La COP25 (la cumbre del clima celebrada en Madrid en diciembre) ha constatado que la situación ambiental es de emergencia, que las medidas para paliar los efectos del cambio climático no pueden demorarse y que cada pequeño gesto cuenta, por lo que todos podemos contribuir para lograr frenar sus nefastas consecuencias en el planeta. Uno de los ámbitos donde poder actuar es en la rutina de limpieza doméstica, que perjudica al medio ambiente más de lo que piensas. Y revisión especial merece el uso de la lavadora, pues, como contamos en las siguientes líneas, es responsable en gran medida de la contaminación de aire y mares. Si cambias algunos hábitos al hacer la colada, puedes ser ecoeficiente. Pero también puedes recurrir a las lavanderías autoservicio, que lo son más.
Lavadora doméstica: contamina el aire y los mares
¿Sabes que tu casa puede tener un aire de peor calidad que el de una ciudad llena de coches? Así lo aseguran investigadores de la Universidad de Colorado Boulder (EE.UU.), al señalar que actividades como cocinar, limpiar o perfumarte «generan niveles significativos de químicos volátiles dentro del hogar». Pero, además, los componentes químicos de champús, detergentes o limpiadores no solo permanecen en las viviendas, sino que escapan al exterior y «contribuyen a la formación de partículas finas y ozono» y son una importante fuente de contaminación atmosférica.
Entre las actividades que más contaminan está hacer la colada. ¿Cómo puede ser? Un estudio de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) concluyó que las microfibras que se desprenden en los lavados de la ropa llegan a través de las aguas residuales domésticas hasta las plantas de tratamiento de aguas, donde no todos los residuos plásticos son depurados. Esos plásticos acaban llegando a los ríos y, con el tiempo, a los océanos.
Durante la fase de lavado de una prenda (la parte más crítica de todo su ciclo de vida), «se desarrollan un sinfín de impactos medioambientales que podrían reducirse siguiendo unas sencillas pautas», asegura Mara Beltrán, directora comercial de Jabones Beltrán.
Uno de los impactos más contaminantes de la colada doméstica es el consumo de energía. Se calcula que cuando lavas y secas tu ropa se emplea «el 80 % de la energía que se consume en todo el ciclo de vida de una prenda», señala la experta. En la mayoría de los casos, la energía eléctrica derivada del uso de electrodomésticos «se obtiene emitiendo gases de efecto invernadero a la atmósfera».
En cuanto a los recursos naturales, mención especial requiere el agua; si queremos seguir conservando las reservas, «es necesario un cambio en nuestros hábitos», apunta Beltrán.
También hay que hablar de los residuos. Cada vez que pones la lavadora, el uso de detergentes convencionales y suavizantes genera residuos que desembocan directamente en los mares y ríos de nuestro planeta. Al estar compuestos de «ingredientes de origen petroquímico, difícilmente biodegradables, contaminan los recursos hídricos, amenazan la fauna acuática y causan malos olores», destaca.
Imagen: Pexels
Durante la fase de lavado de una prenda (la parte más crítica de todo su ciclo de vida), «se desarrollan un sinfín de impactos medioambientales que podrían reducirse siguiendo unas sencillas pautas», asegura Mara Beltrán, directora comercial de Jabones Beltrán.
Uno de los impactos más contaminantes de la colada doméstica es el consumo de energía. Se calcula que cuando lavas y secas tu ropa se emplea «el 80 % de la energía que se consume en todo el ciclo de vida de una prenda», señala la experta. En la mayoría de los casos, la energía eléctrica derivada del uso de electrodomésticos «se obtiene emitiendo gases de efecto invernadero a la atmósfera».
En cuanto a los recursos naturales, mención especial requiere el agua; si queremos seguir conservando las reservas, «es necesario un cambio en nuestros hábitos», apunta Beltrán.
También hay que hablar de los residuos. Cada vez que pones la lavadora, el uso de detergentes convencionales y suavizantes genera residuos que desembocan directamente en los mares y ríos de nuestro planeta. Al estar compuestos de «ingredientes de origen petroquímico, difícilmente biodegradables, contaminan los recursos hídricos, amenazan la fauna acuática y causan malos olores», destaca.
Imagen: Pexels
Lavanderías autoservicio: menor impacto en el medio
Las lavadoras industriales tienen un menor impacto en el medio ambiente, como sostienen investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia. Llevaron a cabo un estudio en el que comparaban la ecoeficiencia entre el lavado doméstico, el centro de lavado compartido y la lavandería autoservicio. ¿La conclusión? El impacto de la lavandería autoservicio es casi tres veces menor que el de la lavadora doméstica. ¿Cuál es la clave? La fabricación y el tipo de lavadoras, según los ingenieros. Las máquinas profesionales tienen, en general, mejores tecnologías para ahorrar el consumo energético y el uso del agua, y cualquier desperfecto es controlado por el proveedor.
En la misma línea se posiciona Roberto Haboba, CEO de la cadena de lavanderías Fresh Laundry. Los datos que proporciona indican que una lavadora industrial tiene un consumo inferior a una doméstica, tras realizar una comparación entre una lavadora doméstica de siete kilos y una industrial de ocho kilos:
- En gasto de agua, la lavadora doméstica necesita una media de 52 litros frente a los 32 litros de agua de una industrial (20 litros menos).
- Referente al consumo eléctrico, una doméstica está en 1,20 kw mientras que la industrial en torno a 0,6 kw. Este ahorro energético supone una reducción de contaminación bastante elevada, así como un ahorro económico.
- Los productos de limpieza para las lavadoras industriales son totalmente biodegradables, lo que disminuye la contaminación de forma considerable. Asimismo, utilizan dosificados para ofrecer unos buenos resultados de limpieza sin exceso de detergente.
- Las lavadoras de estos establecimientos tienen mucha más capacidad de carga que las domésticas. Esto implica que se puede lavar mucha más ropa de una sola vez ahorrando el número de lavadoras que debes poner.
Para mejorar el bienestar del planeta y conseguir que el ciclo de lavado sea más sostenible, a la par que eficaz, debes tener en cuenta los siguientes consejos de la experta Mara Beltrán:
- Pon la lavadora a plena carga: a la vez que reduces lavados, ahorras energía y agua.
- Lava a baja temperatura y trata las manchas fuertes con productos de limpieza específicos. Así ahorrarás recursos energéticos, la ropa se arrugará menos y no hará falta plancharla tanto.
- Compra electrodomésticos con la máxima calificación energética (A+++) y con ciclos de lavado más cortos: reducirás la factura del agua y el consumo energético.
- Utiliza detergentes ecológicos certificados hechos a base de ingredientes biodegradables, 100 % naturales y de origen vegetal: a la vez que lavan, protegen y alargan la vida de las prendas, cuidan del medio ambiente y de la salud. Conviene usar los basados en jabonería tradicional que, además de limpiar en profundidad, dejan la ropa suave. Así evitarás el empleo innecesario de suavizantes que por su compleja composición comprometen la salud y el entorno.
- Usa la cantidad de detergente recomendada por el fabricante: dosifica en función de la suciedad, kilos de prendas secas y dureza del agua. No por utilizar más producto la ropa quedará más limpia.
- Seca las prendas al aire libre: la ropa queda más blanca, se reduce el consumo energético y no hará falta plancharla tanto.