Un gesto tan simple y cotidiano como contratar una tarjeta de crédito puede ayudar a construir una escuela en Mali, o contribuir a financiar la investigación de una medicación eficaz contra el SIDA. Los productos financieros con fines sociales son una iniciativa muy reciente en el panorama bancario español, y destinan parte de los beneficios -el 0,7% en la mayoría de los casos- a proyectos cuyo objetivo es el desarrollo social o la ayuda a paliar determinadas enfermedades. Las tarjetas de crédito solidarias cumplen con estos objetivos, pero suscitan recelo en determinados sectores sociales contrarios a que la solidaridad se convierta en un bien de consumo. Los detractores de esta práctica expresan su rechazo arguyendo que la comercialización de la soliaridad no es más que una estrategia de marketing dirigida a fidelizar a los consumidores que tienen un mayor grado de conciencia social.
Apoyo a las ONG
Unicef, Médicos Sin Fronteras, Aldeas Infantiles, Cáritas, Justicia y Paz, Fundación Mensajeros de la Paz, Cruz Roja o Ayuda en Acción… La gran mayoría de ONG son beneficiarias de una parte del gasto que realizan los titulares de tarjetas solidarias. También lo son otras organizaciones que agrupan a sectores afectados por determinadas enfermedades, como es el caso de la Fundación Síndrome de Down o la Fundación para la Fibromialgia y el Síndrome de la Fatiga Crónica.
Se puede ceder el 0,7% de los ingresos de la tarjeta a proyectos solidarios
En todos los casos, este medio de pago incorpora las prestaciones habituales de las tarjetas tradicionales como los seguros o el pago aplazado. Su emisión, en la mayoría de los casos, es totalmente gratuita durante el primer año, aunque a partir de este período hay que realizar un desembolso que oscila entre 12 y 80 euros, en función de la tarjeta que se haya contratado. Casi todas las entidades financieras disponen de alguna tarjeta que realiza aportaciones a programas sociales, y en muchos casos ofrecen una amplia gama para que el cliente se decante por aquélla que ofrezca el programa social que mejor se adapte a su forma de pensar.
La aportación económica a los programas sociales utilizando la tarjeta se puede hacer a través de dos vías: por un lado, cediendo el 0,7% de los ingresos de la tarjeta a proyectos solidarios; por otro, donando un porcentaje de la compra que se realice con este medio de pago a la ONG o Fundación a la que esté asociada la tarjeta. Uno-e, por ejemplo, comercializa la “Tarjeta Cruz Roja”, Caja Laboral distribuye la “Tarjeta Visa Medicus Mundi” y la “Visa Caritas”. Bancaja ofrece la “Bancaja Visa Voluntariado Classic”, que también destina el 0,7% de las compras a ayudas del voluntariado a través de la obra social. Caja Madrid, por su parte, comercializa la “Tarjeta Unicef Caja Madrid” en las modalidades classic y oro, y la “Tarjeta Intermón Oxfam Caja Madrid”, que incluye la exención de la cuota de alta. En ambos casos, la donación es del 0,7% de las compras que realice el titular. Lo mismo sucede con las tarjetas distribuidas por la Caixa, que incluye una amplia lista de fundaciones para colaborar a través de este producto financiero.
Elegir proyecto social
Las entidades ofrecen la posibilidad de que los clientes participen en sus propios proyectos sociales, o en el apoyo de los de las ONG con las que colaboran. Así, al utilizar la tarjeta “Bancaja Compras ONG Voluntariado”, se destina el 50% de los beneficios obtenidos a ayudas al voluntariado a través de la obra social de la entidad que da nombre al producto. Dispone de un seguro de accidentes de 100.000 euros que cubre el atraco o la expoliación del efectivo retirado en cajeros automáticos. Los límites de crédito van desde 500 euros como mínimo hasta 10.000 euros como máximo, en función de los criterios de riesgos establecidos para cada cliente. El alta de la tarjeta es gratuita, mientras que el coste de su renovación es de 20 euros al año, para la tarjeta principal, y 10 euros en la tarjeta adicional. La entidad, además, ofrece al cliente varias fórmulas de fidelización como la realización de 12 o más compras durante un año, que implica la eliminación de toda clase de comisiones.
Caja Granada, por su parte, ha lanzado al mercado la “Tarjeta Andalucía Oro Solidaria”, que contempla entre sus prestaciones la confirmación de pagos a través de mensajes SMS, consultas desde Caja Electrónica y poder organizarse a través de un servicio exclusivo de contabilidad doméstica llamado “enCuenta”, entre otros. Aunque su principal aportación consiste en destinar una parte del dinero gastado a la adquisición de alimentos, material escolar, medicinas o equipos sanitarios que se distribuyen entre las principales ONG con las que colabora esta entidad: Intermón Oxfam, Unicef, Médicos Sin Fronteras o “La Casa del Agua del Coco” (para la escolarización y mejora de vida de la población infantil de Madagascar). Esta tarjeta no tiene comisión por gastos de emisión, de forma que su titular puede disfrutarla de manera gratuita durante el primer año (a partir de ese período, el coste anual es de 60 euros en la tarjeta principal y de 30 euros en la adicional). Permite, asimismo, una doble modalidad de pago, al mes siguiente, sin intereses, o aplazado mes a mes (cuota mínima 10% de los pagos aplazados o 60 euros al mes). Al igual que otras tarjetas de estas características, contempla seguros contra atraco y fraude, accidentes y asistencia en viajes, totalmente gratuitos.
Con las tarjetas “Andalucía Plus” y “Card Solidarias”, otra de las modalidades que tiene esta Caja de Ahorros, permite disponer de un crédito permanente en el que se puede elegir la forma de pago: al fin del mes siguiente, sin intereses, o cada mes con un porcentaje o cantidad fija (mínimo 30,05 euros). El 0,7% de los ingresos de la tarjeta se cede a proyectos solidarios promovidos por la Fundación de la entidad para el desarrollo solidario, según indican desde Caja Granada. Siguiendo con la tónica de este tipo de productos solidarios, su aceptación implica la contratación gratuita de un seguro de fraude y atraco, seguro de accidentes y seguro de asistencia en viajes.
Oferta diversificada
Son numerosas las entidades finacieras que ofrecen a sus clientes la posibilidad de escoger entre un amplio listado de tarjetas asociadas a ONG, para que de esta forma el usuario ceda parte del dinero gastado a la obra social que esté más en consonancia con su manera de pensar.
La Caixa:La entidad catalana dispone de una amplia lista de tarjetas asociadas a organizaciones no gubernamentales, y en su propuesta incluye a la “Asociación Nacional Amigos de los Animales”, con una cuota gratuita el primer año. Para los siguientes períodos, en función de la tarjeta contratada, oscila entre los 14 euros de la “Visa Estrella”, a los 85 euros de la “Visa Oro”. Otra posibilidad que ofrece esta entidad es realizar la donación a la Fundación Sabera, O.N.G. dedicada a luchar contra la explotación de la mujer en la ciudad de Calcuta (India), que destina sus recursos a la puesta en marcha de proyectos de acogida, cuidado sanitario, nutrición,… La cuota del primer año es gratuita si se solicita por Internet, y después de 32 u 85 euros, según eté asociada a la “Visa Classic” o la “Visa Oro”.
La Fundación Aequitas es otra de las opciones, y tiene como objetivo potenciar el desarrollo y la efectividad de los derechos de las personas que necesitan una protección especial. Otra alternativa que contempla esta caja es solicitar la tarjeta asociada a la Fundación para la Fibromiálgia y el Síndrome de la Fatiga Crónica, con una cuota gratuita durante el primer año, y de 32 euros en los siguientes períodos, aunque si la facturación anual en comercios es superior a 1.500 euros, también es gratuita.
Caja Laboral:Ofrece a sus clientes una propuesta diversificada para que estos puedan seleccionar el modelo de tarjeta solidaria que prefieran. Una de ellas es la “Visa Medicus Mundi”, una tarjeta de crédito mensual con las mismas prestaciones que la “Visa Clásica” y con la que Caja Laboral colabora en proyectos de desarrollo de Medicus Mundi, donando 2,50 euros por cada tarjeta de titular y un euro por cada tarjeta de beneficiario, además de ceder un porcentaje de las compras realizadas con estas tarjetas.
Bankinter:Se suma a la comercialización de este producto financiero a través de la “Visa Solidaria”, una tarjeta de crédito que permite a su titular disponer de un límite mensual de crédito de hasta 3.000 euros mensuales. Dependiendo de la modalidad de pago elegida, se destinará desde un 0,25% (pago total) hasta un 3% (pago aplazado) de las compras realizadas a proyectos de acción social. El importe de la cuota anual es de 20 euros para la tarjeta principal, y de 18 euros para la adicional. Ambos importes se donarán íntegramente a proyectos de acción social. Esta tarjeta será emitida con forma de pago total: el importe dispuesto durante el mes se cargará en la cuenta corriente a principios del mes siguiente. Si lo prefiere el titular, puede planificar sus gastos como más le convenga al elegir qué cantidad desea pagar al mes. Contempla, además, un servicio gratuito de alarma antifraude.
Caixa Terrassa:Dispone de productos solidarios asociados tanto a tarjetas de crédito como de débito, por las que la entidad catalana cede a ONG una parte de las comisiones que generan sus tarjetas al utilizarlas en sus compras. De este modo, los clientes pueden colaborar en el desarrollo de proyectos agrarios, en la formación de adultos y en la escolarización de jóvenes y niños del Tercer Mundo, así como en proyectos asistenciales del entorno más cercano, como afirman desde la caja. Entre las organizaciones no gubernamentales colaboradoras destacan Manos Unidas, Caritas, Justicia y Paz, Cruz Roja e Intermón Oxfam.
Caja Madrid:Ofrece tres tarjetas solidarias, una de ellas asociada a Intermón Oxfam. Utilizando este medio de pago, la caja madrileña dona un porcentaje de las compras que se realicen a los proyectos de desarrollo que lleve a cabo esta ONG. Otra posibilidad es contratar la Tarjeta “Unicef Caja Madrid”, destinando un porcentaje de la compra que se realice a UNICEF. La tercera oferta es la “Tarjeta Síndrome de Down”, que ofrece la posibilidad de colaborar en los proyectos realizados por la Fundación Síndrome de Down. La contratación de cualquiera de estas tarjetas conlleva un seguro gratuito de accidentes por valor de 300.506 euros, descuentos en determinados establecimientos del 3%, o la posibilidad de domiciliar su tarjeta en su entidad financiera habitual. También se puede elegir la modalidad de pago que más se ajuste a las necesidades del titular: al contado o aplazado, con abono del 10%, 25% o 50% del crédito dispuesto al mes siguiente.