Cuando el tiempo es más cálido y los días son más largos, aprovechamos para salir a disfrutar del aire libre en familia y, en ocasiones, con nuestros perros. Quizá nuestro contacto con el mundo rural no es muy frecuente, así que debemos ser conscientes de que en el campo podemos encontrarnos con habitantes muy distintos a los del entorno cotidiano. De ahí que sea conveniente saber cómo nos tenemos que comportar ante distintos animales, sobre todo ganado y su infatigable cuidador, el perro mastín. Así la excursión será todo lo plácida que habías planeado.
Hace un buen día para caminar, lo tienes todo preparado y decides salir a explorar la naturaleza. Disfrutarás de árboles, aves que pasan los meses cálidos en la península, flores de todos los colores y, además, es muy probable que te topes con ganado suelto: vacas, ovejas o caballos. Para no molestarlos, lo mejor es que des un rodeo, en especial si vas con tu perro, porque si se sienten en peligro, atacarán. Esto hay que tenerlo en cuenta sobre todo si hay terneros, corderos o potros cerca. Recuerda que no debes acercarte ni para darles de comer -por eso están pastando libremente- ni para hacer fotos de recuerdo. No necesitas un selfi ni un primer plano de una vaca para que no se te olvide la excursión.
También son frecuentes los encuentros con los tradicionales guardianes del ganado, los mastines. Desde hace siglos estos canes son los mejores aliados en el cuidado del rebaño para evitar ataques de lobos. Los mastines están acostumbrados a vivir con estos animales y a acompañarlos desde que son cachorros, así que si ves alguno, no pienses que está abandonado y vaga solo. El ganado no estará lejos, aunque no lo veas, y el perro guardián es probable que esté recorriendo el perímetro de seguridad. Si te acercas mucho, te verá como a un intruso, y se acercará y ladrará para que te alejes; así que evita el contacto visual para que no piense que le estás retando, aléjate de la zona y mantén la calma, porque se pondrá más nervioso si haces movimientos bruscos, gritas o corres.
Imagen: Yolanda Cortés
Puede que la excursión la hagas en bici. Los consejos básicos son los mismos: si ves ganado o un perro que lo custodia, da un rodeo y mantén la distancia. Pero si el encuentro es con un mastín, conviene que te bajes de la bicicleta para que no interprete tu tamaño y velocidad como una amenaza.
Si estás en una zona grande donde el ganado pasta suelto y en el paseo te acompaña tu perro, extrema las precauciones y llévalo atado en todo momento. Si no te habías percatado antes e iba suelto, átalo, da un rodeo y sigue por otro camino. De lo contrario, los mastines creerán que es un depredador y puede que lo ataquen.
Depende de en qué región hagas la excursión, sobre todo si es en el norte de la península, verás que algunos mastines utilizan un collar con púas hacia fuera. Se llama carranca y se emplea para disuadir al lobo en caso de enfrentamiento. No son collares de pinchos, son legales y no suponen maltrato animal.
¿Y si me encuentro con un oso?
En tus rutas por el campo puede que tengas la ocasión de visitar alguna de las tradicionales zonas oseras del país, como la cordillera cantábrica o los Pirineos. Aunque es muy poco frecuente un encuentro con animales salvajes porque se suelen esconder del ser humano, puede que te cruces con un oso pardo, uno de los grandes carnívoros que vive en la península, junto con el lobo y el lince ibérico. Con estos dos últimos es muy complicado toparse, pues son muy tímidos y esquivos.
En el poco probable caso de que te encuentres con un oso, mantén la calma e intenta huir despacio. Seguramente estén cerca sus crías o su comida y no quiera intrusos merodeando.
En cualquier caso, tanto en las salidas al campo como en cualquier otra situación en la naturaleza, lo importante es aplicar el sentido común, no molestar a los animales, no arrancar las plantas, no hacer ruido ni ir con música alta y, por supuesto, no dejar rastro de nuestro paso. ¡Disfruta de tu paseo!