Nos gusta ir a la moda. Durante 2018, los europeos nos gastamos de media 600 euros por persona en comprar ropa. Unas prendas a las que les damos muy poco uso, pues, de media, nos las ponemos unas 95 veces en nuestra vida. Y, encima, en España, cada año desechamos 12 kilos de ropa por persona. La industria de la moda, que entre 2000 y 2014 duplicó su producción, tiene un impacto en el medio ambiente del que no somos conscientes. Con nuestro armario contribuimos al cambio climático. Pero los consumidores podemos cambiar esta tendencia con estas prácticas y otras muchas que comentamos a continuación.
?? Algunos datos sobre el impacto ambiental de la industria de la moda
- La industria de la moda es responsable del 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, más que los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos.
- Cada kilo de ropa reutilizada y no incinerada evita la emisión de 3,17 kg de CO2, pero menos de la mitad de las prendas se reciclan.
- Si el número de veces que nos ponemos una ropa fuera el doble, las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria textil se reducirían un 44 %.
- La industria de la moda utiliza cada año 93 billones de litros de agua, suficiente para abastecer a 5 millones de personas.
- Para fabricar una camiseta de algodón se necesitan unos 2.700 litros de agua, cantidad que una persona bebe en dos años y medio.
- Menos del 1 % del material utilizado para producir ropa se recicla en ropa nueva, lo que representa una pérdida de materiales por valor de unos 100.000 millones de euros al año.
? Consejos para comprar ropa de forma más sostenible
Cambiar nuestro modelo de consumo para dar prioridad a la calidad frente a la cantidad no es fácil, como tampoco lo es no alimentar la fast fashion (“moda rápida”) y su acelerado ritmo de tendencias. Aquí van algunos consejos para que nuestras compras sean más sostenibles y recuperemos el verdadero valor de la ropa.
- Huye del hiperconsumo. Compra pensando realmente en cuáles son tus necesidades y qué te lleva a adquirir ropa nueva. Esto nos ayudará a no dar rienda suelta al consumismo.
- Fíjate en la calidad de los tejidos, de su confección. Infórmate sobre quién y dónde se ha diseñado y fabricado. Esto nos vinculará con la prenda y nos impulsará a cuidarla más para que nos acompañe más tiempo en el armario.
- Antes de comprar ropa nueva, piensa en aspectos como el número de veces que vas a utilizarla, si se combina con facilidad o si cumple su función. Según la Fundación Ellen MacArthur, usamos solo un 20 % de las prendas de nuestro armario.
- Cuida las prendas, presta atención a cómo las usas, guardas, lavas y planchas, con el objetivo de alargar su vida útil.
- Opta por marcas sostenibles o de comercio justo. Para reconocerlas, nos podemos fijar en si cuentan con una certificación de sostenibilidad, como son Fair Wear Foundation, Global Organic Textile Standard (GOTS) o Better Cotton Initiative.
- Considera pagar más por ropa de mejor calidad. El precio más alto de la moda sostenible es el precio justo y digno de las prendas.
- Busca alternativas a la compra, como el alquiler de ropa para eventos o experiencias deportivas, los intercambios de ropa entre familia o amigos o las tiendas de segunda mano.
? Qué hacer con la ropa que ya no usas o no quieres
Un 87 % del material usado para la producción de ropa acaba incinerado o en vertederos, según datos del informe de la Fundación Ellen MacArthur. La reducción de residuos pasa por buscar alternativas para las prendas que ya no queremos. Estas son algunas ideas para evitar por todos los medios que la ropa acabe en la basura:
- 1. Reinventa las prendas. Internet está lleno de tutoriales con ideas para darle otro uso a nuestra ropa, desde camisetas transformadas en bolsas de tela para ir a la compra hasta jerséis convertidos en faldas.
- 2. Personalízalas. Modificar las mangas de una camiseta o cambiar los botones de una cazadora puede hacernos ver esas prendas con otros ojos y darles una segunda oportunidad.
- 3. Véndelas en apps. Alguien les dará una nueva vida y podrás obtener un beneficio por ellas. Propón a tus amigos, familia o compañeros de trabajo hacer un intercambio de ropa.
- 4. Dónalas. Puedes depositarlas en contenedores específicos para ello o informarte sobre qué tiendas ofrecen descuentos a cambio de entregar ropa usada.