Nunca es demasiado tarde para arrimar el hombro. Ayudar a los demás es uno de los valores fundamentales del ser humano y, hoy en día, debido a la pandemia de coronavirus, sin duda resulta más necesario que nunca. Hoy, en el Día Internacional de la Solidaridad, te contamos cómo sacar tu lado más colaborativo. Puedes hacer voluntariado o dar el paso y ser socio de una ONG, pero hay otras alternativas más concretas para la situación que estamos viviendo: desde donar alimentos, y así paliar las “colas del hambre” que vemos en nuestras ciudades, hasta dar ropa para quien la necesita o incluso cooperar a través de una aplicación móvil.
Día Internacional de la Solidaridad
Cada 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Solidaridad. La fecha no es baladí: se eligió porque un día similar, pero de 1980, se fundó el movimiento sindical polaco ‘Solidarno??’, que fue uno de los tantos responsables de la caída del muro de Berlín, nueve años después. Es más, uno de sus dirigentes, Lech Walesa, fue consagrado con el Premio Nobel de la Paz en 1983, gracias a que promovió los ideales de la solidaridad no solo en su país de origen, Polonia, sino por todo el planeta.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) instauró esta fecha basándose en el reconocimiento de la Declaración del Milenio, que hizo de la solidaridad uno de los valores fundamentales esencial para las relaciones entre los individuos, pueblos y naciones en el siglo XXI. Esta característica, según la ONU, no solo es un requisito de carácter moral, sino también una condición previa para la eficacia de las políticas de los países y los pueblos. Es “una de las garantías de la paz mundial”.
Para celebrar la fecha, primero hay que ser conscientes de cuáles son las verdaderas necesidades de nuestra comunidad, ciudad o país. Como recuerda Naciones Unidas, este día de la solidaridad no posee un programa fijo; cada uno es libre de celebrarlo como mejor se adapte a las necesidades de sus habitantes. Y hay que tener en cuenta que, en tiempos de pandemia, salir a la calle para echar una mano puede resultar complicado. Pero siempre es posible ayudar.
¿Quieres ayudar? Los bancos de alimentos te necesitan
Una de las maneras más sencillas de ayudar a quien más lo necesita es a través de una donación de alimentos. En Europa, en los últimos meses, la crisis sanitaria ha traído no solo dolor y sufrimiento, sino también una nueva emergencia alimentaria. La demanda de alimentos ha aumentado hasta un 50 % en comparación con el periodo anterior al coronavirus, según la Federación Europea de Bancos de Alimentos (FEBA). “Los 430 Bancos de Alimentos que operan en Europa han hecho todo lo posible, a pesar de las dificultades que implica la distribución, para atender las necesidades de padres, madres, ancianos y jóvenes en la zona”, reconoce Jacques Vandenschrik, presidente de la FEBA, a través de un comunicado.
Pero las perspectivas para los próximos meses no son mejores. En España existen diversos sitios en los que puedes donar alimentos. La Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) tiene una lista de 54 bancos que operan repartiendo alimentos a más de 7.000 entidades y que benefician a un millón de personas. En tiempos de coronavirus, lo idóneo y más sencillo, si se quiere contribuir con la aportación de alimentos, es entrar a la página web de Fesbal desde donde se puede hacer una donación puntual o periódica.
Si no usas esa ropa, no la tires: puedes donarla Imagen: quinntheislander
El confinamiento nos ha hecho ver que necesitamos menos ropa de la que tenemos en el armario. Los beneficios que se obtienen por un acto tan sencillo como donar las prendas que ya no utilizamos son varios: cuidas el medio ambiente, ayudas a personas que lo necesitan y colaboras a cubrir una de las necesidades básicas de las personas más vulnerables, de acuerdo con Oxfam Intermón. ¿Dónde hacerlo?
Hay distintas opciones. Por ejemplo, la Fundación Humana tiene unos 5.000 contenedores en varias ciudades del país. También Cáritas dispone de contenedores en distintos puntos de España. Y, además, hay grandes cadenas de ropa que en sus locales recogen prendas de vestir como parte de su compromiso social y medioambiental.
Apps para ayudar a tus vecinos y luchar contra el hambre
La tecnología nos ha acercado más que nunca. Lo hemos visto durante los meses de emergencia sanitaria. Hoy es más sencillo quedar en una videollamada que en una terraza de un bar. Y también resulta mucho más fácil ayudar a nuestros vecinos a través de una aplicación. Estas son dos ideas:
- La plataforma Frena la Curva (FLC) y la empresa tecnológica Kaleidos han creado un mapa online donde se anuncian ofertas y peticiones de ayuda. FLC es una plataforma ciudadana donde voluntarios, emprendedores, activistas, organizaciones sociales y laboratorios de innovación pública y abierta cooperan para canalizar y organizar la energía social y la resiliencia cívica frente a la pandemia. Su apuesta es dar una respuesta desde la sociedad civil complementaria a la del Gobierno y los servicios públicos esenciales.
- Bajo el lema “¡Hagamos del confinamiento un vecinamiento!”, la aplicación Mr. Neiborhú busca ayudarnos a mantenernos conectados y dar lo mejor de nosotros. A través de una app gratuita puedes conectar con tus vecinos, intercambiar favores y mantenerte al día de todo lo que ocurre a tu alrededor sin salir de casa.
También existen otras aplicaciones que buscan aliviar uno de los grandes problemas del mundo: el hambre. Una de ellas se llama Encantado de Comerte. A través de esta plataforma online, los comercios dedicados a la hostelería o venta de productos alimenticios ofrecen los artículos que no han vendido a lo largo del día del día o próximos a su fecha de consumo preferente o caducidad. Además de ser productos en perfecto estado para el consumo, estos se publican con descuentos como mínimo del 40 %. Al final del día, unas horas antes de cerrar, los comercios de alimentación tienen una estimación de los productos que no van a conseguir vender a la hora de cierre. La aplicación permite aumentar la visibilidad de estos productos para que lleguen al mayor número posible de potenciales consumidores.