia de la violación, les transmiten el VIH.
El Comité español de ACNUR ha iniciado una campaña para llevar ayuda de emergencia a las madres de la República Democrática del Congo: les presta asistencia médica, legal y económica para rehacer sus vidas. Esta iniciativa incluye su identificación legal en situaciones de desplazadas, refugiadas o retornadas, así como formación y orientación, entre otras cuestiones.
Por su parte, Farmamundi impulsa la formación de agentes comunitarios, la sensibilización acerca de la violencia sexual, la transmisión del VIH-sida y la salud reproductiva. En esta labor cuenta con la asociación FEPSI y, hasta enero de 2013, realizaron 1.056 actividades de sensibilización sobre los modos de transmisión y prevención del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), así como cuidados básicos de las personas afectadas, además de atención de urgencia a víctimas de violencia sexual.
5. Club de Madres en Bolivia
En cuatro años, Loma Alta no ha registrado ningún caso de mortalidad materna. Esta «comunidad remota de la Amazonía boliviana» da prioridad a la salud y destina el principal gasto del municipio a este fin. No es casual. «La desnutrición y enfermedades como la malaria, el dengue, la leishmaniosis o la diarrea presentan unos índices más altos en esta región que en el resto del país», señala UNICEF. Para combatir esta realidad, dos asociaciones de mujeres han creado un Club de Madres con 40 afiliadas.
UNICEF capacita en derechos a estas mujeres, trabaja con las autoridades, forma y prepara a personal sanitario y ayuda en el empoderamiento de las comunidades. En el departamento de Oruro, en el oeste de Bolivia, facilita la convivencia de la medicina tradicional con la «occidental» y fomenta el intercambio de saberes para eliminar reticencias y motivar a los ciudadanos a acercarse a los centros de salud.
6. Madres que combaten la malaria y la desnutrición en Níger
En Sahel, las madres dan alimentos terapéuticos a los niños en casa, lo que permite liberar personal médico y atender más casos de malaria
La época de escasez en Sahel se extiende de octubre a abril. Durante estos meses, las familias subsisten con los cultivos que cosechan durante la temporada de lluvias, de mayo a septiembre. Una mala temporada de lluvias conlleva cultivos insuficientes y provoca hambrunas. Fue lo que ocurrió en Níger en 2005. La crisis nutricional registrada entonces animó al Gobierno del país a poner en marcha un protocolo «basado en un modelo de atención domiciliaria con alimentos terapéuticos listos para usar», explica Médicos Sin Fronteras. Las propias madres dan estos alimentos a los niños en casa, donde se atienden los casos de desnutrición para permitir «liberar camas de hospital y personal médico».
Y es que en la época de escasez no solo aumentan los casos de desnutrición, sino que los contagios por malaria se disparan y todos los recursos son pocos. Así ocurrirá de nuevo en Níger. Durante este año, Médicos Sin Fronteras incrementará sus actividades para mejorar la prevención de la malaria. Explica que formará a profesionales sanitarios y a los líderes comunitarios «sobre cómo detectar y tratar la malaria», a la vez que distribuirá mosquiteras, terapias adecuadas en los centros de salud y atención a domicilio.
7. Igualdad de oportunidades
Mujeres que son víctimas de la violencia y la explotación económica, privadas de libertad, sin capacidad para tomar decisiones o ser titular de los mismos bienes que los hombres. Estos son los motivos por los que lucha Manos Unidas para darles voz y acabar con las desigualdades. A través de la educación, quiere mejorar su situación frente a los hombres, para que «afronten su vida en pie de igualdad».
Manos Unidas se centra durante todo este año en sensibilizar sobre la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. La campaña «No hay justicia sin igualdad» promociona además la autonomía de la mujer, el desarrollo integral de todas las personas y sus derechos.
8. Un regalo especial para el Día de la Madre
Las madres representan el futuro, pero necesitan atención en el presente. Por ello, el octavo de los relatos lo podemos escribir entre todos. Con motivo del Día de la Madre, algunas ONG desarrollan campañas específicas, como la venta de regalos solidarios. World Vision ayudará a las madres de Bolivia, Malí, Ghana y Zimbabue. Para ese día, ha puesto a la venta varios regalos que entregará a las madres de estos países, mientras que las madres españolas en nombre de quienes se realicen las entregas recibirán una tarjeta de felicitación, junto con la explicación del proyecto en el que tomen parte. Para las madres embarazadas se reserva «Mi primera donación», una donación a nombre de un bebé o recién nacido.
Misiones Salesianas prevé captar recursos para destinarlos a la alfabetización y educación de las madres. Todavía 500 millones de mujeres no saben leer ni escribir y 65 millones de niñas no van a la escuela. La educación es fundamental para evitar el avance del sida y la discriminación de género, ya que «una mujer informada es una mujer prevenida», que conoce además sus derechos y libertades.