Imagen: Fundación Protectora de Animales de Asturias
La radiografía de tenencia de animales en nuestro país dibuja un mapa poco responsable: cerca de 140.000 perros y gatos son abandonados en España cada año, y eso que la mayoría de ellos habían sido comprados. Y es que solo uno de cada diez canes o felinos que viven con una familia española ha sido adoptado, mientras que su adquisición es la primera opción, según el ‘Estudio de Abandono y Adopción 2017‘ de la Fundación Affinity. Ante esta situación, ¿cómo ayudar a los perros y gatos sin hogar? Alejandra Mier, secretaria de la Fundación Protectora de Animales del Principado de Asturias (conocida como La Protectora), da diez consejos para lograrlo.
1. Adopte un amigo
«Hay miles de gatos y perros esperando una familia que les dé un hogar: cachorros y animales adultos preparados para adaptarse a nuestras vidas», reconoce Alejandra Mier
La mejor manera de ayudar a los animales sin hogar es adoptarlos. En las protectoras hay muchos gatos y perros geniales con un carácter excepcional. Pero existen personas que aún piensan que un animal abandonado tiene algún problema y en realidad, en la mayoría de los casos, no hay más dilema que haber caído en un hogar irresponsable.
Miles de canes y felinos esperan una familia en protectoras de animales de toda España y centros de recogida municipales. Pero muchos no saben cómo adoptar o incluso que existe esa opción. Es importante saber que hay cachorros en busca de hogar, que un animal adulto se puede adaptar a la perfección a nuestras vidas o que el hecho de que un animal esté buscando familia no significa que tenga problemas; puede ocurrir solo que alguien no lo quiso o no pudo seguir teniéndolo.
Adoptar es, además, parte de la solución para lograr una tenencia responsable en toda la sociedad y reducir las tasas de abandono tan terribles de nuestro país. Y, sobre todo, lograremos que las víctimas, los animales abandonados, encuentren un hogar.
2. Si no puede adoptar, ayude como voluntario
¿Y cómo ayudar cuando no puede adoptar? Entonces, hay dos caminos. El primero, si usted dispone de tiempo pero no de recursos económicos, la mejor opción es ser voluntario de algún centro de protección animal cercano.
3. Si tiene dinero, apadrine a un animal sin hogar
Y si tiene recursos económicos, pero anda escaso de tiempo, también puede ayudar a los animales sin hogar. Hay varias formas de colaborar con las protectoras, y todas ellas son esenciales para mejorar la vida de estos perros y gatos a fin de que encuentren un hogar. Hágase socio o padrino de un animal o compre pienso y otros materiales tan necesarios para los centros.Imagen: simply
4. Sea casa de acogida
Ser casa de acogida de los animales sin hogar es una opción solidaria muy importante para los canes y felinos, y que puede ayudar cuando alguien no puede adoptar. Muchas asociaciones, y es el caso de La Protectora, se hacen cargo de todos los gastos del animal hasta que le sale familia: comida, accesorios y gastos veterinarios incluidos.
5. Done comida, juguetes…
Las protectoras de animales siempre necesitan recursos y materiales: las más evidentes son comida, latitas, juguetes, camas, mantas, rascadores, arneses, correas…
6. ¡También dé fregonas o microondas!
Hay muchas formas de ayudar a los animales sin hogar, además de adoptar: ser casa de acogida, hacer donativos (económicos o materiales) y ser voluntario
Pero también en estos centros hacen falta objetos menos evidentes, entre ellos, materiales de limpieza, como fregonas y lejía, y de mantenimiento, desde bridas hasta pequeñas herramientas, además de elementos de botiquín y hasta pequeños electrodomésticos, como microondas.
Y aún hay más formas de ayudar: imprimir material para difusión de adopciones, apoyar la recogida de alimentos o ayudar a captar socios.
7. En busca de veterinarios y educadores solidarios
Además de los voluntarios más generales, la ayuda solidaria de personas con formación en el cuidado y psicología de los animales es clave. Contar con veterinarios solidarios es esencial, pero también se buscan auxiliares para hacer curas.
Y ahora, además, lo que más necesitan las protectoras son etólogos o educadores de animales en positivo, para recuperar animales con miedos o problemas de conducta.
8. Use Internet para visibilizar a los animales
Las redes sociales son un gran escaparate para los animales sin hogar, pero también está un tanto saturado. Lo importante es que los anuncios de adopción que se compartan o creen tengan cierta información básica: entre ellas, la ciudad donde está, la forma de contacto y las condiciones en las que se entrega. «En mi experiencia, también es fundamental ser honestos en cuanto a las necesidades o problemas del animal y ofrecer otra información relevante, como cuánto creemos que crecerá, por ejemplo». asegura Alejandra Mier.
9. Huya de las granjas de cachorros
El amor hacia los animales es poco compatible con la triste tendencia de utilizar a los cachorros como si fueran objetos de usar y tirar. Y esto es lo fomentan las llamadas granjas de cachorros de raza. En muchas de estas instalaciones se hacinan perros de raza usados para criar, sin cuidados, con alimentación deficiente y sin cariño ni vigilancia veterinaria apropiada.
«Nosotros habíamos visto instalaciones terribles de granjas de cachorros a través de Internet en otros países, pero verlo a pocos kilómetros de nuestra casa fue muy impactante. Encontrarse con una granja de cachorros en Asturias nos puso en marcha: nos hicimos con las instalaciones y las transformamos. También nos encargamos de los 43 perros que malvivían en el lugar, muchos de ellos aún en busca de una casa de adopción. Este nuevo hogar para animales que hemos logrado crear se llama Happy Dog«, cuenta Mier.
10. Y recuerde (y repita): adoptar es guay
Adoptar es una opción estupenda cuando se quiere incrementar la familia con un miembro animal. Y este mensaje debe llegar al gran público. «Si se tienen redes sociales, desde el ordenador todos pueden ayudar y encontrar la forma de llegar a quienes no llegamos y aún siguen comprando en lugar de adoptar», propone la secretaria de La Protectora.
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