La inversión en oro no figura entre las categorías que mayor patrimonio destinan los inversores españoles. Sin embargo, en los últimos años se ha colocado entre las más rentables y entre las que reciben mayores entradas de capital. Además de ser materia prima para la joyería, es un bien de inversión que actúa como ‘activo-refugio’ en épocas de inestabilidad política o cuando las amenazas de inflación son bastante elevadas. Los fondos que invierten en el dorado metal se han convertido en las estrellas de los cinco últimos años. Los inversores, por ejemplo, que hayan depositado sus ahorros en el fondo ‘Merrill Lynch IIF World Mining’ habrán conseguido una rentabilidad durante los últimos cinco años del 189%. De ahí que muchos expertos estimen que esta inversión es una alternativa elitista válida sobre todo en momentos muy puntuales, de incertidumbre y crisis, compensando, por otro lado, los malos momentos que experimentan activos como la bolsa.
Varios caminos para hacerse con ellos
El acceso a la inversión en oro puede lograrse por varios caminos: desde la compra de joyas o monedas hasta la compra directa de lingotes, pasando por la adquisición de acciones de empresas del sector (por ejemplo mineras), fondos de inversión especializados o, la alternativa más arriesgada, a través de derivados en los mercados internacionales. “El interés por el oro ha saltado al primer plano coincidiendo con el boom generalizado de las ‘commodities’ (productos cuyo valor viene dado por el derecho del propietario comerciar con él, como sucede con la electricidad…), y con los récords que están batiendo los precios del petróleo y los metales preciosos…, afirma Julián Sardá, director general de la Sociedad Española de Metales Preciosos (SEMPSA), que recalca que “las tensiones tanto geopolíticas como inflacionistas, junto a los movimientos especulativos de los ‘hedge funds’ (sociedades privadas con un reducido número de partícipes donde se mantiene una significativa participación personal en el capital social), han acelerado las inversiones en valores-refugio. Además, las expectativas de mayores subidas de los tipos de interés en las principales economías mundiales reaviva el temor a una posible depreciación del valor de los bonos, y aumenta el atractivo de los metales preciosos”.
En España la inversión en oro es una gran desconocida todavía, son muy pocos los ahorradores que invierten en este activo financiero; muchos por desconocimiento, otros por la escasez de la oferta.
En España la inversión en oro es una gran desconocida todavía, son muy pocos los ahorradores que invierten en este activo financiero; muchos por desconocimiento, otros por la escasez de la oferta
Este profesional estima que “la inversión en oro es una alternativa relativamente elitista y que, en general, se recomienda como una forma de diversificación de la cartera, aunque no siempre ha tenido un comportamiento “anticíclico”, sirviendo como ‘valor refugio’ ante momentos de incertidumbre o crisis y compensando los malos momentos de activos como la bolsa”
Una persona que quiera invertir en este metal precioso se encuentra con que la oferta está cada vez más diversificada, y se puede topar con productos destinados para todos los perfiles de inversores:
- Productos derivados en mercados internacionales. El riesgo de este tipo de productos es muy elevado, y por lo tanto, el perfil del cliente de este producto es el de un inversor muy especializado.
- Fondos de Inversión ligados al oro. Se crearon hace 18 años en Estados Unidos, aunque en España no están masificados, limitándose a los que ofrecen empresas internacionales (Merill Lynch, Ruffer o Societé Genérale, etc.), aunque sí pueden contratarse en los bancos y cajas de ahorro estatales.
Fondos de inversión
Son activos que entrañan un alto riesgo, como lo demuestra el hecho de que en lo que va de año los fondos especializados en metales preciosos se encuentren en números rojos. Algunos de ellos, como el ‘Merrill Lynch IIF World Mining’, ha logrado durante el pasado año un incremento del 27%, mientras que los especializados en oro (‘SGAM Fund Equities Gold Mines’, ‘MLIIF World Gold’ y ‘Share Gold’) han acumulado revalorizaciones superiores al 10%. El año pasado, el precio del metal amarillo se revalorizó un 24% y, de momento, y tras seis años de subidas consecutivas, continúa su ascenso. Entre las explicaciones a la evolución que está teniendo este mercado, Juan Ramón Caridad apunta a que “India sigue mostrando una enorme solidez en su demanda y, por otra parte, a los tradicionales sectores (joyería y odontología) se les ha unido la demanda de oro por parte de las propias compañías mineras, mientras que China también ha visto aumentar la demanda de oro a consecuencia de haber autorizado la posibilidad de comprar oro para la inversión y con fines especulativos”. Otro factor que explica la popularización de esta inversión es el hecho de que el World Gold Council (Consejo Mundial del Oro) haya permitido, a través del London Stock Exchange, en Londres y en Estados Unidos, que se pueda invertir en oro directamente y no a través de compañías mineras auríferas.
El abanico en España de fondos de inversión vinculados directamente con los metales preciosos no es demasiado amplio. Más de una decena de productos incluyen expresamente y de forma destacada en su política de inversión la industria minera de metales preciosos.
Más de una decena de productos incluyen expresamente y de forma destacada en su política de inversión la industria minera de metales preciosos
Características
Este tipo de fondos son generalmente de renta variable, denominados en dólares, y se caracterizan porque invierten en una cartera fundamentalmente de empresas de extracción de oro de todo el mundo. Por otro lado, también pueden invertir en otras acciones de metales preciosos, metales básicos y de empresas relacionadas con la minería. Estos fondos cuentan entre sus principales posiciones con activos en empresas mineras ligadas al sector como Harmony Gold Mining, Glamis Gold, Anglogold Ashanti e Impala Platinum.
Entre sus ventajas destaca el excelente trato fiscal que tiene, sin tributar hasta el momento de su reembolso, por lo que se facilita el traspaso entre fondos para ajustar libremente la inversión a la situación del mercado. Por el contrario, estos fondos cotizan en dólares y pueden requerir una cobertura del riesgo divisa. No todos los bancos y cajas de ahorros disponen de estos productos, solamente en los principales se pueden contratar. Otra opción es abrir una cuenta en alguna de las empresas financieras que comercializan estos fondos (Atlas Capital, Capital Bolsa, Gaesco y Renta 4 son algunas). El principal inconveniente para el pequeño ahorrador es el importe mínimo de inversión que tiene que desembolsar, estipulado en 3.000 dólares como media, y quizás lo peor de todo es que el cliente debe abrirse una cuenta corriente en dólares. Por último, cuenta con la desventaja de que estos fondos invierten en empresas internacionales muy difíciles de seguirlas regularmente.