Desde que comenzó a hablarse del desembarco de la televisión de alta definición (HDTV) en los hogares, nada ha sido lo mismo para el disco DVD. Este soporte para almacenar datos e imágenes funciona a las mil maravillas con los monitores de toda la vida, capaces de reproducir la señal de televisión analógica en 625 líneas. El DVD tiene 720 líneas de resolución.
Pero sus virtudes se quedan excesivamente cortas en una tecnología que puede definir la imagen hasta en 1.080 líneas verticales, por lo que demanda una mayor cantidad de información en el disco. Utilizando un símil prosaico, se diría que ver un DVD en un monitor de alta definición es como conducir un Seat 600 por una autopista de pago.
La industria del entretenimiento lleva años preparando la retirada del DVD del mercado
Es por ello que la industria del entretenimiento lleva años preparando la retirada del DVD del mercado para sustituirlo por nuevos soportes con más capacidad de almacenamiento de datos y, por lo tanto, que respondan con más eficiencia a las demandas de alta definición de las nuevas pantallas de televisión. El resultado han sido los nuevos discos ópticos Blu-ray y HD-DVD, creados por dos consorcios diferentes.
Mientras un DVD puede guardar 4,7 Gigabytes en los discos de una capa y 9,4 Gigabytes en los de dos, el HD-DVD puede almacenar 15 Gigabytes y 45 Gigabytes respectivamente. Por su parte, el Blu-ray tiene capacidad para almacenar 25 Gigabytes de datos en una capa y 50 Gigabytes en doble capa. El equivalente serían 30 episodios de Sexo en Nueva York grabados con calidad normal. En alta definición, la capacidad de grabación se reduciría a unas pocas horas.
BD+: contra la copia y contra los reproductores
Sin embargo, y a pesar de que tanto la tecnología Blu-ray como la HD-DVD permiten fabricar discos para grabar datos, llama la atención el ahínco que han puesto sus fabricantes (entre los que se encuentran los grandes estudios de la industria del cine) en diseñar sistemas anticopia que eviten que los contenidos comprados o alquilados puedan ser grabados por aparatos diseñados para ello.
Esto no es algo nuevo, ya que en los DVD se utiliza un sistema conocido como CSS (‘Content Scrambling System’) para evitar la copia. Pero la experiencia ha demostrado que este sistema no es difícil de sortear por los usuarios, que han conseguido grabar los contenidos de los DVD protegidos sin demasiados problemas. Los nuevos soportes han dado un paso más allá en la protección de los contenidos con el sistema AACS (Advanced Access Content System), muy parecido al CSS.
Blu-ray incorporará una ‘lista negra de grabadores-reproductores’ a los que no se permitirá reproducir los discos de esta tecnología
Además, Blu-ray incorporará una ‘lista negra de grabadores-reproductores’ a los que no se permitirá reproducir los discos de esta tecnología. La protección anticopia funcionará por un sistema de claves, conocido como BD+, que los distribuidores de contenidos asignarán a cada grabador. Cada clave cifrada protegerá los contenidos frente a la acción de un determinado modelo, de modo que para poder copiar un contenido comprado o alquilado con un grabador concreto habrá que descifrar dicha clave.
La razón por la que los fabricantes de Blu-ray han decidido asignar una clave a cada modelo es que así les resultará más fácil identificar qué claves han sido descifradas por los usuarios, y por lo tanto qué grabadores pueden copiar los contenidos protegidos. El castigo consistirá en que, a partir de entonces, los nuevos títulos que la industria lance en soporte Blu-ray serán incompatibles con los ‘grabadores rebeldes’.
Es decir: aquellos modelos de grabadores-reproductores cuyas claves hayan sido descifradas quedarán inhabilitados para su uso (que es reproducir discos, películas y videojuegos), de modo que cientos de miles usuarios que jamás han tenido intención de copiar archivos protegidos podrían verse afectados por la medida.
Desde páginas especializadas en formatos ópticos, como Cdfreacks, se expone con mucha claridad el problema que puede generar BD+: «Gracias al poder disuasorio de las claves, posiblemente este sistema hará descender de forma masiva la piratería, pero a la vez creará un serio problema a los usuarios honestos». En los foros de la Red donde se debate el tema se apunta que si el sistema se aplica con total rigidez, en pocos meses todos los reproductores quedarán inhabilitados, con lo que Blu-ray se suicidaría comercialmente.
Cientos de miles usuarios que jamás han tenido intención de copiar archivos protegidos podrían verse afectados por las medidas anticopia
Aunque el sistema de claves está pensado principalmente para luchar contra los reproductores industriales, que se suelen usar en la piratería masiva, también afectará al reproductor doméstico que hace las copias de una en una. Sin embargo, muchos analistas piensan que Blu-ray será flexible y benevolente con los grabadores individuales, ya que el objetivo es exclusivamente luchar con eficiencia contra las mafias que explotan la copia ilegal.
Para evitar la copia individual, Blu-ray ha diseñado sistemas menos agresivos que dificultan la misma mucho más de lo que sucedía con el DVD. El consorcio que ampara este soporte ha desarrollado el sistema ‘Rom Mark’, una marca de aguas que permite seguir el rastro a contenido que ha sido grabado ilegalmente.
SPDG, otra medida polémica
Además de los sistemas AACS, BD+ y Rom Mark, Blu-ray incorporará el ‘Self-Protecting Digital Content’ (SPDG). Se trata de un programa que plantará un pequeño sistema operativo en el lector del aparato reproductor y evitará que los grabadores puedan copiar las películas que están leyendo. Según sus responsables, el SPDG ofrece seguridad añadida en caso de que el sistema de protección AACS sea superado por los grabadores.
Algunos expertos en seguridad han advertido de que el SPDG puede poner a los ordenadores en grave peligro frente a ataques informáticos
Sin embargo, algunos programadores y expertos en seguridad ya han advertido de que el SPDG no sólo supone una vulneración de dudosa legalidad del software de los reproductores, sino que además puede ponerlos en grave peligro frente a ataques informáticos al introducir un programa ajeno en el aparato.
Los más alarmistas aseguran que lo más probable es que en pocos días empiecen a infectarse con virus informáticos los discos duros de los grabadores que reproduzcan Blu-ray, ya que sus sistemas operativos son muy sensibles a los ataques. Mark Knox, consejero de Hitachi (empresa integrada en el consorcio que fabricará HD-DVD, su competidor más directo), ha utilizado una metáfora ocurrente para definir las consecuencias de lo que considera una imprudencia por parte de los desarrolladores de Blu-ray: «En un enloquecido intento de cerrar bien la puerta han abierto de golpe todas las ventanas».