Al ganar uno de los premios de la lotería (la de Navidad, la de El Niño, la Nacional etc.), el impulso de muchos consumidores es utilizar el dinero para amortizar parte de la hipoteca. Sin embargo, debido a los bajos intereses que tienen ahora mismo estos productos, existen otras operaciones que pueden salir más a cuenta, como posponer el reembolso anticipado e invertir la cantidad ganada en un producto de ahorro con una buena rentabilidad. A continuación veremos qué opción es más conveniente, según las necesidades de cada uno, y en qué hay que fijarse para ahorrar al máximo.
Amortizar hipoteca o invertir: dependerá de nuestro perfil
Antes de hacer números, hay que recordar que en las finanzas no existen el blanco y el negro, pues todo depende de las necesidades de cada persona. En consecuencia, para algunos será mejor amortizar la hipoteca antes de tiempo para quitarse una parte de la deuda, mientras que para otros será invertir el dinero. Veamos qué es lo aconsejable en función de nuestro perfil:
- Queremos librarnos de la hipoteca cuanto antes. En este caso, quizás lo conveniente sea optar por adelantar una parte del capital del préstamo hipotecario que nos quede por pagar. Eso sí, debemos decantarnos por la reducción del plazo, y no de la cuota, pues así el ahorro en intereses será mayor.
- Queremos rentabilizar el premio, pero sin correr demasiado riesgo. En esta situación, podemos invertir el dinero en un producto de bajo riesgo como un depósito. Sin embargo, como su interés es en general bajo, tendremos que asegurarnos de que su rentabilidad neta sea mayor que el interés de la hipoteca.
- Estamos dispuestos a asumir un riesgo mayor. En este caso, el premio lo podemos invertir en productos más arriesgados como bonos, acciones o fondos, teniendo siempre en cuenta que podríamos perder el dinero aportado.
En cualquier caso, es fundamental considerar todos los posibles gastos asociados a la inversión o a la amortización anticipada del préstamo hipotecario: impuestos, comisiones, etc.
Antes de invertir hay que hacer números
Si nos hemos decidido por invertir el dinero, tendremos que hacer números para asegurarnos de que de verdad nos saldrá más a cuenta que amortizar una parte de la hipoteca.
Un ejemplo. Imaginemos que contratamos en marzo pasado un préstamo de 150.000 euros a 25 años con un interés del 0,809 % (un diferencial del 1 % más el euríbor de febrero de 2018, que por entonces estaba al -0,191 %).
Si el premio obtenido por la lotería fuera de unos 10.000 euros, con la amortización anticipada nos ahorraríamos 2.065,14 euros en intereses y reduciríamos el plazo en 11 meses. En cambio, si invirtiéramos ese dinero en un depósito a un año con un interés del 1,25 % (de los más altos hoy en día), obtendríamos una rentabilidad de 125 euros.
Con la segunda opción, pasados esos 12 meses, tendríamos todavía 10.000 euros en nuestra cuenta, que podríamos usar para adelantar capital de nuestra hipoteca y ahorrarnos 1.968,65 euros en intereses. Por lo tanto, sumando esa cifra a los 125 euros ganados gracias al depósito, habríamos ahorrado 2.093,65 euros. Así que nos habría salido más a cuenta que amortizar una parte del préstamo el año anterior. Y, de hecho, con la actual tendencia al alza del euríbor, el ahorro en intereses podría ser aún mayor.
Si la hipoteca es de antes de 2013, se puede desgravar
Sin embargo, si existe la posibilidad de desgravar lo pagado durante el año por la hipoteca (es decir, si esta se contrató antes del 1 de enero de 2013), adelantar capital podría ser la opción ganadora. En estos casos, la deducción puede alcanzar hasta un 15 %, aunque sobre un máximo de 9.040 euros.
Así, para el ejemplo anterior, a los 2.065,14 euros que ya no abonaríamos en intereses, les podríamos añadir 1.356 euros ahorrados en IRPF, lo que sumaría un total de 3.421,14 euros.
Pero esta deducción puede practicarse sobre una base máxima de 9.040 euros. En consecuencia, quizás podría ser interesante adelantar el capital necesario para alcanzar esa cifra e invertir el dinero restante en un depósito o un producto más rentable. De este modo, el ahorro sería triple: abonaríamos menos intereses (y reduciríamos la deuda), obtendríamos cierta rentabilidad y recuperaríamos una buena suma de dinero en la Declaración de la Renta.