Con 17 ediciones, la campaña #Hora del Planeta es conocida por el tradicional apagón durante una hora de las luces de los edificios más emblemáticos de las principales ciudades. Por este motivo, WWF solicita a los ayuntamientos y otras instituciones que se apunten, que difundan la iniciativa y que durante la hora clave (de 20:30 a 21:30 del 25 de marzo) apaguen la luz de sus edificios más importantes. A esta iniciativa se han adherido ya cerca de 400 ayuntamientos, entre ellos Madrid, Zaragoza, Vigo, Granada, Gijón, Málaga, Burgos, Ciutadella de Menorca, Salamanca, Alicante, Mérida, Ceuta y Maó. A esta característica acción, se le suma la organización de actividades para reivindicar la importancia de la lucha contra el cambio climático y de la protección y restauración de la naturaleza.
Darle una vuelta a nuestra relación con el planeta
Así, por segundo año consecutivo, se organiza la iniciativa #KMPorElPlaneta que simboliza la carrera más importante a la que se enfrenta la humanidad: la del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Con ella se invita a la ciudadanía, organizaciones y clubes de deporte a salir a la calle y sumar sus kilómetros hasta el 25 de marzo. Para ello, los participantes deberán inscribirse en la página web de la Hora del Planeta y elegir la distancia que quieren recorrer y la disciplina: caminar, correr, montar en bici, nadar o patinar.
El reto de este año es superar los 280.000 kilómetros que se recorrieron en 2022, es decir, el equivalente a siete vueltas completas al perímetro de la Tierra que es de 40.000 km. Por ahora, ya se han registrado más 95.000 km, es decir más de dos vueltas, en los que también contribuyen más de una cincuentena de organizaciones y cerca de un centenar de clubes deportivos que se han adherido a este desafío.
En esta edición, la iniciativa, que cuenta con la participación masiva de cientos de millones de personas de más de 190 países y territorios, pretende hacer reflexionar sobre la importancia del ahorro de energía, el abandono de los combustibles fósiles, la restauración de la naturaleza, la realización de medidas individuales para vivir de manera sostenible y el llamamiento a las empresas y los gobiernos a construir una sociedad con naturaleza positiva y neutra en carbono.
La organización aprovecha esta fecha para recordar que hay que actuar de forma rápida y decidida, tenemos que darle una vuelta a nuestra forma de relacionarnos con el planeta. Cada vez hay más sequías, inundaciones, incendios forestales y pandemias que degradan nuestro planeta y nuestra calidad de vida.
La ciencia alerta, con contundencia, de la urgencia. Así lo hace el último informe del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU) publicado esta misma semana. Advierte sobre la necesidad de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero en un 43 % para 2030 y en un 60 % para 2035, con el fin de llegar a cero neto de emisiones a mediados de siglo y evitar que la temperatura global supere el peligroso punto de inflexión de 1,5 °C.
Un año crucial en una década clave
Esta década es el punto de inflexión. Los próximos siete años son cruciales para determinar si nos mantenemos dentro de nuestros límites planetarios, por debajo del umbral climático de 1,5 °C y con más naturaleza en 2030.
WWF insta a los gobiernos a prestar atención a las advertencias del informe y actuar con rapidez para implementar sus recomendaciones y limitar los impactos de la crisis climática. Pide a los líderes que reduzcan rápidamente las emisiones en todos los sectores, impulsen los esfuerzos para aumentar la resiliencia ante los fenómenos meteorológicos extremos y protejan y restauren la naturaleza. Una eliminación acelerada de los combustibles fósiles es la mejor manera de evitar que el planeta supere los 1,5 °C.
Los esfuerzos conjuntos de gobiernos, empresas y ciudadanía son claves para contrarrestar los impactos del cambio climático y la pérdida de hábitat y biodiversidad global. La Hora del Planeta muestra que todos podemos marcar la diferencia si nos unimos para tomar medidas. En el caso de las empresas, más de un centenar de ellas, se han adherido a este compromiso con el planeta.
La Hora del Planeta es más necesaria que nunca porque el tiempo corre en nuestra contra. En un entorno político mundial polarizado, el poder de la acción colectiva muestra que juntos podemos construir un futuro mejor para toda la humanidad.