A la tendencia de los teléfonos celulares a adoptar funciones que antes sólo podía hacer un ordenador se suma ahora el campo del ocio. Si ya se podía, desde hace algunos años, reproducir determinados videojuegos en la pantalla del móvil, pronto será posible sintonizar programas de televisión y verlos en la parada del autobús, en el tren o en cualquier sitio donde el usuario pueda conectarse con su teléfono a la Red.
No sirve cualquier móvil
Antes que nada hay que dejar claro que sólo los aparatos de tercera generación del tipo ‘smartphone’ (capaces conectarse a Internet) permitirán ver televisión en directo en un terminal celular. El motivo de esta limitación es que la señal de televisión para móviles aprovecha Internet para viajar desde el centro emisor al aparato. El sistema de transmisión de datos se basa en el canal IP (el mismo que se utiliza para hablar de ordenador a ordenador a través de la Red) y se conoce como IP Datacast. Por el canal IP se envían datos codificados que luego el terminal descodificará y convertirá en imágenes.
Además, el aparato deberá contar con un dispositivo que le permita captar la señal digital de televisión, almacenarla, descodificarla e irla reproduciendo como imágenes en base a la tecnología conocida como ‘streaming’ (corriente). Por el momento, Nokia es el fabricante de móviles más avanzado en la tecnología para ver televisión (en directo y siempre en ‘streaming’ de modo que el usuario no puede bajarse los programas al móvil). Desde 2003, la empresa finlandesa ha ido innovando en este campo con diferentes modelos experimentales.
Inicialmente fabricó el Nokia 7700, un prototipo que tenía el aspecto de una consola de videojuegos y la posibilidad de integrar un dispositivo periférico conocido como ‘Nokia Streamer’, que era un receptor capaz de descodificar y reproducir datos llegados por IP Datacast y que se ajustaba al teléfono como si fuese una batería. El modelo no llego a ser comercializado. Finalmente fue el Nokia 7710 el que lo sustituyó en el mercado. Se trata de una versión mejorada que se puede adquirir actualmente por menos de 400 euros.
Sin embargo, ha habido que esperar a la llegaba del Nokia N92 para tener un aparato funcional y cómodo. El N92 lleva integrado en el núcleo del aparato el ‘Nokia Streamer’, de modo que la sintonización y visualización es automática. Su precio es de 400 euros.
¿Cómo llega la señal de televisión al móvil?
Para que una señal de televisión digital pueda viajar desde el foco emisor hasta el monitor que la reproducirá, en la sala de un domicilio por ejemplo, se creó en su día consorcio de empresas de telecomunicaciones conocido como DVB (‘Digital Video Broadcasting’). Estas empresas fueron las encargadas de desarrollar la red de emisión y su códigos, que tanto los fabricantes de televisores como las cadenas de televisión debieron adoptar. Sólo así se pudo crear un estándar que permitiera que cualquier usuario, desde cualquier monitor, pudiera ver cualquier cadena que se hubiera acogido al DVB.
Con la televisión para móviles sucede lo mismo. Ha sido necesario crear un nuevo estándar, en base al DVB, conocido como DVB-H (Digital video Broadcast Handheld) que permita que la señal llegue a cualquier dispositivo portátil. Para ello se quiere aprovechar la red de coberturas territoriales de las operadoras de móvil como medio de transmisión de datos. DVB-H resulta una combinación de la tecnología GSM (que capta la señal y la repite mediante las antenas de los tejados) y las redes WiFi de Internet.
El consorcio DVB-H agrupa a más de 206 cadenas de TV, fabricantes de celulares y operadores de telefonía móvil y cuenta con presencia en más de 35 países de Europa, América y Asia. Sin embargo, el desarrollo de la red de emisión es todavía muy precario si se exceptúa Estados Unidos, donde el operador MobiTv ofrece programas de las principales cadenas norteamericanas desde 2003.
En el caso de España, las primeras pruebas de emisión televisiva para móviles comenzaron con una experiencia piloto en marzo de este año en Barcelona, donde se creó un embrión de lo que deberá ser la red DVB-H nacional. Desde hace pocas semanas, medio millar de usuarios de Madrid y Barcelona están utilizando el servicio para probar su buen funcionamiento y el de la red que se está desarrollando. En el proyecto participan Movistar, la compañía de telecomunicaciones Albertis y las principales cadenas de televisión del país.
Se prevé que la DVB-H española será funcional en otoño del año que viene y entonces se sabrá lo que podrá costar conectarse a ella. Hasta entonces, el usuario que compre un móvil con capacidad para ver televisión, deberá cruzar los Pirineos para constatar que, efectivamente, el aparato cumple con las especificaciones.