España ocupa el puesto 14 en cuanto a niveles de alfabetización mediática. Un estudio reciente encargado por la Comisión Europea (CE), que ha contado con la participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), sitúa a nuestro país por debajo de la media europea y detecta que los españoles se mueven con dificultad en el universo de las tecnologías de la comunicación. No encuentran un contexto adecuado que favorezca su sentido crítico, mantiene el trabajo.
Entre los 27 países analizados, España se sitúa a mucha distancia de los más avanzados, como Finlandia, Dinamarca, Holanda, Reino Unido, Francia, Suecia, Luxemburgo, Austria, Irlanda, Bélgica, Estonia y Alemania. Además nuestro país apenas aventaja a buena parte los países del Este, Grecia y Portugal.
El nivel de alfabetización mediática mide la capacidad de los ciudadanos para utilizar las tecnologías y medios de comunicación e información, así como su capacidad crítica ante los contenidos mediáticos. Este indicador presta especial atención al sentido crítico de los ciudadanos ante los mensajes persuasivos de la publicidad y de la información comercial, así como a su habilidad para acceder a un uso provechoso y seguro de Internet.
El estudio, titulado «Asessment Criteria for Media Literacy Levels» (Criterios de Evaluación de los Niveles en Alfabetización Mediática), está destinado a proveer a la CE de los criterios que permitirán evaluar de forma regular el grado de alfabetización mediática de los ciudadanos de los Estados miembros. También pretende facilitar el cumplimiento de las indicaciones de la Directiva de Servicio de Medios de Comunicación Audiovisual1 que rige ya en toda Europa.
Este informe asegura que los bajos niveles de alfabetización mediática son una barrera importante para el desarrollo económico y cultural y revelan un bajo nivel de autonomía personal en el contexto de la nueva sociedad del conocimiento. En cambio, el desarrollo de la alfabetización mediática favorece la innovación económica y social y asegura una buena integración del país en el contexto de la globalización.
Como propuestas para estimular la alfabetización mediática, el estudio propone desarrollar más y mejores esfuerzos en el campo de la política educativa y en la innovación curricular, así como en el esfuerzo dedicado por la industria mediática, los servicios públicos audiovisuales y las familias. Por su parte, los gobiernos deberían dedicar mayor atención a desarrollar el sentido crítico de sus ciudadanos para profundizar y mejorar la ciudadanía activa y la democracia participativa.