¡Es imposible trabajar con los niños en casa! Esta es una de la frases más repetidas por los padres y madres desde que la expansión de la pandemia de la COVID-19 obligara a tomar medidas extraordinarias para frenar los contagios por coronavirus: cierre de colegios, teletrabajo desde los domicilios para muchos empleados y prohibición de salir de casa, a no ser que sea estrictamente necesario. Compartir las 24 horas con la pareja y los hijos hace que se resienta también el trabajo. Como explicamos en las siguientes líneas, para tratar de desarrollar la actividad profesional desde el hogar lo mejor posible, los expertos recomiendan planificar las tareas y ocio de los hijos, sus horas de sueño y, en lo posible, repartir momentos de trabajo y descanso con la pareja.
1. Trabajar al mismo tiempo que los niños estudian
Los niños no van al colegio, pero el curso continúa y tienen que estudiar para continuar progresando. Para que tú puedas teletrabajar desde casa, ellos deben seguir con sus estudios también, y con orden. Como en el caso de los adultos, «los niños deben seguir el horario escolar durante la semana, como si fueran al colegio«, explica Juan José Millán, pedagogo y director de Área 44 Servicios Educativos. Y levantarse, desayunar, asearse, vestirse… ¡y a estudiar! Por supuesto, hay dedicar media hora (o una hora, dividida en dos veces al día) para hacer deporte.
No es tarea sencilla, porque además de no estar acostumbrados a la situación de encierro en casa, las noticias que escuchan —o nuestras mismas conversaciones acerca del tema— les hace estar más nerviosos. Y, cuestión no menor, los padres no pueden suplir la autoridad de los profesores.
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2. Planificar tareas de ocio para los pequeños
No conviene que los niños estén todo el día frente a las pantallas (televisión, ordenador, consolas, móvil…) y hay que introducir en nuestro horario una planificación de actividades para los niños. Además de manualidades fáciles, el pedagogo apunta las siguientes: «Imprime dibujos, saca punta a todas las pinturas que haya en casa… o busca los miles de recursos que estos días podrás encontrar en Internet para hacer con niños y que ellos pueden hacer de forma bastante autónoma desde los tres o cuatro años».
3. Ordenar el sueño de los niños
Es imprescindible ordenar el sueño de los hijos, la hora de acostarse resulta fundamental para poder mantener esta situación de confinamiento y rendir en el trabajo. «Si además tenemos la suerte de que pueden dormir siesta, sería ya magnífico», comenta Millán.
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4. ¿En pareja y con niños? La hora de conciliar
Si vives en pareja, y se puede, conviene organizar tiempos flexibles. Hay varias estructuras válidas para repartir la labor entre ambos progenitores, tal y como explica Juan José Millán.
- Estructura «galope». Como su nombre indica, es para trabajar a la carrera. Resulta muy útil cuando ambos trabajamos a la vez, en el mismo horario. La idea es hacer una planificación conjunta en la que tengamos fases fuertes de trabajo de 30 minutos y fases débiles de 30 minutos. Los padres deben alternarse, es decir: uno de los dos estará en la fase fuerte, mientras que el otro, en la fase débil. El que esté en la fase fuerte estará aislado trabajando, mientras que el de la débil estará también trabajando pero, si hay que ir a por agua, escuchar una pregunta de los niños o acompañar al baño, por ejemplo, será quien se responsabilice de ello. Esta forma de trabajo aumenta mucho la productividad. En la estructura galope, se introducen puntos establo: un punto en el que resulta imposible no estar al 100 % (reuniones virtuales, llamadas esenciales, etc.) que deben programarse en el horario.
- Estructura «estaciones»: como las estaciones del año, pero de trabajo. Es un sistema idóneo para parejas en las que uno trabaja bien concentrado de mañana y el otro de tarde. La mitad del año (la mitad del día en este caso) hace calor, lo que quiere decir que quien adopte el rol templado tendrá en esa mitad del día su fase fuerte de trabajo, mientras que el frío, ausente, estará con los niños. Por tanto, en la mitad del año (del día) que haga frío, la persona que luzca el rol frío trabajará en su fase fuerte.
- Estructura «extremos». Es muy útil cuando uno de los dos tiene mucha flexibilidad laboral. El más flexible aprovechará para madrugar, casi con el alba, y trabajará hasta las 10:00 o a las 11:00 horas. Si nos despertamos a las 6:00 horas, hemos sacado unas cuatro horas de pleno rendimiento. Desde ese momento, el otro se pondrá a trabajar con una comida tardía: sobre las 16:00 o las 17:00 horas. La tarde puede ser un momento de esparcimiento y descanso para el madrugador, mientras el menos flexible alarga su jornada hasta las 20:00 horas, momento en que se pondrá con las cenas para que el flexible retome su trabajo hasta las 23:00 o las 00:00 horas. Sacaremos muchas horas efectivas de buen trabajo concentrado.
- El «easy wear» de las estrategias para compatibilizar teletrabajo y familia: uno trabaja por la mañana y el otro por la tarde. Aquellos que pueden tienen suerte, ya que es la más efectiva, aunque esta estructura no es la que mejor productividad genera.