“Debería haber un gran almacén de arte en el mundo al que el artista pudiera llevar sus obras y desde el cual el mundo pudiera tomar lo que necesitara”. Se trata de una frase tan premonitoria como desconocida. Más si te tiene en cuenta que no es de ningún gurú de las nuevas tecnologías ni de un activista en favor de la cultura libre al estilo de Lawrence Lessing. La dijo Ludwig van Beethoven en el siglo XIX. Ahora más que nunca se dan las circunstancias para que ese gran almacén del arte sea una realidad.
Relaciónate con tu público
Sólo hay que echar un vistazo a portales sindicadores de contenidos musicales como The Red Ferrer para ver que, efectivamente, hay por lo menos un millón de canciones y piezas musicales dispersas por el ciberespacio. Probablemente sean más, quizá muchas más, y sus autores lleven bastante tiempo subiéndolas a la Red, pero ha sido gracias al desarrollo del software social que estas piezas han comenzado a escucharse y a tener un público que se relaciona íntimamente con el artista.
Manolo Almeida, músico, escritor de novelas, blogger y periodista asegura que su decisión de poner sus discos en descarga, en la página ProyectoIsla, le ha reportado una grata experiencia. “De mis dos discos, creo que las ventas totales no superaron los 3.000 ejemplares; en la actualidad, las descargas de mis canciones en la red rondan ya las 9.000”, explica Almeida.
Almeida hace hincapié en que las redes sociales, como blogs y páginas de favoritos o el correo electrónico, permiten una relación más humana entre el artista y su interlocutor. “Quizá no sea el factor cuantitativo el que quisiera destacar, sino que desde que ofrezco mi música en Internet no he parado de recibir correos de gente que me felicita o me compadece, que me pregunta cosas, que me pide consejos, que me los da?”, dice. El objetivo ya no es tanto el número de descargas, o ventas de canciones, sino el que los temas del autor se muevan de oído a oído cuanto más mejor. Ser escuchado equivale en la red a ser conocido, y ser conocido significa asistencia a los conciertos, que es lo que realmente sustenta económicamente al músico.
“El músico debe ser consciente de que las normas del juego han variado”, advierte Almeida. “En breve, no valdrá camelarse a un productor o un ejecutivo de discográfica; la batalla será de tú a tú con el público, de talento a talento, de empatía a empatía”, sentencia subrayando la importancia de los vínculos online. Parece que el mismo mensaje ha calado en miles de artistas, puesto que hay en el mundo numerosas páginas personales donde los creadores combinan las descargas de música con blogs y otros programas comunitarios en los que tratan temas afines con sus seguidores.
The Red Ferrer, por ejemplo, no es sólo un directorio de enlaces de descarga gratuita: da cumplidas explicaciones del catálogo, la usabilidad y la calidad de las páginas que sindica además de clasificarlas para hacerlas más asequibles. Es además un sitio wiki, lo que significa que los usuarios pueden editar y modificar sus contenidos si lo creen necesario, siempre en bien de la comunidad. Otros portales, como Kittyspit.net, tienen su “top 10” de descargas que varía de día a día y según el estilo.
En España el fenómeno está en ciernes, pero la cultura social de la red se percibe en las páginas existentes. Por ejemplo, Almeida publicita en ProyectoIsla su blog Útil y Gratis para promover la cultura del uso inteligente de las tecnologías y la creación artística. Desde el blog se comunica con unos lectores que comparten sus opiniones, se interesan por todo lo que él hace y además se descargan sus obras. A su vez Almeida se interesa por lo que hacen sus lectores en sus páginas personales y también escucha su música. Es así como se establecen este tipo de redes.
Otras páginas de música en castellano con la misma filosofía son Durdenrecords y laMundial.net. Originariamente se dedicaban a los contenidos de un solo grupo, pero ahora albergan las descargas de otros y se enlazan con webs afines. Además tienen blogs, foros y contenidos multimedia donde se crea una comunidad de seguidores.
CC: Licencia para descargar
Cada vez se hace más frecuente la doble C de Creative Commons en las páginas web que albergan contenidos personales: muchos blogs la tienen, así como algunos medios de comunicación. En los sitios que albergan descargas son casi una obligación: Creative Commons es un tipo de licencia de propiedad intelectual que permite descargar, manipular e intercambiar contenidos de los autores sin pagar. En la mayoría de los casos simplemente hay que preservar el nombre del autor junto a la obra.
Ha sido la consolidación mundial, hace poco más de un año, de esta modalidad del copyleft la que ha propiciado la reciente oleada de descargas en la red por parte de usuarios de todos los países. No hay cálculos que comparen la cantidad de música libre online antes y después de la aparición de Creative Commons, pero hoy en día apenas quedan páginas de descarga que no se acojan a este tipo de licencia.
Una de las grandes ventajas de Creative Commons, y que explicaría su efecto de bola de nieve en la red, es que no supone ninguna alteración en el marco legal, con lo que adquirir una licencia apenas tiene trámites; se gestiona online. “Creative Commons lo que ha hecho es facilitar a los artistas un sistema de licencias copyleft fácil de entender para todo el mundo, de manera que tu decides en que términos vas a poner tu material en circulación para que todos sepan a que atenerse”, explica Ani “Defunkid” López de la página laMundial.net, que es a la vez web y grupo en activo.
Creative Commons simplemente hace un uso diferente de los derechos que la ley otorga a los creadores, proporcionando mayor flexibilidad sobre el control de la propiedad intelectual. Y esta flexibilidad permite utilizar la obra ajena de un modo que antes era imposible o ilegal. Se puede reeditar o remezclar la obra de un autor y luego ponerla a disposición de los usuarios sin mayor problema. Siempre que el autor así lo consienta.
“El nacimiento de las licencias CC ha proporcionado a muchos músicos una herramienta para darse a conocer y crear una audiencia de la que antes carecían”, opina José Cervera, especialista en Internet de 20minutos.es y pionero en España en el uso del copyleft. La ventaja que ofrece Creative Commons es que los autores tienen el control directo sobre la obra, sin intermediarios. Según Cervera, “muchos músicos se están dando cuenta de que es posible prescindir, gracias a la tecnología, de las discográficas y las editoriales y están utilizando esta herramienta (Creative Commons) con profusión, con lo que está naciendo toda una escena musical paralela”. “Y esto va a ir a mas”, avisa.
Netlabels, la apuesta radical
Netlabel es, tal como su nombre en inglés indica, sello de red. Son discorgráficas contrapuestas a las tradicionales compañías con ubicación física. Un netlabel tiene además otro rasgo que le define: la música que produce y promociona se encuentra en descarga gratuita para todos los internautas. No hay coste alguno por descargarse discos enteros, ni siquiera hay que exponer los datos personales o soportar ninguna publicidad. Es una nueva modalidad de promoción musical que se inscribe en un circuito de culto y bajo la licencia de Creative Commons.
Los netlabels están generando una escena musical paralela en el ámbito de la electrónica y el hip hop; principalmente en los países centroeuropeos y escandinavos, pero también en países tan diversos como Japón, Chile o Israel. Su baza es darse a conocer en la red a base de sociedades virtuales de seguidores e intercambio de música. No contemplan la pieza musical como un objeto comercial, sino como una tarjeta de presentación de su talento; algo que les da a conocer y les llena las salas de conciertos.
Aunque su radio de acción está todavía limitado al lugar de origen, su explosión en los dos últimos años ha propiciado una extensa red de portales wiki donde se discute sobre los netlabels, se los cataloga y se editan sus contenidos y definiciones, además de exponer el calendario de sus conciertos. También el software social es una herramienta fundamental de los sellos virtuales.
El wiki más notable es Netlabel Catalogue, un directorio donde se alberga información sobre unos 200 sellos online de todo el mundo, todos de música experimental, hip hop y electrónica. Netlabel Catalogue ofrece también emisiones de radio con temas de netlabels, foros de discusión y la posibilidad de que el usuario tenga su propia página dentro del portal. Si el internauta es un músico de la escena, puede albergar sus temas en dicha página y de este modo crear su propio netlabel.
Un factor que está propiciando la respuesta positiva del público respecto a los netlabels es la consolidación en el mercado de los reproductores de MP3, que facilitan mucho la descarga y la escucha. “La combinación de formatos de audio como el MP3 con sistemas de reproducción como el iPod (o los numerosos reproductores existentes en el mercado) reemplazan a la industria discográfica en pleno”, opina José Cervera. “Si sumamos a eso que los sistemas de edición en ordenadores personales reemplazan a los estudios de grabación, queda muy poco sitio para intermediarios, a no ser que ofrezcan otras cosas (calidades excelsas o capacidades de promoción muy sofisticadas)”, añade.