Seopan, la patronal de las grandes constructoras, prevé un frenazo en la demanda de pisos -debido al alza de tipos y al alto precio de la vivienda- que podría destruir 200.000 empleos directos e indirectos en 2008. En ese contexto, la organización reclama al Estado que acelere las inversiones comprometidas en el Plan de Infraestructuras (PEIT).
El presidente de la patronal, Enrique Aldama, que presentó los datos de 2006, se mostró pesimista sobre el futuro. «Si hay demanda nadie deja de construir, pero se ha detectado que lo que se vendía en dos días ahora tarda dos meses en salir al mercado», aseguró.
Aldama reclamó al Gobierno que «piense lo que hace, porque no veo ninguna actividad que pueda sustituir a la construcción, que crea un 25% del nuevo empleo y ha sido responsable del 30% del crecimiento del PIB en los últimos cinco años». Para evitar una crisis propuso «acelerar la producción de suelo y tratar con mimo al sector», al tiempo que recordó que «la compra es más barata que el alquiler».
El presidente de Seopan dijo además que el Código Técnico de la Edificación (cuya entrada en vigor el pasado octubre elevó de forma artificial la solicitud de visados en los meses precedentes) y la Ley del Suelo añaden incertidumbre al sector. Sobre esta última, exigió el carácter retroactivo en su parte dedicada a las expropiaciones de terrenos que puedan afectar al PEIT. Algo que, afirmó, si no se hace podría recortar «un 20% la capacidad de financiación» del plan por el sobrecoste en el pago a los propietarios de los terrenos que ocuparán después las infraestructuras.