Ha tardado pero, por fin, el servicio de almacenamiento y muestra de fotos en Internet Flickr se ha puesto al día en su aplicación para móviles, tanto para teléfonos con Android como para iPhone. Ha hecho falta para ello que entrara una nueva consejera delegada en Yahoo!, Marisa Mayer, procedente de la cúpula de Google, y reactivara el proyecto, que llevaba meses bloqueado. Como se explica a continuación, con la nueva aplicación, el servicio facilita mucho la carga de imágenes a la web del usuario, añade filtros y simplifica la navegación por las imágenes propias y su visión para los contactos. También potencia la edición desde el móvil, las valoraciones y los comentarios. El objetivo es destronar a Instagram.
Flickr perdió el trono de los álbumes on line, al surgir las redes sociales de compartición de fotografías desde el móvil
Flickr perdió el trono de los álbumes on line al surgir las redes sociales de compartición de fotografías desde el móvil, de las cuales Instagram es la más popular. Estas redes entendieron mejor la realidad del móvil, donde es importante la inmediatez y la capacidad de compartir por encima de la calidad de la imagen y el sentido artístico. A la perfección técnica de las fotos guardadas en Flickr, antepusieron filtros de color efectistas que tuvieron un gran éxito.
El «efecto Instagram» relegó a Flickr a una plataforma para especialistas y amantes de la fotografía a la que solo se accedía con comodidad desde un ordenador, pero que era casi inoperativa desde un teléfono móvil. El servicio perdió fluidez y visitas mientras Instagram se disparaba y, aunque siempre ha habido una aplicación móvil de Flickr, el proceso de subir una foto a uno de los álbumes del usuario era farragoso y lento.
Descontento con Instagram
En los últimos tiempos la plataforma Flickr, propiedad de Yahoo!, languidecía y parecía destinada al desguace, pero determinados acontecimientos la han puesto de nuevo en la primera línea de las aplicaciones fotográficas.
Por un lado, la compra de Instagram por parte de Facebook y su posterior cambio de normas de uso de la aplicación molestaron a sus usuarios y provocaron una bajada en la frecuencia de uso, así como un número significativo de abandonos. Instagram pasó a percibirse como un modo de obtener beneficio del trabajo de los usuarios, en lugar de una plataforma divertida y artística.
Muchos usuarios comenzaron a preocuparse por el destino final de las fotos que compartían en Instagram
Al mismo tiempo, muchos usuarios comenzaron a preocuparse por el destino final de las fotos que compartían en Instagram. Se capturaban, se retocaban y se enviaban a un lugar en la «nube» donde estaban accesibles a los contactos. También quedaba una copia en el móvil, pero no había un sitio web donde almacenarlas para conservarlas.
Ahora, aunque ya se puede acceder desde un ordenador al sitio web personal de Instagram del usuario, las imágenes son de calidad bastante limitada. Nació algún servicio para este cometido, pero con éxito relativo, sobre todo porque la definición de las fotos recuperadas era muy baja y no lucían en una pantalla grande. De repente Flickr, con sus imágenes de calidad, se hizo objeto de la nostalgia.
En la nueva aplicación de Flickr, lo mejor de ambos mundos
Todos estos acontecimientos precipitaron la salida entre octubre y diciembre de 2012 de la nueva aplicación de Flickr para móviles, que aúna lo mejor de ambos mundos. Permite capturar con facilidad una foto desde el móvil, editarla con un programa sencillo, aplicarle filtros y enviarla al sitio web de Flickr del usuario para que quede allí almacenada con una calidad aceptable.
A la vez, estará visible para los contactos, tanto desde su web como desde su aplicación para móviles, de inmediato y podrán comentarla y valorarla, al igual que se hace en Instagram.
Una nueva aplicación adaptada a pantallas táctiles
La aplicación está pensada para que sea muy sencillo e intuitivo utilizarla desde un móvil con pantalla táctil, aunque no está disponible para tabletas por el momento.
Los módulos de cada sección son botones cuadrados situados en el margen inferior de la pantalla. Con solo pulsar sobre ellos se accede a cinco opciones principales: la actividad de los contactos y de los grupos a los que se está suscrito; las imágenes geolocalizadas por usuarios en el área cercana al lugar donde se encuentra la persona; la función de capturar una imagen o bien escogerla de las guardadas en el móvil, para subirla al álbum web del usuario; los álbumes personales; y, al final, un cajón de sastre de diversas funciones.
La aplicación ofrece un buscador de amigos a través de Facebook y Twitter, así como en los contactos del teléfono
En este último apartado se hallan: las opciones de configuración del servicio; un buscador de amigos a través de Facebook y Twitter, así como en los contactos del teléfono; un buscador fotografías, un tutorial para dominar en pocos pasos la aplicación; y las condiciones de uso del servicio.
Por otro lado, mediante el acceso a los álbumes e imágenes del usuario, se pueden seleccionar las que se desee y editar sus condiciones de utilización al pulsar sobre el botón de información, en el ángulo superior izquierdo de la foto. Desde allí se podrá editar las condiciones de privacidad, seguridad o las licencias de la imagen, así como agregarla a un álbum o grupo determinado. Los cambios se reflejarán después en el sitio web del usuario.
Flickr permite subir las imágenes con diversa calidad al sitio web, pero por defecto asigna la calidad del original, la más alta. Esto puede suponer para algunos usuarios un gasto extra en su tarifa de datos, que les puede acarrear mayores costes o reducciones temporales del ancho de banda. Para evitar disgustos, se puede acceder a otras calidades de carga desde el apartado de configuración, así como indicar que solo se suban las fotos cuando se esté en conexión con una red wifi.
Otro apartado que conviene vigilar es el de la cesión de los datos de los contactos en la agenda del teléfono a Flickr para que busque en ella a posibles miembros del servicio con los que establecer relación. El problema de este apartado reside en que se ceden datos de otras personas a un tercer servicio que, aunque garantiza la privacidad de los mismos, no se sabe si puede cambiar sus normas en el futuro, tal como hizo Instagram.