Los créditos rápidos ofrecen toda clase de facilidades para su concesión. Pero también estos préstamos conllevan una serie de trampas que pueden perjudicar a sus poseedores, como gastar más dinero del necesario en intereses, penalizaciones y otros desembolsos. A continuación se enumeran cinco peligros de los créditos rápidos y todas las claves para evitar caer en ellos.
Quienes tengan la intención de solicitar un crédito rápido deberán analizar los diversos problemas que pueden encontrarse: desde la aplicación de unos intereses desmesurados a la inclusión de una cláusula trampa en su letra pequeña. ¿Los principales? La falta de información en sus condiciones y los altos intereses que incorporan estos préstamos.
Peligro 1. Las penalizaciones
La persona que quiera contratar una línea de crédito de este tipo con toda seguridad lo tendrá muy fácil para hacerlo, incluso tendrá que presentar un papeleo mínimo. Pero no todo será tan sencillo, si se incumplen sus plazos de devolución. En este caso, supondrá una penalización por encima de lo habitual y la aplicación de un interés que puede elevarse por encima del 50%; una espiral muy peligrosa donde cada vez se deberá más dinero.
Peligro 2. Tipos de interés abusivos
No hay que ver tan solo que estos créditos pueden sacar de más de un apuro, sino también lo que costarán, que en buena parte de las ocasiones será mucho. Si por algo se caracterizan estos créditos es por los elevados tipos de interés que conllevan. Será mucho más alto que el aplicado desde las entidades bancarias, con márgenes que oscilan entre el 30% y 50%, cuando el tipo medio está situado en torno al 9%.
Peligro 3. Las condiciones de su letra pequeña
La poca transparencia es otra de las particularidades de los créditos rápidos. Cualquier cláusula expansiva puede echar por tierra las estimaciones de los gastos iniciales en su concesión. Ante esta situación tan poco deseada, será más que necesario analizar el contrato y, si es preciso, requerir la opinión de un experto en esta clase de productos. Será una forma muy eficaz para protegerse ante cualquier gasto abusivo por parte de los prestamistas. Si se rubrica, que sea con el total conocimiento de cada una de sus condiciones.
Imagen: godoycordoba
Peligro 4. Los riesgos de un aval
Para la concesión de un crédito rápido por lo general no se pide una nómina, pero, a cambio, será necesario revisar el contrato en profundidad, ya que sí que con frecuencia solicitan un aval. Entre los más requeridos se encuentran la vivienda o el coche. Se debe tener mucho cuidado con estas cláusulas altamente abusivas, pues pueden llevar a perder alguna de estas propiedades privadas por un importe tan pequeño en la demanda. Cualquier error de cálculo en este sentido puede generar más de un quebradero de cabeza a los demandantes de estos productos.
Peligro 5. Plazos muy reducidos
Si al final se cierra la operación, hay que tener en cuenta que los préstamos rápidos tienen un tiempo de devolución muy corto, incluso inferior a 45 días. Por eso antes hay que cerciorarse de poder pagarlo, porque si no, se estará obligado a asumir unas penalizaciones muy fuertes que pueden desajustar por completo las cuentas personales.Por lo general, esta clase de financiación no tiene comisiones, pero sí unas condiciones en su formalización muy expansivas, propiciando que pueda generar un mayor esfuerzo económico todos los meses. Porque en efecto, cualquier retraso en los pagos pondrá en riesgo el nivel de endeudamiento que los usuarios están en condiciones de asumir. No es extraño que dispongan de plazos de amortización ultracortos y que, a pesar de que los importes demandados son pequeños, generarán unas cuotas mensuales por encima de sus posibilidades.