No somos conscientes de la cantidad de basura que generamos, sobre todo en Navidad. Cada español produce unos 440 kilos de residuos en el hogar, lo que se traduce en un total de 21 millones de toneladas de desperdicios al año, según datos de la Oficina de Estadística Europea (Eurostat). Y, aunque parezca sorprendente, el 42 % del desperdicio de alimentos se origina en los hogares, recoge el Ministerio para la Transición Ecológica. Para intentar cambiar estas cifras, proponemos siete propuestas para aplicar en las fiestas navideñas.
Basura es todo aquello de lo que tenemos intención de deshacernos. Y esa montaña de residuos que generamos crece en Navidad. «Durante estas fechas la producción de basura llega fácilmente a duplicarse«, comenta María Xosé Castro, de la Asociación para la Defensa Ecológica de Galicia (Adega) y coordinadora de la guía ‘Por una Navidad más verde‘. No hay más que fijarse en los contenedores después de estas fechas tan señaladas: si por lo general están llenos, esos días estarán desbordados con embalajes, papeles de regalos y envases que tuvieron, los más de ellos, un uso efímero «y seguramente prescindibles».
Según la guía, revisada por el Centro Nacional de Educación Ambiental (Ceneam), entre el 25 de diciembre y el 6 de enero tiraremos un 50 % más de vidrio al contenedor y un 35 % más de papel y cartón. Esta basura es considerada por los ecologistas «de lujo», ya que buena parte de ella solo habrá servido de envoltorio de usar y tirar. Para Roberto Lozano, presidente de la Asociación de Fundaciones para la Conservación de la Naturaleza (AFN), «hemos convertido esta época del año en el momento de mayor consumismo por excelencia, pero es imprescindible repensar qué sentido tiene consumir tanta comida y tantos productos».
Pero podemos darle la vuelta a esta tendencia, dice, ya que las Navidades también son el momento perfecto para educarnos en familia y comprobar que se puede disfrutar sin tanto plástico, sin tanto papel, sin tanta comida y sin tanto gasto innecesario. El reto es intentar disminuir la cantidad de residuos (reducir) y, como última opción, todo lo que no podemos evitar tirar y todo lo que no podemos reutilizar se tendrá que separar de manera correcta para su correcto reciclaje.
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1. Aquí no se tira nada
Para Alodia Pérez, responsable de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra, el primer paso es tener en cuenta los distintos momentos en los que generamos residuos. Y debemos empezar por los alimentos. «Para no tirar, hay que hacer una buena planificación de las comidas y cenas de estas fechas, además de aprovechar los restos para las comidas de los días siguientes«. Otra idea es repartir las sobras entre las personas invitadas a la comida o la cena.2. Reutilizar es un arte
Un tarro de vidrio que contenía guindas puede ser basura, pero también un recipiente para guardar higos secos. Una caja de regalo vacía puede ser un residuo o la podemos transformar en una caja para guardar pegatinas o un obsequio estupendo para el gato. Y una cesta de Navidad puede servir como florero.Tampoco está de más usar la decoración navideña de otros años. «Se puede utilizar otra vez o intercambiarla con otras familias cada año, sin talar árboles», añade Lozano. A esto se le llama el arte de reutilizar, y es un gesto esencial para reducir la basura en Navidad, y siempre.
3. Compras con conciencia, y en bolsa de tela
Para reducir la basura doméstica esta Navidad, otra idea es llevar de casa la bolsa de tela, cesta o carro para hacer la compra. Y no solo la bolsa, ya que toda la compra puede ser más sostenible: desde regalos ecológicos, hasta escoger alimentos de kilómetro cero, cercanos y artesanales, que minimicen la contaminación y apoyen la economía local.
4. El granel es cool
Un presente o un alimento no es mejor por el hecho de que lleve más envoltorio, envase o embalaje. Por eso, hay que evitar los productos sobreempaquetados. Además, comprar a granel es tendencia para quienes tienen o quieren abrazar la filosofía verde, ya que se evita que más plástico acabe en la basura. Otra idea es optar por envases familiares, en lugar de escoger pequeños e individuales.
5. Envolver en verde
Los regalos también dejan muchos residuos en forma de cajas y envases. No hay que dejarse llevar, y sí darle una vuelta. Se pueden envolver con papeles reutilizados de otros años y guardarlos para la próxima ocasión. Además, es posible ser más original engalando las sorpresas con papel de periódico viejo o con papel de estraza que se podrán emplear otra vez. También podemos usar telas bonitas o cajas sólidas reutilizables. «Y hay que seleccionar productos con pocos plásticos y materiales de usar y tirar, y exigir a los fabricantes que los reduzcan», apunta Pérez.6. De usar… y reusar
Podemos evitar los productos de usar y tirar, como paños de mesa, manteles, vasos o platos decorados con motivos navideños que tendrán un solo uso.
7. Regalos con solera, y no materiales
También podemos regalar productos de segunda mano, ya que cada vez hay más comercios de este tipo con objetos especiales, prácticos y bonitos. El sitio web Alargascencia ofrece muchas ideas y un extenso directorio para encontrarlos.
Aun así, insiste Pérez, la mejor opción es hacer obsequios «no materiales»: unas entradas al teatro, masajes, horas de canguro para que los padres y las madres tengan un rato de ocio o una aportación solidaria a alguna ONG. De esta manera evitamos residuos en los envoltorios, en los productos antiguos sustituidos por un nuevo objeto y, además, disminuimos la extracción de recursos naturales. ¡Seguro que muchas personas lo prefieren!