«En España no existe burbuja inmobiliaria y no hay ningún indicador económico que permita aventurar que vaya a producirse». Este fue el diagnóstico que realizaron ayer en Barcelona las principales empresas inmobiliarias españolas. Eso sí, el «espectacular» encarecimiento de las viviendas en los últimos años se moderará en uno o dos ejercicios. Entre otras razones, explicaron, porque el incremento de los precios -en torno al 80% desde hace cinco años- resulta insostenible.
El sector mantendrá una fuerte actividad en los próximos años, coincidieron los responsables de Sacyr-Vallehermoso, Metrovacesa, Colonial, Sacresa y Necso, en la inauguración del salón Barcelona Meeting Point, un referente mundial en el campo inmobiliario. Sólo cabría temer un pinchazo -coincidieron- si se registrara una crisis económica de notables dimensiones, que destruyera empleos de forma masiva, y un fuerte repunte de los tipos de interés. «No parece que esos supuestos se vayan a dar», señalaron los ponentes.
Tipos de interés
De hecho, la fuerte demanda de viviendas, que presiona al alza los precios, está impulsada por los bajos tipos de interés, subrayó el consejero delegado de Colonial. Juan José Bruguera. «No pueden subir indefinidamente. En uno o dos años se frenará» su escalada, sostuvo el presidente de Sacyr-Vallehermoso, José Manuel Loureda.
Los responsables del sector negaron de forma tajante la existencia de una burbuja, pese al feroz encarecimiento de los pisos. Bruguera defendió que la burbuja es un concepto que define algo de lo que, tras estallar, no queda nada; mientras que el sector inmobiliario lo conforman «viviendas adquiridas por unas personas que tienen capacidad de endeudamiento» y de pagar los créditos que les han sido concedidos.