América Latina se ha convertido en los últimos años en una de las regiones de mayor bonanza económica. Desde 2003, el PIB de este mercado ha crecido a ritmos anuales del 5%, lo que contrasta con el crecimiento medio del 3% de la economía española o del 2% de la zona euro. Pese a su inestabilidad política y social, sus perspectivas económicas son muy favorables. De ahí que muchas empresas españolas apuesten por incrementar sus inversiones en la zona. Pero un pequeño inversor, ¿cómo se puede beneficiar? Desde el punto de vista de la inversión particular, es una de las opciones más rentables de los últimos años. En lo que va de 2007, el índice Latibex, que agrupa a las principales empresas de la región, sube un 44%, frente al 8% que gana el Ibex o el discreto 2% que se anota el Euro Stoxx. Los pequeños accionistas pueden participar acercándose a la bolsa latina o a través de los numerosos fondos de inversión especializados. En cualquier caso, conviene tener en cuenta que se trata de un mercado de riesgo, sólo apto para inversores con cierta cualificación y un perfil de inversión agresivo.
¿Qué es el Latibex?
Latibex es el único mercado internacional que contiene específica y únicamente valores latinoamericanos. Nació en diciembre de 1999, fue aprobado por el Gobierno español y está regulado bajo la Ley del Mercado de Valores española. Invertir en Latibex es una buena forma de canalizar de manera eficaz las inversiones europeas hacia Latinoamérica, pues permite a los inversores europeos comprar y vender acciones de las principales empresas latinoamericanas a través de un único mercado, con un único sistema operativo de contratación y liquidación y en una sola divisa: el euro. Su funcionamiento es igual al de la bolsa española. De hecho, todos los valores que cotizan en Latibex se contratan y liquidan como cualquier valor español. En los últimos años, los pequeños inversores han incrementado su interés por este mercado y sólo en 2006, su volumen de contratación superó los 500 millones de euros, casi un 50% más que el año anterior.
Latibex permite a los inversores europeos comprar y vender acciones de las empresas latinoamericanas a través de una sola divisa: el euro
En la actualidad, cotizan en el índice Latibex 38 valores de ocho países distintos: Argentina, Brasil, Chile, México, Costa Rica, Puerto Rico, Venezuela y Perú. Pese a esta variedad, quienes soportan la mayor parte del peso del índice son las compañías de dos países: Brasil (con 20 empresas cotizadas en el índice) y México, con nueve empresas. Este es un factor muy importante para el inversor particular ya que, en la actualidad, Brasil y México son, precisamente, dos de los países que mejores perspectivas presentan para los próximos años.
¿Por qué invertir en Latinoamérica?
Latinoamérica mantiene atractivo como forma de inversión dadas las favorables expectativas de crecimiento que presentan sus principales economías, factor que puede también impulsar su mercado de valores. Marisa Mazo, directora de estrategia de inversión de Ahorro Corporación, estima que el PIB de Latinoamérica en 2008 alcanzará el 4,5 por ciento, frente al 2,2 por ciento previsto para la zona euro, el 2,7% para España o el 1,9% de Estados Unidos.
En cualquier caso, no todos los países presentan el mismo horizonte positivo. Según el informe sobre el Panorama de Inversión Española en Latinoamérica elaborado por el IE Businees School-Gavin Anderson & Company hace sólo unas semanas, las mejores expectativas de evolución económica para 2008 según estas empresas las tiene México, seguido de Chile, Brasil y Colombia, mientras que las menores las tienen Venezuela y Bolivia.
Desde el punto de vista de la inversión, los analistas bursátiles y las gestoras de fondos recomiendan, sobre todo, centrarse en Brasil y México. Según los analistas de la gestora Schroders, “la fortaleza económica de la economía brasileña continúa. En términos generales, las valoraciones son razonables, y el crecimiento de los beneficios sigue siendo sólido”. El entorno macroeconómico sigue siendo positivo a pesar de la reciente presión inflacionista y la pausa en los recortes de los tipos de interés del banco central, según señalan.
Pedro Mas, director de inversiones de Banif Gestión, opina que estos mercados emergentes están sorteando bien las turbulencias financieras. Su dinamismo, las bajas primas de riesgo en perspectiva histórica y el calor que van a seguir aportando al comercio mundial constituyen, en su opinión, “una válvula de escape para la economía global ante un hipotético escenario recesivo en EE.UU. En el caso de Latinoamérica, el PIB se estima que crecerá de nuevo por encima del 4,5% en 2008. Nuestra apuesta preferente dentro de este espectro es Brasil”.
En la gestora Threadneedle mantienen también una visión positiva hacia el mercado de Brasil, entre otros motivos, por “los altos beneficios que están alcanzando sus empresas”, según comentan los analistas de la firma.
Los riesgos
Pese a las perspectivas favorables, el inversor no debe olvidar que acercarse a la bolsa de cualquier mercado implica riesgo y que se puede perder parte del dinero. En este caso, conviene tener en cuenta, además, las particulares incertidumbres que afectan a América Latina. Como todo mercado emergente, el riesgo de invertir en Latinoamérica es significativamente mayor que el de invertir en un mercado desarrollado. De ahí que las inversiones en esta zona sólo sean recomendables para inversores de perfil agresivo, que puedan o estén dispuestos asumir riesgos, y con ciertos conocimientos económicos. Históricamente, se ha demostrado que este tipo de mercados sufre caídas más severas en etapas de crisis. Aunque la visión positiva predomine sobre la negativa a la hora de valorar el porvenir de estas economías, existen ciertos riesgos que conviene tener en cuenta.
El riesgo de invertir en Latinoamérica es significativamente mayor que el de invertir en un mercado con menos situaciones de crisis
Según los expertos, una crisis financiera es un escenario poco probable ya que la mayoría de los países están relativamente bien posicionados para evitar los escenarios más adversos. Consideran que América Latina está sorteando con notable solvencia las turbulencias financieras poniendo de manifiesto que, frente al tradicional contagio a través de los canales financieros internacionales, actualmente, el principal riesgo para la región reside en las secuelas indirectas sobre el ciclo de actividad global.
Sin embargo, un enfriamiento severo de la expansión mundial conllevaría un deterioro de los términos de intercambio, de los indicadores externos y de las cuentas públicas, según se asegura en el último Observador Económico Financiero de Latinoamérica. Este mismo informe añade que las consecuencias serían desiguales entre países, dependiendo de los vínculos directos con EEUU, de la complementariedad con China, del margen de la política monetaria y de la capacidad de la demanda interna para sostener la actividad.
El Servicio de Estudios considera que los efectos potenciales de un aumento de la aversión al riesgo sobre las variables externas y financieras serían más débiles para América Latina que en los episodios de 1994, 1998, 1999 y 2001.
Sectores y valores de mayor interés
Resulta especialmente importante tener cuidado al seleccionar los títulos en los que invertir. Sus compañías reflejan, en mayor o menor medida, la situación de crisis que se vive en numerosos países de la zona. En cuanto a sectores, las compañías que presentan mejores perspectivas continúan siendo las relacionadas con el mundo de las materias primas. Precisamente, en el índice Latibex este segmento es el que mayor peso ocupa en el mercado. Destacan, sobre todo, las firmas petroleras, mineras y dedicadas a la extracción de materiales básicos. Los altos precios que ha alcanzado el petróleo invitan a pensar en un escenario de mayores ganancias para compañías que basan su actividad en la extracción, producción y distribución de crudo. En lo que va de año, los valores mineros y metalúrgicos han experimentado una evolución particularmente buena. Acciones mineras como Vale do Río Doce, de Brasil, o la petrolera Petrobras (también brasileña) se anotan este año ganancias del 92 y el 80% respectivamente.
El precio que ha alcanzado el petróleo crea un escenario de ganancias para compañías que basan su actividad en torno al oro negro
Otro criterio importante que debe marcar la selección de valores es elegir compañías grandes (denominadas blue chips), con ingresos recurrentes y solidez en sus cuentas. Algunos importantes blue chips del mercado latinoamericano son las compañías mejicanas y brasileñas TELMEX, América Móvil, BBVA Bancomer y GF Banorte, cuyos últimos resultados no han decepcionado a los expertos.
Fondos de inversión latinos
Otra forma de acercarse al mercado latinoamericano que requiere menos conocimientos sobre bolsa es hacerlo a través de fondos de inversión. En este caso, se deja en manos de gestores profesionales la administración del patrimonio. En la actualidad, en España se comercializan 137 fondos que invierten en América Latina. En lo que va de año acumulan unas ganancias del 25%, pero hay productos que superan con creces esta marca. Destacan, sobre todo, los productos que invierten principalmente en compañías del mercado brasileño. Es el caso del fondo HSBC Latinoamerica Freestyle, que acumula unas ganancias del 44%, el EMIF Brasil Loaf o el Parvest Brasil, con ganancias que rondan el 40 por ciento.
Las gestoras internacionales son muy activas en la comercialización de este tipo de productos (destacan KBC Asset Management, DWS Investments, BNP Paribas, HSBC, ABN Amro…), pero también hay muchas entidades españolas que en los últimos años han apostado por la comercialización de este tipo de fondos especializados. Banco de Santander, por ejemplo, comercializa el fondo “Santander Latinoamérica”, que gana un 29% desde principios de año, la Caja de Ahorros del Mediterráneo cuenta con el fondo “CAM Iberoamérica”, también con una rentabilidad del 30% desde enero, Invercaixa Gestión (de La Caixa) distribuye el “Foncaixa Bolsa Latinoamericana” (que se apunta ganancias del 23% desde enero)…
En cualquier caso, realizar una apuesta decidida por fondos de renta variable emergente supone también asumir un riesgo de mercado considerable. El inversor debe saber que nadie le garantiza ganancias seguras, y que ni siquiera es posible garantizar que el escenario con el que se plantea la inversión (con perspectivas económicas favorables), pueda quebrarse ante cualquier hecho inesperado.