Las fuentes renovables producen energía limpia e inagotable, y según sus defensores, son la alternativa lógica a los combustibles fósiles y la energía nuclear. Aunque en la actualidad cubren el 20% del consumo mundial, dificultades de todo tipo lastran su desarrollo. Sin embargo, el potencial de esta energía ecológica es enorme: Un reciente informe de Greenpeace asegura que podrían cubrir la mitad de las necesidades energéticas mundiales en 2050. En cualquier caso, los expertos consideran inviable su incremento sin la necesaria voluntad institucional y la concienciación de la sociedad.
Estado de desarrollo en España y en el mundo
En agosto de 2005, el Consejo de Ministros aprobó el Plan de Energías Renovables 2005-2010 para España, con el objetivo de cubrir el 12% del consumo de energía primaria en 2010 con renovables, siguiendo las directrices marcadas por los responsables comunitarios. Sin embargo, en 2005 tan sólo se pudo alcanzar el 5,8%.
Según José María González Vélez, presidente de la Asociación de Productores de Energía Renovables (APPA) “aunque se trata de un sector económico en el que destacamos sobre el resto de países de nuestro entorno, es materialmente imposible que alcancemos los objetivos del Plan. No dejamos de ser los tuertos en el país de los ciegos”.
En España no dejamos de ser los tuertos en el país de los ciegos
Tal vez por ello, el Ejecutivo comunitario presentaba hace unos días un paquete de medidas para impulsar el desarrollo de la energía renovable, proponiendo el 20% del consumo energético continental con renovables en 2020.
Este objetivo, que sería obligatorio por primera vez en todo el territorio comunitario, está lejos del alcance de la gran mayoría de los países miembro, según el presidente de APPA, aunque no de España: “En la UE, únicamente Alemania, Suecia y, en menor medida, Hungría, están en mejor situación que nosotros. Con voluntad política, podríamos alcanzar el vigente objetivo europeo de 2010”. Por ello, según González, “es algo que el Gobierno tiene que escuchar, ahora que está revisando la normativa de referencia del sector y pretende instaurar unas condiciones que empeoran las actuales”.
En esta misma línea se manifestaba hace unos días José Manuel Entrecanales, Presidente de Acciona, quien considera que España tiene una oportunidad única de liderar el cambio energético en el mundo: “En 2015 las energías renovables se pueden convertir en el primer sector exportador de nuestro país, por encima del sector del automóvil”, afirmó.
Por otra parte, el informe “Revolución energética global: Perspectiva mundial de la energía renovable“, impulsado por Greenpeace y elaborado por científicos y expertos en energía renovable de todo el mundo, proporcionaba recientemente argumentos más que suficientes para apostar por las renovables.
Según las pautas de los responsables del estudio, las energías renovables, junto con el aumento del consumo eficiente, podrían abastecer la mitad de la demanda energética mundial en 2050, manteniendo además el desarrollo económico mundial, incluso de los países emergentes. Para ello, Greenpeace advierte de que se deben tomar decisiones cuanto antes, para poder sustituir las actuales centrales de generación eléctrica, que se encuentran cerca del final de su vida útil. Asimismo, reclaman a los gobiernos la retirada de las subvenciones que ahora disfrutan los combustibles fósiles y nucleares, y que se introduzca el principio de “quien contamina paga”.
En España, el informe de Greenpeace concluye que el potencial de las energías renovables podría satisfacer 56 veces la demanda eléctrica peninsular en 2050. Además, el próximo mes de abril, la organización ecologista presentará la segunda parte de este estudio, que explicará cómo podría funcionar el sistema eléctrico completamente con energías renovables, incluyendo un análisis de costes.
¿Qué las está frenando?
Según José María González, la falta de voluntad política real es la causa principal del freno al desarrollo de las renovables: “No dejan de ser un florero en los programas electorales que adornan mucho durante la campaña, pero que se dejan secar en cuanto el período electoral se termina. Sin duda, necesitamos políticas a largo plazo, con 20, 30 ó 50 años vista, en las que las renovables sean consideradas como las energías estratégicas que son, puesto que sólo ellas son limpias, autóctonas, inagotables y seguras.”
De esta manera, se puede explicar por qué Alemania, con la mitad de luz que España, tenga 30 veces más potencia solar instalada. En este sentido, Pedro Gómez Romero, experto en materiales y almacenamiento de energía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), explica que los alemanes cuentan “con más y mejor normativa. Leyes que garantizan el vertido en red de la electricidad excedente generada por los ciudadanos, leyes que incluso regulan un precio mínimo para la venta de dicha energía a la red.”
Asimismo, Gómez Romero subraya que con las energías no renovables no se tienen en cuenta sus “costes no internalizados”, por lo que parecen mucho más baratas que las renovables: “¿Revierten en la factura energética los costes de mareas negras, los asmas derivados de la contaminación, la guerra de Irak o el calentamiento global? No, lo pagamos con dinero público, con nuestra propia salud o incluso con la vida de miles de personas.”
Las renovables reciben el 19% de las ayudas y subvenciones, mientras que el restante 81% va a parar a las energías fósiles y la nuclear
Asimismo, frente a quienes opinan que las renovables no son competitivas y que sólo avanzan gracias a la inversión pública, González asegura que en la UE las renovables reciben el 19% de las ayudas y subvenciones, mientras que el restante 81% va a parar a las energías fósiles y la nuclear. “Si todas las energías computasen todos sus costes, las renovables serían las más competitivas con diferencia”, apostilla.
En opinión de Heikki Willstedt, habría que enumerar diversas cuestiones para explicar el escaso desarrollo de las renovables:
- Administrativas: dificultad de obtener los permisos y la conexión a la red.
- Tecnológicas: mientras en la eólica y la solar la tecnología ya está bastante madura, en otras no es así. Actualmente hay también una sobre-demanda de paneles fotovoltaicos y de aerogeneradores, lo cual dificulta y encarece nuevos proyectos.
- Formativas: para algunas tecnologías no hay suficiente mano de obra cualificada, como en la solar térmica.
- Políticas: el Ministerio de Industria ha velado más por los intereses de las convencionales, como el carbón, que por las renovables.
Por qué son importantes las renovables
En la actualidad, la humanidad depende en un 80% de los combustibles fósiles, que causan, según José Santamarta, responsable del Instituto World Watch en España, problemas de suministro, buena parte de los conflictos del último medio siglo, la amenaza del cambio climático, todo tipo de residuos y de contaminación, vertidos accidentales como el Prestige, consumo excesivo de agua, o degradación de los ecosistemas.
La UE es una de las regiones energéticamente más dependientes, y con ello vulnerables, al tener que importar casi todo el petróleo y gas que consume
Las razones de este espectacular consumo en España son diversas:
- Tarifas eléctricas baratas: Son las más bajas de la UE.
- Ausencia casi total de impuestos ambientales.
- Crecimiento de la actividad económica.
- Ausencia de programas de ahorro y eficiencia energética.
Sin embargo, las tensiones en Oriente Próximo, la creciente demanda mundial, en especial de China e India, y la disminución de las reservas de hidrocarburos, han incrementado los precios y los problemas de abastecimiento en los últimos años, una tendencia que seguirá empeorando, según los expertos.
Asimismo, la preocupación medioambiental es cada vez mayor, especialmente tras la entrada en vigor en 2005 del Protocolo de Kyoto. Por todas estas razones, el responsable de World Watch está convencido de que la solución pasa por el desarrollo de las energías renovables, que a medio y largo plazo podrán cubrir todas nuestras necesidades energéticas, “sin agravar el cambio climático, sin dejar una herencia de residuos radiactivos y sin ocasionar conflictos por los recursos, pues en todos los lugares hay suficiente sol o viento, y el hidrógeno será la principal forma de almacenamiento y el vector energético clave de una economía futura”.
En cualquier caso, Santamarta advierte que el proceso será lento y gradual: “Requerirá varias décadas, un esfuerzo prolongado y un importante desarrollo tecnológico, que posibilite reducir los costes, sin olvidar proporcionar un nivel de vida digno al 80% de la población mundial que vive en la pobreza”. En cuanto a la opción de la energía nuclear, que apenas genera emisiones y no sufre problemas de suministro, este experto recuerda su principal inconveniente: los residuos radiactivos, “para los cuales aún no se ha desarrollado una forma de eliminación, además de los altísimos costes de todo el ciclo nuclear, la seguridad o los peligros que conlleva la proliferación nuclear”.
En este sentido, la sociedad es cada vez más consciente de la importancia de las renovables. Según un reciente sondeo del Eurobarómetro, un 71% de los ciudadanos se muestra a favor de la implantación de la energía eólica, y un 80% a favor de la solar.
En definitiva, las renovables evitan la emisión de millones de toneladas de CO2, reducen la dependencia energética y crean miles de empleos: En la actualidad, este sector agrupa a unas 1.400 empresas, la mayoría de tamaño pequeño y mediano, aunque el 4% cuenta con más de 500 trabajadores, según el experto del World Watch.