Para vender una vivienda en España hay que seguir una serie de pasos, como tomar fotografías, publicar un anuncio en los portales inmobiliarios, recibir las visitas, firmar contratos… Pero de todos ellos, hay tres que son imprescindibles para conseguir una venta rápida y exitosa: la tasación de la vivienda, la organización de los documentos y la negociación con el comprador. A continuación, te damos las claves para llevarlas a cabo y alcanzar el objetivo de vender en tiempo récord.
1. La tasación de la vivienda
Sí, la clave para una venta exitosa está en el precio. Una casa cuyo coste sea alto en comparación con los valores de mercado tardará mucho tiempo en encontrar un comprador. En cambio, una que se vende por un coste bajo puede perjudicar la rentabilidad del propietario. Por eso, la tasación de la vivienda es el paso más importante en una compraventa, y tener una buena estrategia de precio puede marcar la diferencia. Pero ¿qué significa esto exactamente?
Definir una estrategia de precio implica tomar ciertas decisiones, como publicar el piso a un importe más ajustado para venderlo rápido o bien anunciarlo a un coste más alto y bajarlo gradualmente hasta despertar el interés de los compradores. Sin embargo, para llegar a este punto, es importante definir cuál es el precio de mercado de una vivienda y, para ello, es muy importante realizar, al menos, cuatro tasaciones gratuitas: con una inmobiliaria online, con una tradicional, con un iBuyer y con otra entidad más objetiva, como una sociedad de tasación.
2. La organización de los documentos
Otro paso fundamental en una compraventa de un piso es la organización de los documentos. Algunos, como la nota simple, son muy fáciles de conseguir. Esta se puede pedir de forma online y su coste es de apenas nueve euros. Otros, como el certificado energético o la cédula de habitabilidad (que solo es obligatoria en algunas comunidades como Baleares y Cataluña), son más costosos y pueden llevar más tiempo. La gestión del primero, por ejemplo, puede tardar una semana; la del segundo puede demorar entre 30 y 90 días hábiles.
Por todo esto, es recomendable ser muy organizado con los documentos y tenerlos listos desde el principio. De esta forma, si hubiera algún inconveniente, el propietario podría resolverlo con tiempo sin que esto retrasase o perjudicase la venta.
Imagen: Aymanejed
3. La negociación con el comprador
Según un estudio realizado por el iBuyer Casavo, solo un 42 % de los vendedores tiene una expectativa acertada del valor de mercado de su vivienda. En otras palabras, muchos propietarios creen que el valor de su casa es mucho mayor de lo que los compradores están dispuestos a pagar por ella. De allí la importancia de la negociación.
Lo habitual es que los compradores hagan ofertas por precios más bajos; por eso, es aconsejable estar abiertos a la negociación. Sin embargo, esto no significa aceptar cualquier tipo de rebaja sobre el importe, sino permitirse dialogar con el comprador para llegar a un acuerdo y cerrar la operación de tal forma que ambos queden satisfechos y encuentren su beneficio.
Truco extra: confía en un profesional
Si todos o algunos de estos pasos resultan difíciles de llevar a cabo, o si se ha intentado definir una estrategia, organizar la documentación y negociar con los compradores potenciales, pero sin éxito, contactar con una inmobiliaria puede ser una buena alternativa.
Para hacerlo, es aconsejable comparar los servicios de varias agencias inmobiliarias antes de contratar una. Solo así cada vendedor podrá encontrar una que se adapte a sus necesidades particulares y con la que se sienta a gusto.