Conseguir financiación hoy en día es bastante fácil. Con ingresos estables y capacidad de ahorro se puede obtener un crédito. Sin embargo, lo difícil está en lograr una buena oferta. En la actualidad, el coste medio de los préstamos personales es del 8,38 % TAE, según el Banco de España; pero es posible encontrar créditos al consumo por debajo del 6 % TAE, una diferencia de más de dos puntos que puede significar varios cientos de euros de ahorro en un préstamo. Por eso, en este artículo te enseñamos tres razones que puedes darle a tu banco para negociar una mejora en el precio de tu crédito.
1. Dejar claro que no nos importa cambiar de banco
Comparar entre varias ofertas resulta la forma más fácil de conseguir las mejores condiciones para financiarnos. Además, hoy en día es posible contratar un crédito al consumo en varios bancos sin necesidad de ser clientes con antigüedad. Así, ir a pedir información a otras entidades y solicitar una oferta vinculante para ir a nuestro banco a negociar supone una manera eficaz de obtener resultados, ya que ninguna entidad quiere perder clientes.
Además, si nuestro banco no cede en las negociaciones, siempre nos quedará acudir al que nos hizo la oferta en primera estancia y financiarnos con él. En algunos casos no será necesario contratar vinculaciones adicionales ni cambiar completamente de entidad.
2. Proponer contratar otros productos adicionales
Otro argumento será proponer vincularnos más con el banco. Si estamos pensando en abrir un depósito o contratar algún otro producto, podremos pedir como condicional para contratarlo que nos bajen el precio del crédito que queremos. Eso sí, debemos calcular que el descuento que nos proporcionarán en el préstamo será mayor que el coste del producto que contrataremos. Si no es así, no valdrá la pena vincularnos, ya que acabaremos pagando más.
Muchos bancos ya brindan la opción de la vinculación opcional a cambio de rebajas en el coste del crédito, aunque la cantidad del descuento dependerá del tipo de producto que contratemos.
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3. Somos un cliente que vale la pena conservar
Al tener ahorros, la nómina domiciliada y productos de inversión contratados con la entidad, demostramos que somos clientes que valemos la pena y que el riesgo de prestarnos dinero es mínimo, por lo que deberían rebajarnos el precio del crédito.
Si somos nuevos clientes, qué mejor para un banco que ganarnos como usuarios y engancharnos con él. Al igual que ocurre con los que ya son clientes, nuestros ahorros e ingresos demostrarán que tenemos un buen perfil y que merece la pena luchar por nosotros rebajándonos el interés (TIN) de la financiación que buscamos.
¿Cuánto podremos ahorrar con estas negociaciones?
El ahorro que consigamos en el precio del préstamo personal dependerá de nuestro poder de negociación, de lo bueno o malo que sea nuestro perfil y del agente que nos atienda en el propio banco. Estas tres variables serán las que puedan inclinar la balanza hacia una rebaja mayor o menor. Por ejemplo, si estamos dispuestos a contratar un plan de pensiones a cambio de un descuento, tenemos un fondo de inversión con la entidad y un salario mayor a la media, nuestro poder de negociación será mayor y la rebaja que nos apliquen por tener un buen perfil será mayor.
En definitiva, los bancos siempre están dispuestos a negociar, por lo que sería una oportunidad perdida aceptar el primer precio que nos propongan sin haber comparado otras ofertas ni intentar que nos lo rebajen.