Métodos de ahorro como el japonés kakebo, la técnica de las 52 semanas, los sobres… Si lo ha probado todo y ninguna táctica le funciona, queda otra opción: el preahorro. Según los expertos, es más efectivo que cualquier otra forma de economizar, ya que consiste en ahorrar antes de empezar a gastar, no en guardar lo que sobra cada mes. Y hacerlo es muy sencillo. Hay que retener desde el primer día de cada mes un porcentaje del salario que no se puede tocar y que puede depositarse en una cuenta específica abierta para este fin o incluso en productos bancarios. En este artículo se dan más detalles sobre este sistema.
¿Qué es el preahorro?
Ahorrar no resulta fácil para los españoles, al menos a tenor de los datos registrados, ya que la tasa de ahorro de los hogares cayó en 2016 al 7,7% de su renta disponible, según el Instituto Nacional de Estadística, y cada vez se acerca más a la tasa que había poco antes del estallido de la crisis económica.
Estos datos no son una buena señal, aunque sean indicadores de un aumento del consumo, pues «ahorrar es una cualidad esencial para tener una economía doméstica saneada», indica la asesora financiera María Suárez. Y es que lo que no se ahorra, se gasta. Y no tener ahorros merma la capacidad para enfrentarse a imprevistos o para estar preparados de cara al futuro. ¡Pero hay remedio! El preahorro puede ser la clave para conseguir guardar dinero sin apenas darse cuenta y de manera más efectiva que con otros métodos.
¿Es el preahorro una fórmula magistral o una idea novedosa? En realidad, no. «Es, simplemente sentido común: retirar el dinero que se quiere destinar al ahorro antes de empezar a gastar y no después», afirma Suárez. Intentar dejar dinero sin gastar es la manera más habitual de ahorrar; pero también la menos efectiva, «porque se necesita mucha fuerza de voluntad para no gastar teniendo dinero». Lo que propone el preahorro es, por el contrario, retirar una cantidad de dinero determinada antes de que llegue a las manos del consumidor, una cuantía que será intocable y, por tanto, no se puede gastar. Y, en el mejor de los casos, si es posible, se deberá intentar que ese dinero se convierta, además, en ahorro activo, es decir, que rinda.
Preahorro: ¿cuánto dinero destinar?
Una vez decidido que se quiere ahorrar reteniendo dinero, hay que ver la cantidad. Los expertos señalan que el 10% de los ingresos sería el porcentaje idóneo para destinar al ahorro.
Pero, y si no se cuenta con un gran salario, ¿se puede preahorrar también? No hay mínimos ni límites para intentar preahorrar, aunque es esencial ajustar la cuantía que se dejará a las necesidades de cada economía familiar. Así, habría que adaptar el porcentaje a los ingresos y empezar dedicando una cantidad más pequeña, que después se podrá ir aumentando de forma paulatina hasta llegar a este 10% idóneo. Es importante ser realistas y tener todos los gastos fijos cubiertos con seguridad antes de destinar cierto dinero al preahorro.
Preahorrar: ¿cuándo y cómo empezar?
Si se adopta el preahorro como el método para hacer una hucha, hay que comenzar cuanto antes. No es necesario hacer un presupuesto detallado, pero sí se debe ser consciente de que supondrá contar con menos ingresos efectivos al mes, lo que obligará a recortar gastos. Se puede empezar por los inútiles e inconscientes, los llamados gastos hormiga que tanto dinero hacen desembolsar cada mes a las familias.
De todos modos, si no se recortan los gastos, pronto se notarán las consecuencias: no se llegará a fin de mes, lo que hará tomar conciencia enseguida de su necesidad. Al principio puede costar habituarse a contar con menos dinero, pero en uno o dos meses ya se estará acostumbrado al nuevo ritmo de vida y, sin apenas darse cuenta, se tendrá un ahorro considerable en la cuenta.
¿Dónde es mejor colocar el dinero: en una cuenta o en productos?
No hay un único modo de preahorrar. Se puede decidir abrir una cuenta que se destinará al ahorro y a la que se derivará una parte del dinero nada más comenzar el mes. Lo más efectivo, dicen los expertos, es abrir una cuenta nueva que, si es posible, sea remunerada y ofrezca algo por el dinero, aunque, en la actualidad, las cuentas apenas dan rentabilidad por el ahorro.
Pero hay otras opciones. ¿Cuáles? Entre otras, dirigir el dinero a un producto bancario contratado para este fin, donde se depositarán cada mes las cuotas de ahorro. También puede guardarse en fondos de inversión, en seguros de ahorro o en depósitos.