La energía solar es una alternativa clara a otras fuentes de alimentación, sobre todo en países como el nuestro, donde es habitual que el cielo luzca despejado y soleado en la mayor parte del territorio. España cuenta con el clima idóneo para el desarrollo y consumo de dispositivos de carga solar. Además, es uno de los países donde más se utiliza el smartphone y muchos de sus habitantes llegan a la noche con la batería del móvil agotada. Por todo ello, las baterías adicionales externas resultan un dispositivo estupendo en cuanto a consumo y negocio. Estos productos han mejorado mucho su diseño y prestaciones y se llevan con facilidad en el bolso o en un bolsillo. A continuación se describe la oferta que puede encontrarse en este sentido.
Baterías portables con carga solar
Las pilas externas de batería para el móvil se imponen por su alta portabilidad y porque ofrecen una carga adicional equivalente casi a un día más de consumo intensivo. No son la solución perfecta, que sí lo serían con mayor autonomía, pero salvan muchas situaciones y no implican grandes incomodidades. Ahora llegan las pilas externas con carga solar que permiten llenar la batería, mientras que uno de sus lados, que incluye una placa fotovoltaica, se deja expuesto al sol. Algunas presentan, además, la posibilidad de realizar la carga también en el tendido eléctrico.
Para quien no quiere depender de enchufes para asegurarse una carga extra en el smartphone o tableta están estas baterías pensadas para llevar siempre encima y recargar dejándolas al sol durante el día. Sus precios resultan bastante asequibles e incluso hay prototipos en forma de brazalete, de modo que se puedan llevar cuando se hace deporte, por ejemplo.
Otros cargadores solares no destacan tanto por las dimensiones como por el peso. Es el caso del RAVPower RP-SC02, un dispositivo ligero del tamaño aproximado de un folio que va plegado en capas y pesa 600 gramos. Se puede llevar en una mochila colgado, de modo que se despliega y muestra al sol sus placas fotovoltaicas. Está diseñado para la carga de ordenadores en actividades de campo, pero también admite cargar todo tipo de dispositivos con adaptadores. Su coste en Amazon es de 52 euros.
Un objeto más urbano es el cargador solar Anself de 10.000 miliamperios (mAh), que luce un marco rojo intenso y tiene unas dimensiones algo menores que las del modelo anterior con un peso muy inferior (solo 180 gramos), lo que lo hace altamente portable. La idea es que se pueda dejar al sol sobre cualquier superficie sin que rompa con la estética del entorno. Va acompañado de todo tipo de adaptadores para las diferentes marcas de smartphones y tabletas. Su precio no alcanza los 30 euros.
SODIAL Dual Power se llama otro modelo de panel solar para cargar dispositivos, pero con un importe inferior: 16 euros en Amazon.
De nuevo para actividades de campo y deportes que implican ciertos riesgos para los objetos tecnológicos, hay cargadores externos solares adaptados a todo tipo de condiciones, y por lo tanto también a la inmersión en agua, gracias a que cuentan con una capa de protección de caucho impermeable. En esta línea están el modelo DiazuL Waterproof, que ofrece 5.000 mAh de carga adicional y vale 19 euros, y el VicTsing, muy similar al anterior pero con la carcasa de caucho verde y que cuesta 18 euros. El tamaño de ambos supone la mitad de superficie de un folio con apenas un centímetro y medio de grosor.
La lámina fotovoltaica de Textil Energy se puede colocar en los techos y paredes de bares, cafés o paradas de autobuses pasando desapercibida
Tal es la potencia del sol en nuestro país que una empresa valenciana de ingeniería llamada Textil Energy ha inventado una lámina fotovoltaica que se puede colocar en los techos y paredes de bares, cafés, paradas de autobuses, etc. y que contiene diversos formatos de clavijas de carga para que los usuarios que quieran puedan recargar ahí el móvil.
La idea es que la lámina, de unos 20 vatios, con salida a cinco voltios, se pueda poner en cualquier lugar sin llamar la atención. Así, podría instalarse en la sombrilla de la terraza de un bar, donde apenas se detectaría una vez colocada, y cuando se plegara la sombrilla, se adaptaría también y quedaría por completo integrada; del palo de la sombrilla saldrían las clavijas para la carga. Textil Energy pretende que estos dispositivos sean un valor añadido para captar clientes.