Los cuartos de baño son uno de los principales focos de problemas para sus propietarios, sobre todo si éstos tienen cierta antigüedad o si la instalación no la ha realizado una persona experta.
En esta ocasión la avería es una pérdida de agua en el lavabo, una fuga en el sifón del propio lavabo como consecuencia del desgaste de la junta. Para repararlo, lo primero que hay que hacer es aflojar manualmente la tuerca del codo de salida del sifón y retirar la junta antigua.
Si se desconoce el tipo de junta que se necesita se puede acudir con la pieza estropeada a cualquier ferretería o tienda dedicada a equipos de saneamientos y pedir un recambio. En este caso se precisa una junta de 32 milímetros de diámetro para una tubería de PVC.
La junta nueva se coloca en el mismo sentido que la anterior ya que su forma cónica obliga a mantener una disposición determinada. Una vez realizada la sustitución, se aprieta de nuevo la tuerca del sifón para comprobar posteriormente que dejando correr el agua ya no se producen fugas.
Así de fácil se ha corregido un problema sin la necesidad de llamar a un fontanero, con el gasto que ello supone. De todas formas si la fuga persiste se recomienda llamar a un profesional.