En empresas grandes y pequeñas; en Andalucía, Galicia, Comunidad de Madrid… El número de ERTE se dispara por toda España a medida que avanza la pandemia del coronavirus. Estas cuatro letras, que equivalen a Expediente de Regulación de Empleo Temporal, suponen un motivo de preocupación para cualquier trabajador, aunque desde que el presidente del Gobierno anunciara medidas para agilizarlos y favorecer a empresas y trabajadores, los afectados sienten más tranquilidad. ¿Qué es un ERTE y por qué es importante que se agilicen? ¿Qué significa para el trabajador y la empresa? ¿Es de verdad una medida positiva? En este artículo damos respuesta a estas y otras dudas que puedas tener sobre los ERTE.
¿Qué es un ERTE?
Un ERTE es un Expediente de Regulación de Empleo Temporal que supone «la suspensión de los contratos o la reducción de la jornada» de los trabajadores que se ven afectados por dicho expediente.
Agilizar la tramitación del ERTE en aras de una mejora de la cobertura, tanto para los trabajadores como para los empresarios, para «minorar el impacto negativo sobre el empleo y la actividad económica» es una de las medidas económicas materializadas en el Real Decreto-ley de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social de la COVID-19.
Imagen: nhattienle94
Es una medida de calado, pues «supone acortar los plazos legalmente establecidos» relativos a las comunicaciones con la Autoridad Laboral y al período de consultas, explica Alejandra Gútiez, abogada laboralista de A&E Abogados. Así se puede obtener una resolución «en un breve lapso temporal y permite que la medida sea más eficaz» que con regulación ordinaria de los ERE.
¿Cómo se lleva a cabo un ERTE?
Existen dos posibilidades de activar el ERTE para el empresario, según explica Álvaro San Martín, abogado del bufete Casa de Ley. La primera es a través de las causas objetivas (causas económicas, organizativas, técnicas o productivas) y la segunda, a través de la causas por fuerza mayor.
- Por causa mayor. La empresa solo tiene que presentar una solicitud ante la autoridad laboral que valore la existencia real de esa causa y en cinco días resolverá. El real decreto ha incluido el coronavirus como fuerza mayor, «dando especial relevancia al contagio en las organizaciones», apunta el abogado.
- Por causas objetivas. Para el supuesto de ERTE por causas objetivas, se exige un periodo de consultas con los representantes legales de los trabajadores y el proceso tiene, en general, una duración aproximada de 30 días. El reciente real decreto-ley «reduce los plazos a 12 días, favoreciendo al trabajador», explica el experto.
Tipos de ERTE
Hay distintos tipos de ERTE, y esto puede suponer o bien la suspensión del contrato, o bien la reducción de la jornada:
- Suspensión de contrato. El ERTE por causas económicas, técnicas organizativas o de producción da lugar a la suspensión de contratos. Normalmente se lleva a cabo según lo previsto en el artículo 47.1 del Estatuto de los Trabajadores (ET). Si la suspensión se debe a causa de fuerza mayor fuerza mayor, se seguirá lo previsto en el artículo 51.7 del ET.
- Reducción de jornada. Cuando lo que suponga es la reducción de la jornada por las mismas causas, en general hay que ceñirse a lo contemplado en el art. 47.2 del ET. Si la reducción de jornada de los contratos obedece a causa de fuerza mayor, el procedimiento que se seguirá será el previsto en el artículo 51.7 del Estatuto de los Trabajadores.
No obstante, no debemos perder de vista que «con la entrada en vigor del Real Decreto de 17 de marzo, habrá que estar a lo expresamente previsto en el referido texto legal», añade la abogada.
Imagen: geralt
¿Qué ventajas tiene para el trabajador?
Esta medida a disposición de la empresa otorga diversos beneficios al trabajador, tras las resoluciones aprobadas el pasado martes, como explica Alejandra Gútiez:
- El empleado queda exonerado de trabajar, teniendo garantizado el retorno a la empresa (o el retorno en la jornada previa) una vez que transcurra el plazo de efectividad de la suspensión del contrato o de la reducción aplicada.
- El trabajador tendría acceso a la prestación de desempleo, por lo que su situación económica quedaría en cierta medida protegida.
- Además, el acceso a la prestación por desempleo se ha flexibilizado considerablemente con las nuevas medidas dictadas y pueden cobrarla incluso los que aún no hayan cotizado lo suficiente.
- El trabajador sigue cotizando, evitando perjuicios en ulteriores prestaciones.
¿Cuánto durarán estas medidas?
Las medidas especiales para agilizar y flexibilizar los ERTE no se mantendrán para siempre, al ser especiales, y tienen un plazo de vigencia. Tendrán validez mientras se mantenga la situación extraordinaria derivada de la COVID-19.
Agilizar los trámites para poner en marcha un ERTE es una medida que los expertos consideran positiva, siempre que evite otras más drásticas como la extinción de contratos y, en su caso, “contribuya en cierta medida a evitar daños mayores que comprometan la viabilidad de la empresa”, aclara Alejandra Gútiez, abogada laboralista de A&E Abogados. Coincide con esta opinión Juan Antonio Pedreño, presidente de la patronal de la Economía Social (CEPES), quien señala que el plan de impulso presentado por el Gobierno “es importante, ya que la flexibilización de los ERTE puede evitar despidos definitivos”.
Asimismo, el ERTE es una medida positiva para la empresa porque “facilita su supervivencia”, siempre que esas causas sean reales y proporcionadas, señala Álvaro San Martín, abogado del bufete Casa de Ley. Y en este último punto incide Alejandra Gútiez, quien indica que hay que estar atentos, pues “cuestión distinta sería que la empresa recurriera a esta medida sin necesidad, padeciendo en este caso el trabajador una evidente merma económica” a costa de una decisión vacía de contenido.