En abril de este año quedaban en España 3.915 pasos a nivel. Son los puntos negros de la red ferroviaria, en los que se produce una media de 30 accidentes al año. Algunos de ellos mortales. Para eliminarlos, el Ministerio de Fomento aprobó en 2005 el Plan de Seguridad en Pasos a Nivel, que pretende suprimir hasta 2012 más de 1.900 pasos y mejorar los sistemas de protección del resto. Junto a estas medidas, la normativa ha apostado por prohibir nuevos pasos a nivel o exigir que, al menos, los que se construyan sean aéreos o subterráneos. Señales fijas, luminosas, barreras o carteles que alertan de su presencia son algunas de las medidas que se toman para evitar riesgos, pero también los conductores deben extremar las precauciones y saber cómo actuar en estos puntos.
Supresión de pasos hasta 2012
Los últimos accidentes sufridos en pasos a nivel han devuelto a la actualidad el debate sobre los riesgos de este tipo de infraestructuras. Según datos del Ministerio de Fomento, cada año se producen una media de 30 accidentes en estos puntos. En abril, todavía se podían contabilizar en España un total de 3.915 pasos a nivel, aunque Fomento tiene en marcha actuaciones para la supresión de otros 1.754, es decir, el 45% del total. Estas actuaciones se enmarcan en el Plan de Seguridad en Pasos a Nivel, aprobado para el periodo 2005-2012, con una inversión de 1.080 millones de euros. Hasta ahora, este programa ha permitido suprimir 582 pasos a nivel y sus premisas son la mejora de las condiciones de seguridad de las infraestructuras y conseguir “un ferrocarril seguro sin accidentes en pasos a nivel”.
La previsión es eliminar la mitad de los pasos que afectan a caminos de titularidad pública y mejorar los sistemas de protección de los restantes
Para ello, los proyectos se dividen en dos etapas. La primera concluirá en 2008, momento en el que deberán haberse eliminado más de 700 puntos negros de la red ferroviaria y se espera concluir la mejora de los sistemas de protección de un total de 545. La segunda fase terminará en 2012 y para entonces se habrán suprimido unos 1.200 pasos más y se habrán mejorado otros 1.300. La previsión es eliminar la mitad de los pasos que afectan a caminos de titularidad pública y mejorar los sistemas de protección de los restantes, excepto los que se encuentran en líneas sin servicio y en caminos particulares. Para estos últimos, la Orden de 2 de agosto de 2001 (que desarrolla el artículo 235 del Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres, en materia de supresión y protección de pasos a nivel) prevé que se revisen todas las autorizaciones y que se impongan nuevas condiciones de seguridad o de paso, si es necesario. Además, prohíbe la construcción de nuevos pasos a nivel, o que al menos los nuevos se realicen subterráneos o aéreos, y la eliminación de aquellos que estén en tramos en los que se puede circular a 160 kilómetros por hora o más.
Según datos de la Federación Castellano Manchega de Amigos del Ferrocarril, a 31 de diciembre de 2006, Andalucía era la comunidad autónoma con un mayor número de pasos a nivel (702). Le siguen Asturias (477), Castilla y León (473), Extremadura (316), Galicia (276), Castilla La Mancha (275), Cataluña (240) y Cantabria (221). Los últimos puestos son para la Comunidad de Madrid (37) y Navarra (9). Del resto de comunidades no hay datos disponibles, aunque todas ellas se beneficiarán del Plan de Fomento, que prioriza las actuaciones en los lugares de mayor riesgo. En este sentido, pese a que la legislación vigente sólo tiene en cuenta la intensidad de circulación de trenes para determinar el nivel riesgo, el Plan introduce nuevos criterios como el historial de accidentes, la visibilidad, la protección disponible y la velocidad en el paso de los trenes.
Sistemas de protección
Esta Orden de 2 de agosto de 2001 establece como sistemas de protección las señales fijas y luminosas, las semibarreras simples y dobles, las barreras automáticas, el personal a pie de paso y la protección específica para uso exclusivo de peatones o de peatones y ganado. También reconoce la protección en régimen de consigna, que obliga al maquinista a parar antes de cruzar el paso a nivel y a esperar a la señal del agente ferroviario, quien se encarga de cortar la circulación, activar la señalización de protección de paso y permitirle continuar la marcha. Progresivamente, los pasos a nivel han mejorado su equipamiento con modernos sistemas que bajan las barreras de manera automática cuando el tren se acerca a la zona. El propio Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT) 2005-2020 cuenta con un Programa de Seguridad, Automatización y mejora de la protección de los pasos a nivel, que desarrolla también el Ministerio de Fomento.
La normativa establece que los semáforos deben tener dos luces rojas que se enciendan de manera intermitente y alternativa
Otras señales de protección son los carteles que alertan de la proximidad de un paso a nivel o un puente móvil. En cuanto a las señales luminosas, la normativa establece que sean semáforos de dos luces rojas, que se enciendan de manera intermitente y alternativa. Estos semáforos tienen que entrar en funcionamiento, como mínimo, 30 ó 45 segundos antes del paso de cada circulación ferroviaria y, salvo que las condiciones del entorno aconsejen lo contrario, tienen que estar reforzados con señales acústicas. Por su parte, las barreras o semibarreras deben iniciar el descenso unos segundos después de comenzar los destellos y, si es necesario, ellas mismas tienen que disponer de luces rojas y blancas para ser más visibles.
Cada uno de estos sistemas se instala en un paso o en otro, según el grado de riesgo que tenga. En concreto, se establecen tres categorías de riesgo (mayor, medio y menor) y seis niveles de protección, si bien la citada norma permite la instalación de los sistemas de seguridad de acuerdo a la disponibilidad presupuestaria de los titulares. Su aplicación, por lo tanto, no supone necesariamente que todos los pasos a nivel cuenten con las medidas de seguridad correspondientes. Lo que sí exige es que, hasta que se instalen, las entidades propietarias de la infraestructura ferroviaria y los titulares de los caminos deben “conservar en buen uso los elementos de protección y señalización de que están dotados los pasos a nivel en la actualidad”.