Los trucos para conseguir que las fotos hechas con el móvil queden perfectas van desde respetar la regla de los tercios hasta cuidar el enfoque. A pesar de realizarlas con el teléfono, los resultados pueden ser muy buenos si se tienen en cuenta ciertos aspectos como los que se detallan en este artículo.
La mejor cámara, la que se lleva encima
Cada vez es más difícil ver a turistas haciendo fotos con cámaras. La mayoría de ellos opta por usar el móvil. El resultado puede no ser tan bueno como el de una cámara réflex de gama alta, pero si lo único que se busca es tener una foto de recuerdo de un viaje, un smartphone de última generación puede dar la misma calidad que una cámara compacta. De hecho, este tipo de cámaras de lente fija son las que más están acusando la invasión de teléfonos con cámara, con un descenso del 28% en sus ventas en enero de 2016, con respecto a enero del año pasado. Los otros tipos de cámara, aunque en menor medida, también se han visto afectados. En parte tiene su lógica, porque, a menos que uno sea un fotógrafo profesional o alguien para quien la fotografía es más que una simple afición, resulta mucho más práctico y cómodo llevar el móvil para tomar instantáneas que ir a todas partes cargando con una pesada DSLR. Eso, por supuesto, no quiere decir que haya que hacer las imágenes de cualquier manera.
Hay quien dice que la mejor cámara no es la que tiene mejores características técnicas, un sensor de mayor tamaño o un gran número de píxeles… sino tan solo la que siempre se lleva encima. En ese caso, el móvil sería casi siempre la mejor cámara, porque por lo general siempre se tiene a mano. Nunca se sabe cuándo puede surgir el momento perfecto para hacer una buena foto. Además, la mayoría de los smartphones vienen equipados con una cámara que, en buenas condiciones de luz, da resultados más que satisfactorios.
Pero siempre se pueden poner en práctica ciertas pautas para capturar todavía mejores imágenes, y suplir las posibles carencias técnicas del móvil con un poco de creatividad y una dosis de imaginación.
Diez consejos para mejorar las fotos hechas con el móvil
- 1. Cuidar el enfoque. Las prisas son malas consejeras y, a veces, por querer apretar el botón demasiado pronto y capturar el momento, la foto sale borrosa y se pierde la oportunidad. Vale la pena perder unos segundos en enfocar bien la imagen y asegurarse de que el protagonista de la instantánea está perfectamente nítido antes de disparar.
- 2. El encuadre importa. Otra víctima de las prisas es el encuadre. Uno quiere hacer la foto rápido para no perder la oportunidad, no presta demasiada atención y, sin querer, se cortan cabezas, manos, pies… por no hablar de los dedos en medio del objetivo. Y no se trata solo de mantener la integridad del sujeto, sino de cuidar la relación de éste con el entorno. Es decir, si se hace una instantánea de alguien caminando, es importante dejarle espacio por delante para dar sensación de movimiento.
- 3. Regla de los tercios. Relacionado con el encuadre y la composición, también conviene tener en cuenta la llamada regla de los tercios. Para ello, se puede probar a dividir mentalmente la pantalla con líneas y colocar los puntos de interés de la imagen en la zona donde esas líneas se cruzan. Muchos móviles hoy en día permiten colocar una cuadrícula sobre la pantalla para ayudar en este aspecto.
- 4. ¿Zoom digital? Mejor acercarse. Mientras el zoom óptico deja acercarse al objeto que se quiere fotografiar sin perder calidad gracias al ajuste de las lentes, en el caso de los smartphones es un zoom digital que lo único que hace es recortar la imagen. Mejor prescindir de él y probar a acercarse al sujeto, siempre que sea posible; no solo se obtendrá una foto de mayor calidad, sino que es probable que también se pueda encontrar un ángulo más original.
- 5. Evitar el flash. A no ser que el protagonista de la instantánea esté muy cerca, el flash de los móviles resulta bastante inútil. Además, si es un retrato, es mejor usar luz indirecta (como la de un día nublado o en una zona de sombra), antes que la luz demasiado dura del sol o del propio flash. En resumen, el flash del teléfono no es necesario en la gran mayoría de las ocasiones.
- 6. Las fotos, siempre procesadas. Por muy bien que haya salido una instantánea, esta siempre puede beneficiarse de unos pequeños retoques. Un trabajo rápido de edición ajustando brillo, contraste, color y otros valores o recortando la imagen para encontrar un encuadre más original puede convertir una fotografía ya de por sí buena en algo extraordinario.
- 7. No abusar de los filtros. Igual que un procesado sencillo puede sentar muy bien a una imagen, tampoco conviene pasarse al extremo opuesto. Con el auge de aplicaciones de edición como Instagram, a menudo se usan filtros y efectos especiales en exceso, y el resultado final queda sobrecargado. Mejor es un acabado sutil y delicado.
- 8. No limitarse a la cámara del móvil. La mayoría de los usuarios emplean la aplicación de cámara que viene integrada en el smartphone, pero existen otras apps alternativas con las que se pueden obtener resultados más atractivos. No hay más que visitar la tienda de aplicaciones del teléfono y probar a descargar algunas, como Camera+ o Manual para iPhone y Camera ZOOM FX o Camera360 Último para Android.
- 9. Usar la cámara trasera. Con el auge de los selfies, la cámara delantera con la que vienen equipados la mayoría de móviles ha tomado una gran trascendencia. Por eso, muchos fabricantes han mejorado sus características técnicas, a sabiendas de que ahora las utiliza mucha gente. Aun así, siempre es más recomendable recurrir a la cámara trasera, puesto que por lo general tiene mejor óptica y más megapíxeles.
- 10. No hacer las mismas fotos. Amaneceres, platos de comida, cafés, pies en la playa, gatitos, bebés… Muchos acaban tomando instantáneas muy parecidas. El último consejo de esta lista es, por tanto, intentar ser más creativos: buscar un ángulo diferente, ofrecer otra mirada, etc. Aunque se esté en París, Londres o Nueva York, se pueden realizar las típicas imágenes de la Torre Eiffel, el Big Ben o el Empire State Building… pero de otra forma.
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