No llueve desde hace meses y la reserva hídrica española está al 44,3 % de su capacidad total. Por ello, urge ahorrar agua. Hay maneras muy obvias de hacerlo, como no dejar el grifo abierto mientras te cepillas los dientes o te lavas las manos. Pero también existen otras fórmulas menos conocidas para conseguir que no se dispare el contador de agua y, además de cuidar las reservas de agua, tener una factura menos abultada. Unos y otros métodos de ahorro se desgranan a continuación.
Maneras poco conocidas pero eficientes de ahorrar agua
Ahorrar agua no solo es importante para disminuir los costes del recibo mensual, sino también para asegurar la supervivencia del planeta. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cantidad mínima por persona y día para tener una vida digna es de 50 litros.
Pero en España se consumen muchos más: 142 litros por persona y día, según datos de la Fundación Aquae, cantidad que la Agencia Europea del Medio Ambiente dispara a 265 litros. De media, esto implica pagar más de 50 euros de agua todos los meses.
La buena noticia es que se puede reducir este desembolso económico. ¿Cómo? A través de un consumo eficiente que conseguirás si sigues las pautas propuestas a continuación.
1. Lava el coche sin agua
Al lavar el coche, aunque no se haga cada semana, se gasta mucha agua, sobre todo si se hace con manguera, cubos, etc. Pero hay un modo de que el automóvil brille sin malgastar agua… ¡Se puede lavar en seco! En el mercado existen limpiadores biodegradables creados para limpiar los vehículos que no contaminan con detergentes tóxicos.
Para limpiarlo, en cualquier momento y lugar, hay que pulverizar el producto sobre la superficie del coche, para que salga toda la suciedad. Después, basta con frotar y limpiar con una bayeta.
2. Crea jardines y terrazas xerófilos
No es un secreto que la sociedad actual consume agua de manera exagerada, y es preciso desarrollar una nueva forma de cultura del agua. Un buen modo de empezar a hacerlo es crear jardines, terrazas o balcones xerófilos, con plantas adaptadas a la escasez de agua.
Y no se trata solo de plantar cactus, sino que pueden tener plantas muy variadas, como herbáceas, suculentas, trepadoras y aromáticas. Con ellas, se crean bonitos espacios de bajo mantenimiento y un mínimo consumo de agua.
3. Usa el mismo vaso de agua todo el día
Beber es muy sano, y las indicaciones médicas insisten en que se debe ingerir con alimentos y líquidos la misma cantidad que se elimina de agua para mantenerse en el nivel óptimo de hidratación. Pero en ocasiones, cada vez que se bebe agua, se utiliza un vaso y se mete sin pensarlo en el lavavajillas. Esta acción, repetida varias veces al día por todos los miembros de una familia, hace que en poco rato la zona de los vasos en el lavaplatos se llene.
Si se realiza un gesto tan simple como usar el mismo vaso para todo el consumo de agua diario, a la larga se reducirá el número de veces en el que hay que poner en marcha el lavavajillas.
4. Cocina los alimentos al vapor
Otro modo sencillo, y muy saludable, de ahorrar agua es cocinar los alimentos al vapor. Para cocer los alimentos hace falta mucha agua; «en cambio, para cocinarlos al vapor, con llenar un poquito el cazo es suficiente y se ahorra mucho«, explica Toni Lodeiro, experto en consumo responsable y autor del libro ‘Consumir menos, vivir mejor’. Y, además de ayudar a ahorrar agua, la técnica de cocinar al vapor verduras, pescados o carnes conserva mejor los nutrientes de los alimentos.
Hay quien se decanta por cocinar con agua de mar, pero es importante optar por las versiones comerciales para asegurarnos de que no contienen contaminantes peligrosos para la salud.
5. Ten una papelera en el baño
¡El retrete no es una papelera! Pañuelos de papel, pequeños recibos, algodón de desmaquillarse ¡e incluso toallitas de bebés! Hay quien emplea el inodoro como si fuera un cubo de basura.
Además de que tirar residuos por la taza del váter contamina y dificulta el trabajo de las depuradoras, ¡utilizar la cisterna gasta mucha agua! Según Ecologistas en Acción, se invierte de 8 a 10 litros de agua cada vez que se usa. Por lo que, si se quiere ahorrar agua, no es mala idea comprar una papelera para el baño y tirar de la cadena solo lo necesario.
6. Usa calculadoras de consumo de agua
Para ahorrar agua es importante conocer la huella hídrica de cada uno, es decir, calcular el agua que se consume. Si se hace, se verá cuánto se gasta de manera innecesaria y, con total seguridad, se cambiarán muchos de los hábitos adquiridos para así poder ahorrar. ¿Cómo saber la huella hídrica? Hay numerosas herramientas online, como las creadas por Fan del agua, Globo o Water Foot Print, que son muy sencillas de utilizar y que, sin duda, harán tomar conciencia del agua que se derrocha.
Fórmulas tradicionales de ahorrar agua
1. Cierra el grifo
No dejes el grifo abierto mientras te lavas los dientes o te afeitas. Tampoco mientras te enjabonas en la ducha. En invierno puede ser desagradable cortar el agua mientras se utiliza el jabón, debido al frío. Pero en verano esta práctica se puede llevar a cabo. Si una persona se moja, cierra el grifo, se enjabona y después se aclara, puede ahorrar más 50 litros en cada ducha.
2. Dúchate
Ducharse en lugar de meterse en la bañera ahorra al menos 150 litros de agua. Además, puedes poner un atomizador en la ducha.
Son artículos que se venden en cualquier ferretería y reducen el caudal. Agregan aire y dan la sensación de que el chorro es mayor cuando en realidad se utilizan menos litros. Es posible ahorrar un 50 % con estos aparatos sin que apenas lo notes. Se pueden poner también en el resto de los grifos de la vivienda.
3. Lava la ropa con menos frecuencia
La limpieza y el aseo personal son esenciales. Mudarse cada día de calcetines y ropa interior es obligado, como también de camisetas en días de mucho calor o de las prendas deportivas. Pero hay veces en las que emplea en exceso la lavadora y, tras ponerse solo unas horas una falda, una sudadera o un pantalón, se envían directamente al cesto de la ropa sucia. En realidad, esas prendas pueden utilizarse más de una vez entre un lavado y otro. Usar la lavadora con más cuidado, y no ponerla en marcha nunca si no está llena, ayudará también en el objetivo de ahorrar agua
4. Friega el suelo con poco agua
Cuando hay que fregar el suelo de casa, basta con que el cubo esté lleno de agua a un tercio de su capacidad para poder limpiar bien. Hay veces en las que se llena casi a rebosar, gastando agua sin necesidad. Pero si se hace, antes de echarle detergente, se puede vaciar lo llenado de más en las macetas. Y si ya se ha vertido algún producto, se podrá utilizar el contenido del cubo, en lugar de la cisterna, cuando se tenga que ir al baño.
5. Llena del todo la lavadora y el lavavajillas
Cada vez que se usa la lavadora se pueden gastar en torno a 100 litros de agua, por lo que es recomendable que esté llena de ropa cuando se quiera poner en marcha.
Lo mismo ocurre con el lavavajillas. También hay programas de media carga que se deben utilizar si hay que lavar con el electrodoméstico a la mitad de su capacidad.