En primer lugar hay que señalar que este tipo de reparaciones se llevan a cabo a modo de emergencia, y que lo más recomendable es solicitar los servicios de un profesional que efectúe un arreglo definitivo y adecuado. Desde luego, son innumerables las causas que originan perforaciones y pérdidas en las tuberías de nuestro hogar; desde un simple golpe que dañe su superficie hasta la corrosión interna de la misma. Existen algunos trucos y medidas provisionales para estos arreglos de urgencia.
El más habitual consiste en cerrar la llave de paso, como primera medida de prevención, con el fin de evitar una mayor pérdida de agua. Tras secar la zona afectada, ésta se cubrirá con un par de vueltas de cinta aislante. A continuación se cortará un pequeño trozo de manguera, mayor que el tramo de la tubería rota, con el que cubriremos la tubería, fijando la goma de la manguera con alambre en sus dos extremos. Además, una nueva capa de cinta aislante reforzará la sujeción del efectivo arreglo.
Existen más medidas pero que requieren la disposición de materiales menos habituales en el hogar. Así, también se puede recurrir a la masa plástica de resina para resolver estas averías. Esta masa cuenta con dos tiras diferentes que deben mezclarse bien en la zona de la perforación y que luego se recubrirá, de nuevo, con cinta aislante. Otro sencillo truco se centra en la instalación de un manguito, fabricado exclusivamente para este tipo de reparaciones, y que genera el mismo efecto que el trozo de manguera. La diferencia reside en que el manguito trae consigo unos tornillos que facilitan su sujeción a la tubería.