La melamina es un material no tan resistente como la madera maciza y, por lo tanto, uno de los problemas que puede originar es que la lámina del chapeado se acabe abombando por el efecto que la humedad o el calor aplicado directamente sobre él puedan ejercer.
Obviamente, la prevención es la mejor manera de mantener en perfecto estado este tipo de materiales, pero una vez que ya ha aparecido el abombamiento, y si éste no afecta a una superficie muy grande, se puede remediar de la siguiente manera:
– Localizando el abombado y colocando encima un paño húmedo y, seguidamente, papel de aluminio.
– Con la plancha a media temperatura habrá que tratar de ablandar la cola para que vuelva a hacer reacción.
– Cuando se vea que la cola se derrite, colocar encima de la zona afectada un peso considerable y dejarlo así durante 12 horas.
Otra solución es hacer un corte con un cutter en el lugar abombado, tratando de seguir el sentido de la veta, e introducir cola con una jeringa. Después también se deberá colocar un peso encima durante 6 horas aproximadamente.