¿Impuesto a los ricos o un nuevo tributo por el que pagaremos todos? La conocida como tasa Tobin, que pretende recaudar para las arcas del Estado 850 millones de euros al año, grava las transacciones financieras. Pero su aplicación no solo afectará a las entidades bancarias sino que, según los expertos, penalizará a los pequeños ahorradores e inversores. En este artículo te explicamos las cuestiones más importantes de este impuesto: en qué consiste, cómo y cuándo se aplicará y qué consecuencias puede tener para la banca, los particulares y la inversión extranjera. Y, al final del texto, también abordamos las consecuencias de otro impuesto: la tasa Google.
¿Qué es la tasa Tobin?
La conocida como tasa Tobin la propuso originalmente (de ahí su nombre) el economista norteamericano y premio Nobel de Economía, James Tobin, en 1971. En su planteamiento, sugería «gravar las operaciones de alto riesgo en divisas y otros productos complejos que, de forma descontrolada y altamente especulativa, podían llegar a desestabilizar economías nacionales», explica Patricia Suárez, presidenta de la ASUFIN (Asociación de Usuarios Financieros).
En los años 90 se pensó en su aplicación y de nuevo en 2008, a raíz de la crisis financiera. En 2015, en una reunión del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin) de la Unión Europea diez países pactaron las bases para su puesta en marcha. Y, ahora, «conscientes de que una alta especulación en productos financieros complejos puede llevarnos a otra crisis financiera», comenta la experta, Francia y Alemania lideran su implementación en Europa. Este acuerdo, lo suscriben hoy un total de 10 países entre los que está España pero también Bélgica, Eslovenia, Eslovaquia, Grecia, Italia, Portugal y Austria.
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Sin embargo, como apuntan desde ASUFIN, la tasa que ahora se quiere aplicar tanto en España como en el resto de países que han llegado al acuerdo, «nada tiene que ver con el espíritu original y queda muy lejos del objetivo de frenar la especulación que inspiró su aplicación». En concreto, el impuesto sobre transacciones financieras que aprobó el Ejecutivo en Consejo de Ministros el pasado martes gravará las operaciones en bolsa «y afectará a los inversores cualquiera que sea el tamaño de su inversión», pero difícilmente limitará la especulación y los grandes movimientos de capital a nivel global.
Cómo se aplica la tasa Tobin
Tal y como se ha expuesto por parte del Ministerio de Hacienda, con este impuesto se trata de gravar las operaciones de adquisición de acciones de las sociedades cotizadas con una capitalización mayor a 1.000 millones de euros. Si la compra se realiza mediante un centro de negociación, que es lo normal, se pagará junto a la liquidación de la operación. Es decir, «cuando compre o venda le vendrá directamente el impuesto junto con la liquidación», explica Juan Abellán, director del Máster en Mercados Financieros y Gestión de Activos del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). Se cobra el 0,2 % sobre el valor de la compra o venta.
Al ser un acuerdo con otros países europeos, «se prevé un sistema de compensación según las inversiones en cada país», asegura Patricia Suárez. Sin embargo, habrá que atender a la letra pequeña final del impuesto que finalmente implemente el Gobierno de España.
Cuándo entrará en vigor
¿A partir de qué momento se hará efectiva la tasa Tobin? Como cualquier anteproyecto de ley, una vez aprobado por el Consejo de Ministros, se debatirá en el Congreso y en el Senado donde se negociarán las diferentes enmiendas. Una vez termine la fase de tramitación, «la entrada en vigor será a los tres meses de su publicación en el BOE«, comenta Abellán.
¿A qué empresas puede afectar?
La tasa Tobin afecta a «acciones de empresas españolas que tengan una capitalización bursátil superior a 1.000 millones de euros (es decir, que el valor de la suma de todas sus acciones sea superior a 1.000 millones de euros)», aclara el experto del IEB.
En la actualidad, son 64 empresas las afectadas, entre las que están las del IBEX 35. Pero también algunas compañías del mercado continuo, entre ellas, según el portal financiero Bolsayeconomía: Aperam, Almirall, Corporación Financiera Alba, BME, Coca Cola European Partners, Ebro Foods, Fluidra, Faes Farma, Catalana Occidente, Gestamp, Logista, Nh Hotels, Prosegur Cash, Prosegur, Rovi, Sacyr, Unicaja…
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Cómo afecta al ciudadano de a pie la tasa Robin
Las consecuencias de este nuevo tributo se harán notar entre los ahorradores. En opinión de Juan Abellán, «hay pocas posibilidades de que lo asuma el intermediario o banco y menos un fondo». Entre otras, la tasa Tobin tendrá las siguientes consecuencias:
- Comisiones. Es muy probable que los intermediarios financieros «trasladen a los inversores esta tasa en forma de subida de comisiones cuando compren o vendan acciones», señala la presidenta de ASUFIN. Y aquí tenemos a grandes inversores, «pero también pequeños ahorradores que invierten su dinero en bolsa«. Para una transacción aislada no parece muy significativo, pero en algunas situaciones, el acumulado de ese 0,2 % terminará restando una cifra considerable del beneficio anual del inversor. En la misma línea se expresa Abellán, quien indica que cada vez que compre o venda en bolsa le restarán el 0,2 % y así, «si invertimos 50.000 euros en acciones nos cobrarán 100 euros y cuando las vendemos otros 100 euros, pero ¿y si nos gusta cambiar de acciones de forma frecuente?», se pregunta.
- Fondos de inversión de renta variable española. Podrían ver mermada su rentabilidad. Según las valoraciones de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) en boca de su presidente Ángel Martínez-Aldama, «con base en los actuales datos de contratación de acciones españolas, el patrimonio de los fondos de inversión podría verse reducido un 8,1 % en 25 años por el efecto de este impuesto». En el caso de los fondos de inversión, las comisiones aplicadas no se verán afectadas. La tasa en cuestión será implementada por los intermediarios bursátiles directamente al fondo como «un mayor valor de compra de las acciones y afectará de igual forma a inversores grandes y pequeños».
- Fondos de pensiones. La aprobación de este impuesto afectará tanto a partícipes de fondos de inversión como fondos de pensiones, según Martínez-Aldama: su rentabilidad podrá reducirse un 5,6 %.
¿Huida de capital? Otras consecuencias
Es importante tener presente que este tipo de medidas «pueden tener un impacto negativo en la economía española», en el caso de que no se aprobase de manera armonizada en la Unión Europea.
En ese caso, se promovería la deslocalización de la inversión en valores nacionales a mercados distintos al español. Según nuestra valoración, «esto podría generar que las acciones españolas resultasen menos atractivas para los inversores extranjeros», indica el presidente de Inverco.
La conocida como tasa Google (en realidad, el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales) fue aprobada el pasado martes en Consejo de Ministros y grava con un 3 % los ingresos generados por los servicios de intermediación, de publicidad online y la venta de datos que obtienen a partir de información del usuario. En principio, afecta a empresas cuya facturación supere los tres millones de euros en España (y 750 millones de euros a nivel mundial).
A pesar del visto bueno a este impuesto, su liquidación no se llevará a cabo hasta finales de año. ¿Por qué? En primer lugar, se esperará a un acuerdo global al respecto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Asimismo, se pretenden evitar represalias por parte de Estados Unidos, que ya ha anunciado que defenderá sus intereses (ante un anuncio similar en Francia, el presidente norteamericano Donald Trump ya impuso aranceles del 100 % a los productos galos).
¿Y cómo afecta al consumidor? En principio no debería afectarle, pero es probable que las grandes empresas tecnológicas repercutan este impuesto en el precio final a quien utilice sus plataformas.