Los planes de pensiones garantizados que algunas entidades bancarias ofrecen son una opción a considerar a la hora de plantearnos nuestro futuro como jubilados. Actualmente muchos trabajadores lo son por cuenta propia (autónomos) y su cotización a la Seguridad Social es mínima, por lo que para ellos particularmente los planes de pensiones privados son una opción de futuro.
Los planes de pensiones garantizados se componen de aportaciones de una fiscalidad diferida que ofrecen una revalorización asegurada a plazo fijo, al contrario de los no garantizados. Esto quiere decir que la entidad bancaria se compromete a reembolsarnos la rentabilidad pactada sin tener en cuenta la coyuntura del mercado. Esta opción tiene la ventaja de la seguridad, sabemos que vamos a recibir un rendimiento fijo, pero su desventaja es que si el mercado evoluciona de forma favorable a nuestros intereses el dinero que se nos reembolsará será menos del que coherentemente nos correspondería.
La entidad nos debe informar de cualquier modificación que pueda afectar al plan de pensión, así como suministrarnos una confirmación por escrito acerca del compromiso de revalorización antes comentado, aclarando la fecha a partir de la cual es efectivo.