En los últimos diez años se han construido en España el doble de viviendas de las necesarias, según reconoció ayer el presidente de la Comisión Técnica de la Asociación de Promotores y Constructores de España (Apce), Josep Donés i Barcons, quien afirmó que buena parte de ellas se compraron como fuente de inversión.
Durante unas jornadas para fomentar el alquiler, Donés manifestó que una parte importante de esas viviendas que no están en uso podría entrar en el mercado de arrendamiento siempre y cuando haya garantías. Las personas que las compraron lo hicieron porque «no había productos de inversión en el mercado que les aseguraran el poder adquisitivo de sus ahorros», declaró el promotor.
Respecto a los alquileres, el presidente de Apce comentó que las medidas de avales a los ciudadanos que decidan poner sus viviendas en alquiler promovidas por la Secretaría de Vivienda de la Generalitat y por el Gobierno central «están bien», aunque añadió que «hay una absoluta inseguridad ante los impagos» que requiere mayores salvaguardas.
Por otro lado, Donés señaló que a partir de mediados de febrero, la Generalitat de Cataluña y la Apce llegarán a un acuerdo para determinar qué hacer con los 8.000 pisos nuevos sin vender que tiene Barcelona. Esta cifra supone el 40,2% de los pisos o casas «que están en proceso de comercialización». Cabe la posibilidad de que este «stock» se recalifique como vivienda social a precio concertado, lo que permitiría a ciudadanos con ingresos superiores a los requeridos acceder a vivienda protegida.
Se calcula que en España hay ya un millón de casas a la venta. A modo de ejemplo, en Barcelona se encuentran 8.000 pisos nuevos sin vender
Según argumentó Donés, esta opción «beneficiará a ambas partes», promotores y compradores, puesto que se trata de inmuebles de «acceso directo» que ya han sido construidos, y adelantó que el precio por metro cuadrado que poseerá esta tipología de vivienda social se hará público de «manera inminente».
Oferta y demanda
La realidad muestra cierto desequilibrio entre la oferta de viviendas en venta y la demanda. Donés no cree que el cambio de coyuntura económica se traduzca en que «todo el mundo quiere alquilar», sino que «hay una demanda contenida» que está posponiendo su opción de compra. Asimismo, destacó que el futuro del mercado promotor «pasa por la diversificación» y apostó por la posibilidad de que los empresarios puedan edificar proyectos de viviendas mixtas de alquiler y de compra. En este sentido, añadió que para ello es necesaria una «seguridad jurídica y económica».
En España se calcula que hay ya más de un millón de pisos por vender pero, respecto al precio de las casas nuevas, los promotores inmobiliarios están convencidos de que no van a bajar. Así lo ha manifestado recientemente el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), José Manuel Galindo. «La nueva situación nos está conduciendo a que se tarde más en vender pero, al menos en la vivienda nueva, los precios se van a mantener», sentenció.