Tener que recurrir a un fontanero para que efectúe una reparación es un imprevisto que puede trastornar nuestro presupuesto. Pero este problema podemos resolverlo si nosotros mismos sabemos solucionar las pequeñas averías que se produzcan en tuberías y grifos. Además, algunas pueden ser fácilmente reparadas con tan sólo seguir algunos sencillos consejos. En otros casos bastará con adoptar algunas medidas preventivas.
Cuando pretendamos instalar un sanitario en casa es muy importante asegurarnos de que se rellene la ranura que queda entre éste y la pared del baño. De esta forma, lograremos evitar que salgan humedades y que se estropee el revestimiento. En este tipo de instalaciones debemos cerciorarnos de que las juntas de los sanitarios se rellenen con masillas sintéticas. Este material ofrece mejores resultados ya que resulta totalmente impermeable y resiste más tiempo en buenas condiciones. En general, estas masillas están compuestas por caucho o silicona y por este motivo son flexibles y adhesivas.
Si alguna vez el problema con el que nos encontramos es que explota una tubería es aconsejable que sigamos los siguientes pasos:
–Cerrar las llaves de paso.
–Apagar el calentador del agua.
–Envolver la tubería con algo impermeable y pon cubos en la zona afectada.
–Abrir los grifos de agua fría y guardar el agua en lavabos, bañeras y cubos por si necesitamos usarla antes de que arreglemos las tuberías.
–No tenemos que abrir los grifos de agua caliente, ya que podríamoss estropear el depósito de agua caliente si hay agua helada.
En las zonas de clima frío, o en segundas viviendas, es muy probable que se congelen las tuberías. Evitarlo es muy sencillo si echamos un poco de sal gorda por los desagües de los sanitarios. Además, de paso, evitaremos los malos olores en las cañerías.