Gastando menos energía podemos ayudar a que nuestros bolsillos a final de mes sufran menos. El aislamiento de la vivienda debe ser el primer paso para buscar ese equilibrio energético. Evitar que aparatos de música, televisores…, cualquier objeto enganchado a la red eléctrica estén encendidos sin razón.
Para ver la televisión no es necesaria una luz muy potente, que además, probablemente nos entorpezca la visión produciendo brillos en la pantalla del televisor. Uno de los pesos pesados de una casa, en cuanto a gasto energético, es el refrigerador. Vigilar que cierre correctamente para conseguir la menor fuga de frío posible.
A la hora de lavar prestar atención al uso de la lavadora y la plancha. Buscaremos realizar el menor número de lavadores posibles, para ello, la llenaremos lo máximo posible. No podemos obviar que una plancha encendida consume una gran cantidad de energía, por lo que habrá que tenerla conectada simplemente lo necesario.