La sindicación de contenidos permite que, mediante un programa informático adecuado, los lectores puedan estar al tanto de cuándo se actualiza una página web, sin la necesitad de entrar en ella cada día. Ahora, algunos de estos programas lectores (que utilizan la tecnología RSS) incluyen la posibilidad de recibir periódicamente archivos de audio (podcast), grabados por cualquier internatuta convertido en locutor, y escucharlos en el propio ordenador o en un reproductor digital de música portátil, como el iPod o cualquier reproductor de MP3. A este nuevo sistema se le llama podcasting, y mediante él, un usuario se puede suscribir a programas de radio sobre noticias, música o humor hechos por profesionales o aficionados.
Todos locutores
Una vez más, Internet pone al alcance de cualquier ciudadano lo que antes le estaba vetado; mediante una sencilla aplicación puede hacerse escuchar por una audiencia (potencial) planetaria. La combinación del RSS (sistema para distribuir o ‘sindicar’ la información en Internet) con los archivos de audio o, de otra forma, la unión de weblogs y los reproductores de MP3, han dado lugar al podcasting.
El podcasting, mezcla de iPod (el popular reproductor de música de Apple) y broadcasting (retransmisión), se refiere a la “gente que publica resúmenes de temas hablados en la ‘blogosfera’ [conjunto o comunidad de weblogs], los cuales se pueden descargar de forma automática con un programa y meterlos directamente en un iPod o similar”, según sintetiza Diego Martín Lafuente en Mind.net. Aunque no es necesario utilizar un iPod: cualquier reproductor de MP3 es válido.
¿Qué es ‘podcast’?
Un podcast es un archivo de audio, normalmente un MP3, que se distribuye automáticamente mediante RSS. Su contenido es variado, aunque priman los temas relacionados con la tecnología, y el locutor (podcaster) suele ser el editor de un weblog. Es decir, mediante el podcasting se graban archivos que se ponen a disposición del público, que puede suscribirse y descargar las locuciones automáticamente mediante un programa lector, para escucharlas después en un reproductor portátil o en el propio ordenador.
RSS es un estándar empleado por infinidad de publicaciones online (como CONSUMER EROSKI), especialmente weblogs, para distribuir titulares, resúmenes y enlaces o textos completos. El usuario puede suscribirse a los sitios de su interés para conocer cuándo hay nuevos contenidos, sin tener que abrir el navegador ni visitar sus páginas. Empleando el mismo sistema, el podcasting añade archivos de audio (algo así como un programa de radio enlatado) para crear una nueva versión de radio en Internet al alcance de cualquiera, como oyente o como locutor.
Una de las ventajas del podcasting es la de “poder escuchar muchas noticias mientras trabajas, resúmenes o charlas sobre un tema específico”, opina Martín Lafuente. “También algo bastante obvio es que expresándose con voz uno a veces tiene más posibilidades que escribiendo”, añade. Sea en el trabajo, en el metro o en la cama, el podcasting permite recibir (en lugar de buscar) los programas favoritos, para crear una ‘radio a la carta’, y escucharlos cuando se quiera. Pero quizá lo que más marca la diferencia respecto a las radios tradicionales, limitadas por el espectro disponible y la concesión de licencias, es que pone la emisión al alcance de todos.
El éxito del podcasting va íntimamente ligado al de los reproductores de música portátiles. Aunque en España el tema suena todavía un poco a chino, en Estados Unidos, de los 22 millones de adultos que poseen un reproductor portátil, el 29% (6 millones) asegura haber descargado en alguna ocasión un podcast, porcentaje que se acerca al 50% entre los menores de 29 años, según una encuesta de Pew Internet and American Life Project.
Paso a paso
Para crear o escuchar podcast hay que contar con un ordenador conectado a Internet, a ser posible por banda ancha. Después, el proceso es bastante sencillo…
¿Qué contiene un ‘podcast’?
Un podcast es un archivo de audio que puede contener música, voz o ambas cosas. Dado que cualquiera puede ser locutor, hay contenidos para todos los gustos, elaborados de muy diversas maneras: improvisados o con guión, una charla -sin más- sobre un tema específico o parecidos a un programa de radio, intercalando música y comentarios y hasta efectos de sonido. Los temas son también muy variados, desde tecnología a recetas, pasando por entretenimiento, política, educación, filosofía, religión…
La mala noticia es que, aunque hay miles de podcast en inglés, en español de momento sólo hay disponibles unas pocas decenas. Los podcast se componen de varios ‘episodios’, grabados con o sin periodicidad fija. En EEUU, ya hay algunas emisoras de radio que utilizan el podcasting para distribuir sus programas.
¿Cómo se escucha?
Es un archivo que se descarga de la Red para transferir a un reproductor de MP3 o escuchar en el ordenador. Aunque el término esté relacionado con el iPod, cualquier reproductor de MP3 sirve para escuchar podcasts. También hay páginas web, como podcast.net o Podcast Alley, que permiten escucharlos directamente (sin necesidad de descargarlos, mediante streaming). La gracia de este sistema no está en la descarga de archivos sueltos, sino en suscribirse a los podcast a través de un programa lector capaz de reconocer y descargar archivos de audio.
¿Dónde se encuentran los ‘podcasts’?
Topar con un weblog o emisora online que haga podcasting todavía es bastante difícil; lo mejor es acudir a un directorio donde descargar archivos o suscribirse a los favoritos. El directorio de podcast-es contiene poco más de 30 podcast en español y catalán (son tan pocos que todavía no da para agruparlos por temas), mientras que podcast.net tiene más de 3.000 en inglés (mayoritariamente) en 28 categorías. Otros directorios: iPodder.org, Podcasters.org, Podcast Alley y All Podcasts (buscador).
¿Puedo hacer un ‘podcast’?
Cualquiera puede grabar un podcast, basta tener tiempo libre y algo que contar. Es tan sencillo como grabar (la música, la voz…) con el micrófono y cualquier programa de edición de audio, convertir el archivo resultante a MP3 y subirlo a Internet con un programa de transferencia de archivos (FTP). Por supuesto, hace falta tener espacio en la Red donde alojar esos archivos. Algo más complicado es crear el archivo RSS para que cualquier usuario pueda recibir los programas (explicación completa en podcast-es e Informe Diario). Después habrá que darlo a conocer -lo normal es que forme parte de las entradas de un weblog-, para lo que se puede añadir a un directorio.
Programas para escuchar ‘podcast’
Los archivos RSS que contienen audio no son legibles por cualquier lector o agregador, hace falta que admitan los ‘enclosures’ o archivos adjuntos a los RSS. Los programas lectores que entienden los RSS que apuntan a un archivo de audio revisan la lista de suscripciones y automáticamente descargan todo el contenido nuevo. Después, hay quien sincroniza las descargas con el programa (iTunes, Windows Media Player, etc.) o reproductor portátil.
Algunos de los programas más utilizados en los distintos sistemas operativos:
- Windows: iPodder / jPodder / Sparks / Doppler radio / iPodder .net / PodFeeder / Nimiq
- Mac OS:iPodder /jPodder /iPodderX / Sparks
- Linux: jPodder / Sparks / BashPodder / get_enclosures / Liferea
- PDAs: Quick News (PalmOS) / iPodderSP (Pocket PC) / SmartFeed (MS SmartPhone) / iPodderSP (MS SmartPhone) / iPodder (vía ActiveSync para Pocket PC)
Otra forma de hacer radio
Los reproductores de música portátiles se venden como rosquillas a la par que amplían sus prestaciones. Sirven para almacenar y escuchar MP3, pero también han añadido funciones como la sintonización de radio (y emisión en FM), grabadora, álbum de fotos y, en fin, dada la capacidad de algunos de ellos, se han convertido en auténticos discos duros portátiles. Ahora se han convertido también en receptores de radio en formato podcast.
El podcasting, o la sindicación de contenidos de audio mediante RSS, supone un nuevo modo de hacer radio online. Las emisoras de Internet ofrecen su programación mediante streaming (se escuchan mientras se descarga el archivo), lo que, al margen de los problemas de incompatibilidad entre los distintos sistemas empleados, obliga coincidir en el tiempo con la emisión, al igual que en la radio tradicional. Para solventar este problema, algunas emisoras cuelgan archivos con programas pasados. En ambos casos hay que rastrear la Red en busca de la programación favorita, trabajo que en el podcasting queda en manos de los lectores de RSS. Basta suscribirse para recibir los contenidos deseados para escucharlos en cualquier parte en cualquier momento. Así, podemos suscribirnos a un programa semanal determinado, y tenerlo en nuestro reproductor listo para escucharlo cuando deseemos.
Pero además, al igual que hace Shotcast mediante streaming, cualquier internauta puede convertirse en disc-jockey o locutor. A la facilidad de distribución gracias al estándar RSS se une la posibilidad de clasificar las emisiones por temas, y conocer y descargar automáticamente todo el contenido nuevo de interés para el usuario. Asimismo, aunque en este sistema se manejan habitualmente archivos de audio en MP3 (también se emplea el formato libre ogg), es posible transmitir otros formatos, incluidos los de vídeo.
Tres sistemas distintos
El podcasting se diferencia del webcasting en el modo en que se transmite el contenido. Los webcasters (radios o cadenas de TV que emiten por Internet) utilizan el streaming para emitir desde una estación central, frente a la descarga automática del podcasting. Antes de la explosión del podcasting ya existían weblogs (audioblogs) que incluían contenidos de audio, publicados en ocasiones desde el móvil gracias a servicios como audioblog.com. El podcasting ha añadido la posibilidad de distribuir los contenidos de los audioblogs mediante RSS. También se utilizan programas como AutoCast para convertir en archivos MP3 los textos de los weblogs. Como quiera que todas las formas de distribuir el audio por Internet mezclan sus características, no hay una frontera clara que delimite cada sistema, y tampoco es muy necesaria, aunque hay quien ha intentado aclarar las diferencias.